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¿Sabías que la industria de la madera es uno de los sectores más prósperos a nivel mundial? En efecto, el sector forestal da empleo directo a más de 18,21 millones de personas globalmente y contribuye con más de 540 mil millones de dólares al PIB mundial. Este sector, cuando está correctamente regulado para prevenir la deforestación ilegal, es vital para el medio ambiente, pues el cuidado y gestión de bosques sanos favorece la disminución de la contaminación del aire y la regulación del clima.
El uso de madera como material de construcción, aunque pueda sorprender, es una de las formas más eficaces que existen para preservar el medio ambiente. En el primer blog de esta serie abordamos cómo la madera es considerada uno de los materiales más sostenibles para la construcción de edificios. Muchos países conocen las bondades de la madera como material de construcción. Sin ir más lejos, la proporción de viviendas nuevas fabricadas con este material, tanto total como parcialmente, puede superar el 60% en Japón, el 70% en Escocia y el 85% en Estados Unidos.
América Latina y el Caribe (ALC) no debería ser una excepción quedándose atrás en el desarrollo de una industria tan beneficiosa para la economía, a la par que sostenible con el medio ambiente. En el blog de hoy nos acercamos hasta Uruguay para conocer la forma en la que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está colaborando con el Gobierno del país en el impulso de una hoja de ruta para la construcción de vivienda social en madera. El proceso que se está aplicando es altamente participativo, ya que prioriza y jerarquiza temas para vencer las barreras que han impedido el pleno desarrollo del sector.
La industria de la madera en Uruguay
La industria forestal tiene gran relevancia en Uruguay, ya que supera los 2.100 millones de dólares y representa casi el 4% del PIB nacional. Asimismo, genera de forma directa alrededor de 18.000 empleos, cifra que asciende a más de 25.000 puestos de trabajo cuando se consideran los efectos indirectos e inducidos.
Fue a partir de 1987 cuando, gracias a la implementación de la Ley Forestal, la industria de la madera comenzó a crecer exponencialmente en el país. Se pasó de unas 200 mil hectáreas forestales en la década de 1990, a cerca de un millón de hectáreas en 2020. Como resultado de esta legislación, el sector está en continuo aumento, por lo que es del interés del Gobierno nacional impulsar el sector de la construcción y de la carpintería para dar uso a este gran volumen de producción con agregado de valor.
Para dar respuesta a esta necesidad, el Gobierno de Uruguay creó en 2020 la Comisión Honoraria de la Madera (CHM), integrada por todos los sectores involucrados: público, privado y académico. Su objetivo es claro: elaborar, coordinar y monitorear la ejecución de un plan para la promoción y el desarrollo del uso de la madera nacional con fines constructivos y carpintería.
¿Cuál es el estado del sector de la construcción de vivienda con madera en Uruguay?
El estado del sector de la construcción en vivienda es aún embrionario en Uruguay. Si bien es cierto que Uruguay no es un país con una larga tradición de construcción en madera, existe registro de al menos 14 proyectos de vivienda de interés social en madera, que se suman a más de 260 unidades construidas en las últimas décadas con este material. Todas ellas tienen un denominador común: el impulso desde las instituciones para su desarrollo, bien sea desde los Gobiernos departamentales o en convenios con otras agencias o instituciones estatales.
Sin embargo, la construcción de vivienda en madera tiene un futuro prometedor en Uruguay. El Gobierno de la nación, a través del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT), asegura en su Plan Quinquenal de Vivienda 2020-2024 que en este periodo debe ofrecer 105.545 soluciones habitacionales, que incluyen construcción de viviendas nuevas, relocalizaciones, reparaciones o mejoramiento de barrios, entre otras. En el mismo documento, el MVOT plantea como uno de sus objetivos la promoción del uso de la madera de origen nacional en soluciones constructivas tendentes a aumentar la oferta de vivienda pública.
Para hacer esto realidad e impulsar la construcción de viviendas con madera, el BID, con el apoyo del Fondo Especial Japonés, ha contribuido a la confección de una Hoja de Ruta para la Construcción de Vivienda Social en Madera (HDR). Sigue leyendo para conocer más detalles sobre la forma en la que el BID está apoyando la consecución de este fin.
El compromiso del BID con la construcción de vivienda de madera
Se desarrolló un proceso participativo que involucró a todos los actores del sector en Uruguay que permitirá llevar a la práctica un conjunto de acciones priorizadas, volcadas en una Hoja de Ruta (HDR) y con una gobernanza de actores multisectoriales y multinivel para vencer las barreras que han impedido el pleno desarrollo de este sector.
La HDR presenta 10 ejes de trabajo sobre los que se desarrollarán las acciones durante los próximos dos años:
- Generar o actualizar normativas nacionales o departamentales para la construcción en madera (decreto nacional fuego, ley de propiedad horizontal, durabilidad de maderas, entre otras).
- Desarrollar y ejecutar diversos proyectos piloto en madera, como viviendas en altura y extensión y edificios públicos para activar de forma consistente la demanda de madera.
- Completar los trabajos de caracterización de la madera nacional con el objetivo de respaldar la actualización normativa y certificar sus estándares de producción.
- Generar e implementar programas colaborativos de formación de capacidades multinivel, tanto en el ámbito público como en el privado.
- Desarrollar soluciones constructivas adecuadas a la madera nacional y los estándares de desempeño exigibles (estructura, fuego, acústico, térmico).
- Preparar un programa de inversiones y apoyo para la mejora de competitividad y productividad de las pymes madereras, incluyendo actividades de capacitación y asociatividad.
- Concebir e implementar una estrategia de comunicación efectiva hacia los distintos públicos, como pueden ser usuarios, desarrolladores, profesionales y público en general.
- Proporcionar incentivos (exoneraciones, aportes, costos financieros o de seguros) hacia desarrolladores privados para que opten por la construcción en madera.
- Fomentar el comercio nacional de la producción forestal, apuntando a una oferta constante y de calidad hacia pymes madereras de aserrío y producción de componentes.
- Generar guías de diseño, especificaciones, construcción, recepción de obras y uso de edificaciones de madera para los públicos objetivos.
Cuenta, asimismo, con un eje transversal que es la generación de una estructura de gobernanza con múltiples actores, los cuales se incorporarán a otras iniciativas que ya están en desarrollo. Antes de finales de año se prevé la constitución de grupos técnicos, la presentación de planes de trabajo y la definición de indicadores. En dos años, se realizará la primera publicación de resultados y en cuatro años se publicará la evaluación de la HDR.
El futuro de la construcción en madera en la región
Con esta Hoja de Ruta, Uruguay se encuentra más cerca de conseguir un sector de vivienda sostenible y productivo gracias al apoyo del BID, con recursos de donación del Fondo Especial Japonés. Confiamos en que otros países sigan los pasos de Uruguay y superen las barreras que limitan el desarrollo de la construcción de soluciones de vivienda con madera, el material más adecuado para la construcción en el siglo XXI.
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Texto basado en “Hoja de Ruta para el Fomento de la Vivienda Social en Madera en Uruguay”, por Juan José Ugarte, Andrés Sierra y Karen Codriansky; Banco Interamericano de Desarrollo y Ministerio de la Vivienda y Ordenamiento Territorial de Uruguay
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