El 20 de noviembre, celebramos el Día Universal del Niño en todas partes de América Latina y el Caribe. Sin embargo, ¿cuántas de nuestras urbes cuentan con leyes que garantizan mejores condiciones de vida para los más pequeños?
En mayo de este año, Cochabamba se convirtió en la primera ciudad de Bolivia en aprobar una ley a favor de la infancia. “Fue duro pero lo logramos”, expresó con alivio el equipo de la Oficialía Mayor (hoy Secretaría) de Desarrollo Humano del municipio de Cochabamba, poco después de la aprobación de este estatuto que permite que de ahora en adelante las autoridades locales puedan y deben asignar parte del presupuesto público municipal de manera explícita a actividades tales como:
- Inversiones en la cobertura y la calidad de centros infantiles,
- Formación y capacitación de personal calificado,
- Consejería domiciliaria para fomentar habilidades parentales para la estimulación y el cuidado de los niños en la vida diaria del hogar,
- Otras formas de atención institucionalizada en salud y nutrición materno-infantil, tratamiento de rezagos en el desarrollo, etc.
Además, la ley reconoce que una adecuada atención a nuestros niños debe ser multidimensional e integral, ofreciendo diferentes servicios sociales de manera coordinada; y que esto requiere de una instancia intersectorial de coordinación entre las instituciones encargadas de la salud, nutrición, agua y saneamiento, educación inicial, recreación, cultura, protección y otros.
Mesas de trabajo en dos de las cumbres distritales en Cochabamba, donde se preparaba y discutía la futura ley de infancia (foto: Celia Ferrufino y equipo)
Desafortunadamente, políticas de infancia como ésta no suelen ser un tema común en la discusión del desarrollo urbano en nuestra región. Un caso excepcional es el de Colombia, donde aproximadamente 200 municipios y departamentos hoy cuentan con un Decreto o Acuerdo a través del cual se ha adoptado una política de la primera infancia, incluyendo ejemplos destacados como la ciudad de Medellín con sus programas de Buen Comienzo. Sin embargo, dentro en la Red de Ciudades de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES), Cochabamba es la única que ha incluido los sectores de salud y desarrollo infantil como una de las prioridades en su plan de acción, a la par de otros temas tales como agua y saneamiento, movilidad y transporte.
Por eso, iniciativas municipales como la de Cochabamba reflejan un alto grado de proactividad y visión al priorizar la infancia dentro de las políticas urbanas de parte de las ciudades y sus autoridades locales, especialmente en países como Bolivia que se caracterizan por:
- un alto grado de descentralización de la administración pública que establece la autonomía de los municipios en temas de desarrollo humano,
- la carencia de una política o estrategia intersectorial de desarrollo infantil temprano al nivel nacional que defina objetivos, prioridades e intervenciones integrales para la infancia e incentive a los gobiernos autónomos municipales a tomar acciones en esta dirección.
Los niños de hoy son la generación de adultos de mañana que va a habitar, cuidar y desarrollar las ciudades que hoy intentamos mejorar. En un artículo que escribí el año pasado, vimos como las políticas de desarrollo infantil temprano pueden contribuir a ciudades más sostenibles, y cuáles son los beneficios que trae el desarrollo infantil temprano para la sociedad urbana a mediano y largo plazo. Por otra parte, en otro artículo también publicado en este blog, vimos 5 maneras de crear ciudades amigables con los niños, incluyendo por ejemplo un diseño urbano y políticas de seguridad vial que eviten accidentes de tránsito que involucren a los más pequeños.
Aún nos falta mucho para lograr que los niños que viven en nuestras ciudades sean reconocidos como ciudadanos con los mismos derechos que los adultos. Sin embargo, iniciativas como la de Cochabamba son señales alentadoras, con un potencial importante de convertirse en una referencia para otros gobiernos descentralizados en el país y en el resto de la región.
Uno de los niños presentes en las cumbres distritales en Cochabamba (foto: Celia Ferrufino y equipo)
¿Conoces otras ciudades en tu país que cuentan con leyes que garantizan mejores condiciones de vida e inversiones concretas para los más pequeños? ¡Cuéntanos!
Julia Johannsen trabaja como especialista senior en protección social en las oficinas del BID en Ecuador desde el año 2015. Previamente se ha desempeñado en las oficinas de Bolivia y Washington. Su trabajo se centra en el diseño e implementación de programas de transferencias condicionadas, sistemas de registro, medición de pobreza y focalización de programas sociales y desarrollo infantil temprano.
Mi nombre es Javier Téllez, impulsor de esta política integral de primera infancia en Cochabamba, junto con aldeas infantiles SOS. La iniciativa surgió desde el 2012, cuando planteamos el desafío de trabajar por la primera infancia y nos decían que no podían porque no habían leyes, así que les planteamos el desafío de crearla en el marco de su potencialidad dada por sus competencias autonómicas. Y se empezó por realizar 15 cumbres distritales, que legitimizaron la demanda social. Allí es donde el bid financió y dió su aporte técnico. Ahora lastimósamente la ley está paralizada al no ser prioridad del nuevo equipo municipal, quien destinó el presupuesto gestionado, siendo un nuevo desafío un proceso de incidencia en políticas públicas para volver a poner como prioridad una política tan importante.