Hoy en día, el 73% de los países de América Latina y el Caribe cuentan con una estrategia de gobierno digital. En una época en la que prácticamente cualquier producto puede contratarse, modificarse, disfrutarse y/o cancelarse a través de un teléfono o una computadora, la brecha digital entre las empresas privadas y los gobiernos se nos puede hacer abismal. Pero lo cierto es que el esfuerzo -y el interés político- para empujar el avance de la agenda digital en el gobierno y poner la tecnología al servicio del ciudadano está ahí.
La profundidad de esa agenda, y sobre todo su nivel de uso, sigue siendo una de las cuentas pendientes de nuestra región. Según un estudio recientemente publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo, menos del 30% de los trámites pueden hacerse enteramente en línea, y únicamente el 7% de los ciudadanos realizó en línea su último trámite con el gobierno. En otras palabras: nuestros gobiernos y nuestros ciudadanos siguen padeciendo el síndrome del papel o el certificado.
El avance de la Agenda Digital y sus cuentas pendientes
La gran marcha hacia el gobierno digital tiene ya algunas historias de éxito para contar, pero la realidad es que no todos los países han mostrado el mismo nivel de avance de la agenda digital y queda por delante un largo camino.
Cada dos años, el reporte de Naciones Unidas e-Government Readiness reparte alegrías y frustraciones entre políticos y gestores, ya que proporciona un análisis objetivo de cómo progresó cada país en sus planes y cómo se compara con el resto del mundo. Su edición 2018 dejó para América Latina y el Caribe sensaciones encontradas. Por un lado, la región logró colocar cinco países entre los 50 primeros del ranking por primera vez en la historia, teniendo a Uruguay como abanderado en la posición 34. Sin embargo, la nota media de grupo no es tan alentadora: todavía 12 países de nuestra región continúan por debajo de la posición 100.
Las causas detrás del avance de la agenda digital varían según el país, pero algunos elementos aparecen con persistencia en los países que avanzan con mayor lentitud. Las estrategias digitales no logran convertirse en planes de acción con metas, actividades, responsables, cronogramas y… recursos, sobre todo recursos. Además, en muchos de los países no existe un diseño institucional que cumpla al menos tres objetivos claros: (1) que conecte con la máxima instancia de toma de decisiones, (2) que establezca mecanismos de coordinación con todos los actores relevantes dentro y fuera de la administración pública y (3) que proporcione apoyo para la implementación a todo el aparato público.
Aumento de la competitividad, la verdadera ganancia
Los recursos financieros para invertir en proyectos de gobierno digital son aún escasos. Un reciente estudio realizado por el BID en un país de Centroamérica mostró que el 97% de las oficinas públicas no tenían presupuesto para invertir en proyectos que impulsaran el avance de la agenda digital. Sin embargo, las iniciativas en esta área empiezan a mostrar un impacto destacable tanto en los ciudadanos y empresas como en el propio gobierno. Durante la recientemente celebrada V Reunión de Ministros de Gobierno Electrónico de América Latina y el Caribe se discutió extensamente cuál es el valor del gobierno digital y su impacto económico incluso al nivel de trámites individuales. Se estima, por ejemplo, que Brasil está ahorrando más de 200 millones de dólares al año sólo a través del recaudo electrónico del Impuesto de Propiedad de Vehículos Automotores (IPVA). Otro ejemplo es Ecuador, cuya Modernización del Registro Civil en 2011 ha tenido un impacto en ahorro de desplazamientos y tiempos de espera valorado en más de 400 millones de dólares.
