Buscar un empleo en el estrecho mercado laboral actual de América Latina y el Caribe no es tarea fácil. Los trabajos, que son la base de la economía de las ciudades, se han perdido a una velocidad alarmante durante el 2020 debido a la pandemia. Las mujeres las más afectadas, considerando que hace más de 15 años no se registraba una tasa tan baja de participación laboral femenina en nuestra región, según datos de la OIT.
Mejorar la economía de las mujeres beneficia a todos. Según estimaciones del FMI, si cerráramos las brechas laborales de género, el PIB de la región podría incrementar un 22% en promedio.
En este contexto, en la ponencia sobre ¨el rol de la mujer en la recuperación de las ciudades¨ de la Reunión de alcaldes 2021 convocada por la Red de Ciudades del BID, se dialogó sobre el rol de las mujeres en la recuperación de nuestras ciudades, enfatizando las brechas y las oportunidades que representaría la inclusión de las mujeres a mejores oportunidades laborales.
Brechas y barreras para el empleo femenino en las ciudades
Durante el último año, millones de mujeres, cada una con una historia diferente de lucha y perseverancia, perdieron su sustento económico debido a la pandemia. Según el Observatorio Laboral COVID-19 del BID, el empleo femenino entre febrero y septiembre del 2020 disminuyó un 18% frente al 13% de los hombres, con una mayor caída y recuperación más lenta para las mujeres en Bolivia, Chile, Colombia, México, Perú (Lima Metropolitana) y Paraguay. Esto se relaciona con el hecho de que cerca del 57% de las mujeres en América Latina y un 54 % en el Caribe se encontraban ocupadas en los sectores más afectados, como el comercio, servicios y el turismo. Asimismo, estudios relevan que en nuestra región, las pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres son 11% más probables de cerrar ante la crisis del COVID-19, que las dirigidas por hombres. Esto se debe primordialmente al drástico aumento en la carga de cuidado ejercida mayormente por las mujeres, obstaculizando su inclusión laboral.
Por otro lado, el acceso desigual a la tecnología fue uno de los efectos negativos más marcados durante la pandemia. Si bien el teletrabajo se multiplicó 20 veces, este fue solo aprovechado por las personas que están más cerca de una capacidad digital en sectores vinculados a la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (CTIM/STEM). Según datos del BID, en el periodo comprendido entre 2017 y 2018, el porcentaje de acceso a internet en la región fue del 63% para hombres y el 57% para mujeres, mientras que el acceso y uso del teléfono móvil fue del 83% para hombres y el 80% para mujeres.
Recuperando el terreno perdido: estrategias que requieren de nuestra creatividad
Esta crisis nos exige buscar oportunidades para recuperar el terreno perdido y avanzar durante la recuperación en el cierre de las desigualdades de género en el mercado laboral. Algunas de las acciones que podemos realizar son las siguientes:
- Apoyar a empresas y emprendedoras. Es indispensable trabajar en promover la formación empresarial y el acceso al financiamiento, particularmente para empresas lideradas por mujeres o que promuevan la contratación femenina. En Brasil, por ejemplo, el proyecto “Mulher Empreendedora”, una alianza entre el Ayuntamiento de Niterói, la Aliança Empreendedora, y el BID, promueve la inclusión de género en el mercado laboral considerando una mejora de ingresos y la reducción en los índices de violencia intrafamiliar. Asimismo, en el evento, la vicealcaldesa de San José, Costa Rica resaltó el programa “Proyecto Autonomía Económica Municipal”, el cual apoyó en 2020 a 400 mujeres, promoviendo su emprendimiento productivo.
- Desarrollar el talento humano para cerrar la brecha digital. Es preciso que el sector público y privado trabajen para garantizar el acceso a las nuevas tecnologías, promoviendo la formación de habilidades digitales, especialmente entre las mujeres. Dos ejemplos resaltados en el evento de los alcaldes incluyeron: 1) Laboratoria, una organización que forma mujeres que quieren aprender y trabajar en tecnología (codificación, diseño de productos digitales, etc.) y 2) SheWorks! a través del lanzamiento de una plataforma en línea para mejorar la empleabilidad y la inclusión laboral de las mujeres en Guatemala.
- Promover la inclusión laboral mediante el acceso a viviendas asequibles próximas a las ciudades y servicios públicos de calidad. En Ecuador, el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano con el apoyo del BID promueven esfuerzos encaminados a disminuir el déficit de vivienda implementando tasas preferenciales y criterios de priorización de mujeres jefas de hogar y de familias con miembros con discapacidad. El programa ofrece concesión de créditos de vivienda a mujeres jefas de hogares de bajos ingresos.
Si se quiere reactivar la economía después de la pandemia, sin dejar a nadie atrás, la igualdad de género en las ciudades debe ser uno de los objetivos de política pública prioritarios. Las alcaldías en la región están muy bien posicionadas para acompañar a las mujeres de diversos grupos de la población urbana en su búsqueda laboral mediante la capacitación, el fomento de sus negocios y el acceso a servicios urbanos de calidad. En este sentido, el BID, como parte de su Visión 2025 está comprometido con el diseño de incentivos que promuevan programas con un enfoque prioritario en la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.
¿Qué estrategias se están llevando a cabo en tu ciudad para revitalizar la fuerza laboral femenina? ¿Qué otras acciones consideras que se podrían poner en marcha? Compártenos tu opinión en la sección de comentarios.
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