Caen las latas de cerveza vacías en la acera. Laura grita efusivamente a su amiga que recién se incorpora a la fila de gente. Ricardo y Jorge cantan a coro “Ay, ay, ay, ay, canta y no llores”. Bernardo orina contra la pared en el callejón de al lado, mientras que Cecilia tira la colilla de su cigarro en la banqueta. Esta es una escena común de fin de semana a la entrada de un establecimiento nocturno en la Ciudad de México.
Para muchos de sus residentes y visitantes, el DF es sinónimo de diversión. La oferta nocturna y gastronómica es uno de sus mayores atractivos. Desgraciadamente para los residentes, los amantes de la noche suelen ser ruidosos, particularmente mientras esperan en filas al aire libre. Sus quejas ante las autoridades son entonces una consecuencia lógica.
En toda ciudad conviven personas con diferentes horarios, ocupaciones y ritmos de vida, la tensión existente entre los asistentes a los clubs nocturnos, salas de concierto, restaurantes y bares de una determinada zona y los residentes de la misma suele ser común. Los principales problemas que reportan los vecinos son el ruido, los residuos y la orina en los espacios públicos. ¿Qué soluciones tenemos ante esta problemática? ¿Poner en marcha una regulación más estricta para los establecimientos nocturnos? ¿Aislar las zonas de esparcimiento nocturno de las zonas residenciales?
Si bien muchos gobiernos locales han optado por la opción coercitiva, un grupo de ciudades han buscado una opción que parece tener mejores resultados. Barcelona, Ginebra, Berlín, Montreal y Paris son algunas de las ciudades que han realizado un esfuerzo por desarrollar políticas para preservar la vida nocturna basadas en la mediación y la educación, en lugar de la coerción.
Dentro de los esfuerzos realizados en este sentido, llama la atención el caso parisino. Con un proyecto de pantomima, Paris ataca de manera artística el problema del ruido y la basura que generan los amantes de la vida nocturna.
Paris es conocida mundialmente por la calidad, diversidad y vitalidad de su vida nocturna. La economía de la noche parisina emplea a 660,000 trabajadores nocturnos, a través de más de 1,600 empresas que participan en la vida nocturna de la ciudad y que reportan ingresos del orden de los € 1400 millones anuales. Si bien la vida nocturna parisina aporta elementos importantes para la dinámica económica, cultural y social de la ciudad, plantea también retos importantes. Tan solo a lo largo del año 2008, el gobierno de la ciudad impuso un cierre administrativo a 2.500 bares.
Ante esta problemática y buscando encontrar una solución más eficiente para conciliar los intereses de aquellos que quieren disfrutar de la noche y de los que legítimamente aspiran a la paz nocturna, la Red MAP (Red de Música Contemporánea de París) y la CSCAD (Cámara de Cabarets, Centros de Espectáculos, Bares, y Discotecas de Francia), propusieron una idea innovadora que ha dado interesantes resultados y que bien valdría la pena replicar en otras ciudades.
Se trata de “Les Pierrots de la Nuit” (los payasos de la noche), un grupo de pantomima que a través de lo que se ha dado en llamar “mediación artística,” pretende resolver el conflicto existente entre los operadores de bares y restaurantes y los residentes de los barrios de Paris donde la vida nocturna crea conflictos de uso en relación con el ruido. Combinando los beneficios del arte, la mediación y la comunicación, este proyecto busca mejorar las condiciones de vida de los residentes, las condiciones de trabajo de los promotores de la noche, y la calidad de la vida nocturna de la ciudad.
Desde el 31 de octubre del 2011, dos noches por semana, trinomios de Les Pierrots de la Nuit compuestos por un par de artistas y un mediador, navegan entre las 11 de la noche y las 3 de la madrugada alrededor de las entradas de los bares, clubes y restaurantes de las zonas más festivas de Paris e invitan, de manera creativa, a los asistentes a bajar la voz y a no tirar basura. A través de su performance el grupo de artistas pretende recrear el vínculo social para generar conciencia sobre la importancia de respetar a los residentes locales.
Los performances de los mimos son apoyados por moderadores, que garantizan la transmisión del mensaje, distribuyen folletos informativos sobre el proyecto y recogen la opinión del público. Sus observaciones permiten a la organización medir mejor el impacto de las intervenciones en el paisaje sonoro, y adaptar el dispositivo a la realidad de la vida nocturna.
“Les Pierrots de la Nuit” goza de gran popularidad entre los parisinos. Cuenta con un equipo de alrededor de 80 empleados y 20 organizaciones que lo cofinancian. Por lo que no sorprende que se pretenda extender este proyecto a otras ciudades de Europa que enfrentan retos similares. Por ejemplo, en Berlín se llevará a cabo un programa piloto en verano de 2015 con el grupo de pantomima “Stille Wächter der Nacht“, en el distrito de Friedrichshain-Kreuzberg.
La vida nocturna es cada vez mayor como resultado de varios factores: el desarrollo del trabajo nocturno, el cambio de estilos de vida, y el aumento de la oferta de entretenimiento de la noche. Esta realidad trae consigo crecientes retos para las ciudades que invitan a repensar opciones creativas para enfrentarlos.
Si bien las mediaciones artísticas no son una solución total al problema del ruido nocturno, si pueden contribuir a que haya menos disturbios, un uso más responsable del espacio urbano, reducción de los conflictos entre los usuarios del espacio público, y ciudades vibrantes pero con buena calidad de vida para sus habitantes. Se trata de una solución creativa, de bajo costo, que es apreciada por todos los involucrados: dueños de bares y clubes, asistentes, mimos y actores, y desde luego los residentes.
Brenda Estefan estudió la licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana Campus Ciudad de México y tiene una Maestría en Gestión del Desarrollo por la London School of Economics, en el Reino Unido. En el ámbito laboral Brenda se ha desempeñado principalmente en temas de seguridad ciudadana y seguridad nacional, ha sido consultora de PRODEV para el desarrollo de indicadores de seguridad ciudadana, representante de la Secretaría de Gobernación de México ante los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, coordinadora de asuntos internacionales del Secretario de Gobernación de México y Asesora en temas de Cooperación Internacional para la misma Secretaría. Brenda fungió también como Jefa de Oficina del Presidente de la Cámara de Diputados de México.
MARGARITA MORALES dice
Muy interesante artículo y muy bien redactado, me encantó !
Maria del Carmen Martinez dice
Me parece muy interesante la propuesta, creo que puede ser real que se lleve a cabo en otros países incluso en México porque su gasto no es excesivo, y además da diversión y controla el ruido y la conducta de los noctámbulos para dejar descansar al resto de la población. Felicidades por este articulo.