Guillermo Luis Federik es el Secretario de Planificación, Infraestructura y Servicios de la Municipalidad de Paraná, Entre Ríos, Argentina.
ICES: ¿En dónde trabajas y en qué consiste tu trabajo?
Trabajo en el Departamento Ejecutivo Municipal de Paraná. Tengo una Secretaría a mi cargo, que se divide en tres áreas de competencia: la primera se refiere a la planificación, que consiste en pensar la ciudad, las intervenciones, las inversiones públicas, la priorización de las carteras de proyectos y la programación de la prestación de los servicios. La segunda está relacionada al proyecto y ejecución de los trabajos de obras públicas, la infraestructura, y el equipamiento dotacional urbano, como así también el control de las intervenciones privadas en el ejido municipal. Por último, la tercera área tiene que ver con la prestación de los servicios esenciales, tanto de saneamiento, cloacas, agua potable, desagües pluviales y tránsito y transporte, como de mantenimiento de los espacios públicos y gestión de los residuos sólidos urbanos.
ICES: ¿Cuál es el reto más grande que enfrentas en tu trabajo en Paraná, y cómo has tratado de enfrentarlo?
El reto más grande tiene que ver con gestionar en equilibrio tanto la planificación de la ciudad como la ejecución de las intervenciones en el corto plazo. Poder enlazar el corto con el mediano plazo siempre es un desafío; malas decisiones en el corto plazo, en la resolución de los problemas cotidianos de la ciudad, seguramente afectarán el desarrollo a mediano y largo plazo. Y del mismo modo, planificar y pensar a futuro sin tener en cuenta la acción concreta y las respuestas de contingencia también constituye una falencia recurrente ya que desvincula la ciudad ideal de la real.
Por mi parte, he tratado de enfrentar esta situación justamente mediante un ejercicio permanente de pensar a corto, mediano y largo plazo las intervenciones en la ciudad, en relación tanto a la infraestructura inmediata—donde las demandas cotidianas muchas veces son agobiantes—, como en aquellas obras estratégicas estructurales que están destinadas a modificar positivamente el desarrollo y el perfil de la ciudad.
ICES: ¿Cuál sería el consejo que darías a alguien que tiene tu mismo puesto en otra ciudad?
Que trate de preservar ese equilibrio. La planificación no tiene credibilidad si no se dan respuestas en lo inmediato, al menos a escala local. No se puede planificar a espaldas de las demandas insatisfechas de la comunidad, pero tampoco se puede encarar con éxito una gestión urbana haciendo solamente hincapié en las contingencias o en las urgencias. Si uno no tiene esa visión prospectiva, seguramente se pierda el norte de la gestión. Por lo tanto, como consejo—entre comillas—para quien tiene responsabilidad en la planificación, ejecución de las infraestructuras y desarrollo de los servicios esenciales, diría que me parece básico lograr y mantener ese equilibrio, donde solamente la planificación puede sustentarse a partir de la acción concreta.
ICES: ¿Cómo sueñas esta ciudad en 30 años y cómo puedes aportar tú?
Haciendo un ejercicio de visión prospectiva con un horizonte 2040-2050, pienso la ciudad en términos de un territorio mucho más equilibrado, con un rol regional. La pienso absolutamente asociada en términos territoriales, sociales y económicos a la ciudad de Santa Fe, y a la corona de ciudades alrededor de ambas capitales, como un área metropolitana que reequilibra la región centro de la República Argentina.
Hacia adentro, creo que Paraná debe preservar su geomorfología, sus arroyos y su borde costero, dándole la cara al río; en este sentido, la pienso con un desarrollo intensivo de los 24km de frente ribereño. También la imagino con mayor densidad, y un patrón de desarrollo urbano que tenga en cuenta esta situación, donde se haya dejado de lado la impostación de la cuadrícula, y el desarrollo del trazado urbanístico tenga más que ver con el paisaje y con la geomorfología.
En términos de calidad de vida, por otro lado, la veo como una ciudad más amigable con el peatón en materia de tránsito, transporte y espacios públicos, y con el completamiento de sus servicios esenciales y de la infraestructura básica.
ICES: ¿Cuál es el secreto mejor guardado de esta ciudad?
Creo que es el soporte natural, que no es tan secreto, pero que sin embargo no está explotado debidamente. El soporte natural es la materia prima sobre la cual la ciudad se erige, y más allá de que existan algunas dificultades aparentes, detrás de las mismas se encuentra la mayor potencialidad de la ciudad. La topografía, la hidrología, la vinculación con el río, la fuerte presencia de la flora y del arbolado urbano, generan un paisaje que no es afín a muchas ciudades y que le brinda un sello identitario a Paraná. Preservar ese contexto natural y encontrar un equilibrio con lo construido, donde el medio natural dialogue con lo edificado y se respeten mutuamente, es la clave para utilizar del modo más racional este “secreto” que tiene la ciudad para su desarrollo futuro.
ICES: ¿Cuáles son las imágenes y sonidos que definen tu ciudad?
Por un lado, están las imágenes desde fuera de la ciudad, que le dan fuerte identidad y tienen un carácter representativo y simbólico importante. El skyline de la ciudad viniendo desde el norte—aun desde la vecina provincia, río de por medio—, es muy representativa en términos de identidad y significado para Paraná. En esa imagen se ve el río y las barrancas en primer plano—que diferencian a nuestra ciudad de la vecina Santa Fe—, y en segundo plano se ve la silueta de lo edificado, donde interactúan construcciones de distinta altura, que se van escalonando hacia los contornos, en un amplio frente ribereño.
Por otro lado, están las imágenes desde adentro: la mayoría de ellas tiene que ver con el paisaje urbano y con el carácter de ciudad. Estas postales muestran una ciudad de cara al río, o imágenes de calles sinuosas, con sus bajadas, ondulaciones, y la aparición de algunos elementos patrimoniales de valor histórico en cuanto a su arquitectura.
Respecto de los sonidos, creo que no hay ninguno que identifique o caracterice a Paraná, que valga la pena destacarse. Distinto fue a principios del siglo XX, donde la impronta de lo sonoro era más importante, ya sea para marcar tiempos, horarios, la llegada del ferrocarril, o de los vapores y buques del puerto. Hoy, todo eso ha desaparecido y sólo predomina el ruido del tránsito urbano.
Peatonal San Martín. Foto: Municipalidad de Paraná
ICES: ¿Cuál es tu calle favorita y por qué?
Si bien es una cuestión subjetiva, creo que por imagen, historia, y entorno, es Alameda de la Federación, una avenida diagonal que recorta la cuadrícula y vincula directamente al microcentro con el Parque Urquiza y el río. Este trayecto reconstruye a su vez un camino de hace dos siglos, que vinculaba al Puerto Viejo—el asentamiento originario de la ciudad—con la cuadrícula institucional del área de la Plaza Mayor. Esa avenida es de doble mano, y está bordeada por residencias históricas e importantes, que reflejan en cierto modo la pujancia que ha tenido la ciudad en el tiempo. Como valor adicional, se destaca el arbolado urbano: se trata de una serie de lapachos rosados que en un determinado momento del año tiñen la avenida de un color y una caracterización peculiar. Al mismo tiempo, Alameda nace en una plaza histórica, cuenta con dos plazas colindantes, y remata en el monumento más importante de la ciudad, que conmemora a Urquiza en la época en que Paraná era la capital de la Confederación Argentina.
Parque Urquiza. Foto: Municipalidad de Paraná
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