Problemas complejos requieren, usualmente, respuestas complejas que apelan a herramientas sencillas. Esto se ha venido reflejando también en uno de los mayores desafíos del vínculo entre gobierno y ciudadanía en la sociedad de la información: la digitalización de trámites. Las personas cada vez reclaman un gobierno más cercano que facilite el acceso a los servicios que brinda o el cumplimiento de las obligaciones que exige. Y los gobiernos deben responder a ese requerimiento con una transformación que implica la aplicación de tecnología en cada paso del proceso, incluido el pasaje de un modo de atención presencial a otro digital.
Puesta a la tarea de digitalizar los servicios del gobierno de Chile, la Unidad de Modernización y Gobierno Digital del Ministerio de Secretaría General de Presidencia encargó a sus técnicos desarrollar un generador de formularios que fueran simples de crear y simples de sistematizar. Con una disciplina semántica, los desarrolladores dieron a luz SIMPLE, sigla del Sistema de Implementación de Procesos Ligeramente Estandarizados, una plataforma para automatizar trámites y procesos electrónicos de forma amigable, rápida y sencilla. Desde que se puso en marcha ha permitido facilitar los trámites y la calidad de servicios que la administración debe entregar a la ciudadanía y a las empresas. Al ser ofrecida sin costo a nuevos actores como los municipios, se ha convertido en una solución masificada en estas administraciones.
Como era un problema real y universal, los demás países de la región fueron interesándose cada vez más en conocerlo. Y como al acercarse vieron que de simple no tenía sólo el nombre, el interés se volvió voluntad de adaptación. Esto fue posible porque 18 países de América Latina venían implementando desde 2014 el Mecanismo colaborativo regional de software público, apoyado por la Iniciativa de Bienes Públicos Regionales (BPR) del BID. Con ese apoyo, a través de talleres y misiones de cooperación horizontal, así como gracias a proyectos piloto de la cooperación técnica del BID, en el marco de la Red de gobierno electrónico de América Latina y el Caribe (Red GeALC), desarrolladores de México, Paraguay y Uruguay efectuaron adaptaciones que a fines de 2016 terminaron evolucionando el Simple chileno a Simple-LAT, el primer software público latinoamericano. A inicios de 2017 está siendo adaptado también a Honduras y forma parte central del esfuerzo inédito del gobierno de Uruguay de digitalizar el 100 por ciento de los trámites de la administración central antes de 2020. Algo simple para resolver lo complejo. Puedes descargar el código de SIMPLE y muchos más en nuestra nueva plataforma de Código para el Desarrollo.
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