¿Alguna vez esperaste en una fila larga para hacer un trámite? ¿Alguna vez pagaste a un funcionario público para “agilizar” un proceso? ¿Alguna vez decidiste que no valía la pena lidiar con toda esa burocracia para recibir el servicio que buscabas, y te diste media vuelta?
Si tu respuesta a alguna de las preguntas anteriores es “sí,” no estás solo. Según un nuevo informe del BID, El fin del trámite eterno, la complejidad de los trámites burocráticos es un fenómeno demasiado extendido en la región. En la encuesta del Latinobarómetro de2017 se incluyeron por primera vez varias preguntas sobre cuál era la experiencia de los ciudadanos con las gestiones públicas. Este esfuerzo permitió sacar una fotografía hasta ahora inédita de cómo los ciudadanos de la región se enfrentan a los trámites y nos permitió englobar la respuesta de los ciudadanos en tres grandes grupos: los que sufren, los que pagan y los que tiran la toalla.
Sufrir: Largas esperas y burocracia sin fin
La complejidad de la burocracia en la región se traduce en que, de promedio, los ciudadanos latinoamericanos necesitan 5,4 horas para completar un trámite con la administración pública. Las diferencias entre países son notables. Por ejemplo, mientras que en Bolivia completar un trámite conlleva más de 11 horas de media, en Chile una transacción equivalente se puede hacer en algo más de 2.
Los ciudadanos de nuestra región no sólo pierden mucho tiempo para completar una gestión, sino que además esas horas se esparcen en múltiples días. El 25% de los trámites requieren tres o más visitas a la entidad pública, y sólo la mitad se resuelven en un único día.
Pagar: Cuando se decide “agilizar” el trámite
Los procedimientos manuales, las interacciones presenciales y la falta de estandarización de procesos hacen que los trámites sean vulnerables a comportamientos deshonestos. El 29% de latinoamericanos, de hecho, reconoce que en el último año ha pagado un soborno para acceder a un servicio público (tales como atención médica, inscripción educativa, registro de identidad, denuncias policiales…). Las personas de menores ingresos están más afectadas: el 30% pagó un soborno para completar un trámite frente al 25% de las personas de altos ingresos.
Tirar la toalla: Cuando el ciudadano se vuelve a casa
Las dificultades que presentan los trámites – sus requisitos, demoras y corrupción – constituyen altas barreras de entrada a la burocracia. Si tomamos el nivel de escolaridad como una variable indicadora del ingreso, vemos que a menos nivel de educación se realizan menos gestiones públicas. En otras palabras: la gente con menos recursos evita con más frecuencia hacer un trámite. En concreto, los datos muestran que mientras el 42% de las personas con estudios universitarios hizo un trámite en los últimos 12 meses, solo un 16% de las personas había hecho una gestión administrativa similar en el mismo período. Si se tiene en cuenta que el acceso a los programas sociales implica la realización de un trámite, estos datos invitan a pensar que los programas públicos podrían no estar llegando a todos los potenciales beneficiarios.
Si los trámites que ciudadanos y empresas tienen que hacer para recibir servicios públicos fueran pocos, no serían tan relevantes ni requerirían demasiada atención, pero este no es el caso. Los gobiernos centrales de la región gestionan entre 1.000 y 5.000 trámites diferentes, según el país, y en promedio, un adulto latinoamericano hace al menos cinco trámites al año. En un contexto regional en el que el 75% de los ciudadanos de América Latina y el Caribe reconoce tener poca o ninguna confianza en su gobierno, ahora más que nunca es vital prestar atención a la satisfacción de los ciudadanos con los servicios públicos de primera línea.
Puedes ver cómo le va a tu país en el informe completo aquí.
Baruc Lasso Plaza dice
Muy interesantes criterios Benjamín, buenos fundamentos para establecer la correlación. Tienes tal vez indicadores en los cuales de logre visualizar el efecto de optimización de trámites vs. disminución de corrupción. Un abrazo.
Mixi dice
Execelente apreciación. Felicidades
AMERICO dice
Las instituciones del Perú, se volvieron mas eucarísticos, los tramites demoran mucho, los ciudadanos deben ir a exigir su tramite, y los funcionarios hasta llegan cobrar por agilizar los tramites, muy buena apreciación…
Felipe Reyes V. dice
A más de 1 año de esta publicación, los avances en Gobierno Digital en Perú, han sido publicados en el Digital Governance Review https://read.oecd-ilibrary.org/governance/digital-government-in-peru_0c1eb85b-en#page1 de la OECD, cubriendo 3 campos con sus respectivas recomendaciones: 1) GOBIERNO DIGITAL: Avances – La creación de la Secretaria de Gobierno Digital SeGDi. Creación del Comité de Alto Nivel por un Perú Digital, innovador y competitivo. Líderes de gobierno digital en todas las agencias gubernamentales. Recomendaciones –Establecer un organismo de coordinación que apoye en la implementación del GD. Incorporar principios guías en la Ley de GD. 2) TRANSFORMACIÓN DE SERVICIOS DIGITALES: Avances – Creación de Gob.pe. Recomendaciones – Desarrollar un marco de competencias para el programa de Líderes de GD. Revisar los marcos de selección de personal con evaluación del talento digital. Asociarse con SERVIR para establecer una academia digital. 3) SECTOR PUBLICO BASADO EN DATOS. Avances- Conectividad de las instituciones públicas a la plataforma PIDE con sus sistemas de gestión documental. Recomendaciones – Creación del puesto de Governmnent Chief Data Officer (GCDO). Identificar oportunidades estratégicas en el uso de datos.
Clearing-informes.com dice
Buen artículo gracias por compartirlo con todos
Omar P dice
Muy buen articulo, gracias por el aporte, me ayudó bastante
Omar dice
My buen Articulo, gracias de nuevo