Pero los ahorros para ciudadanos y gobiernos son sólo una de las contribuciones del gobierno digital a América Latina y el Caribe. La más importante seguramente es la que puede hacer a la competitividad regional. La mejor manera de ayudar a esa cuarta parte de latinoamericanos que aún viven por debajo de la línea de pobreza es generar actividad económica a través del desarrollo empresarial y la atracción de inversión extranjera. Según el Índice Global de Competitividad que elabora el Foro Económico Mundial, sólo 3 países de nuestra región están entre los 50 más competitivos del mundo. Resulta difícil ser competitivo cuando para crear una empresa o registrar una propiedad se requieren numerosos pasos y documentos que llegan a demorarse meses en algunos casos. No es casualidad por tanto que países como Singapur o Suecia, que vieron en las nuevas tecnologías una oportunidad de transformar su sector público, estén ahora entre los 10 primeros del mundo en materia de competitividad.
La marcha hacia un gobierno digital debe continuar hasta que los ciudadanos y las empresas de América Latina y el Caribe puedan mantener una relación con el gobierno basada en la eficiencia, la transparencia y la participación. Esto será una indicación de que los líderes políticos han logrado aprovechar las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías para poner el sector público al servicio de las crecientes necesidades de sus ciudadanos.
Puedes leer más sobre el nivel de digitalización de los trámites en América Latina AQUÍ:
La versión original de este artículo fue publicada por el autor en el diario El País bajo el título: El síndrome del papel en América Latina.
Jorge Carlos Mendoza Porras dice
La experiencia en el Perú aún es incipiente. Luego de publicarse la Agenda Digital 2.0 de alcance nacional en julio del 2011, se observa un único esfuerzo subnacional con la formulación de la Agenda Digital Regional de Cusco en el año 2014. Estamos contribuyendo para impulsar y promover la digitalización de las demás regiones según sus propias necesidades con un enfoque de territorialidad.
Alvaro Riaño dice
Excelente informaciòn. Felicitaciones por la labor que estàn realizando en aras de optimizae recursos y en el bienestar de la poblaciòn.
Karim Mahuad Martens dice
En Perú se promulgó en Sep 2018 la ley de gobierno digital, el reglamento debe salir antes de mayo. 2019. El Reniec está próximo a sacar la identidad digital móvil. Ya están disponibles en el mercado probadas plataformas digitales de participación ciudadana. La transformación digital trae un nuevo paradigma para la sociedad democrática. Democracia realmente representativa y continua (24/7).. KM2
Edgar mariño dice
Bien por el BID las iniciativas digitales constituyen un gran avance para los gobiernos en general.
Las países y ciudades mas prosperas tienen entre sus bondades un gran aliado, como lo son las TIC y su vinculacion con la actividad gubernamental.
Edgar mariño
Venezuela
Richard Diaz dice
Cómo haría para ponerme en contacto directo con esta persona. El Sr. Miguel Porrúa. Actualmente trabajo en un proyecto de reforma de ley de gobierno electrónico en mi país y quisiera alguna orientaciones. Despejar dudas que tengo al respecto, muchas gracias.
María del Socorro Mejía Agudelo dice
Excelente información. Actualmente realizo análisis de la PP Gibierno Digital en Colombia y los referentes a nivel Latinoamérica son super importantes para obtener un comparativo.
Juan Rodríguez Abad dice
Personalmente participé en la mesa de trabajo de sectores sociales (especificamente Salud) de la 1era Agenda Digital Peruana, en 2004, Nuevamente, participé en la actualización hacia la Agenda 2.0, también sobre el tema de Salud.
Habiendo transcurrido, 20 años de e-Salud en el país, el avance ha sido lento, aun cuando en este último quinquenio se aceleró por un mayor impulso desde el mismo Ministerio de Salud y la Seguridad Social. Sin embargo, en salud, todavía nos encontramos en la 1era ola, entrando a la 2da, de las 3 olas de la digitalización (según R. Katz).
Confío de aquí al bicentenario (2021), se acelere más el proceso de e-Salud para la mejora de la salud de la población en el país, logrando (a través de la e-Salud y la respectiva gestión del cambio) su real inclusión y empoderamiento, por una mayor cobertura y calidad de los servicios de salud, colocando a las personas como el verdadero centro del sistema de salud.