La baja participación de mujeres en el sector de la construcción de infraestructuras es una constante a nivel mundial. En Australia, la situación no es diferente. Los estereotipos y normas sociales que asocian estas carreras con el género masculino, así como los ambientes laborales poco amigables para mujeres se mantienen. A ello se suma la prevalencia de sesgos inconscientes y discriminación en los procesos de contratación y ascensos. Y la baja matriculación de mujeres en carreras STEM.
En este escenario, el Gobierno del Estado de New South Wales (NSW) ha diseñado la Estrategia Mujeres en la construcción con un presupuesto de $13.517.840 dólares americanos para tres años de trabajo. Esta iniciativa busca distribuir de manera más equitativa los beneficios de las inversiones en infraestructura a través del aumento del número de trabajadoras calificadas y de la creación de puestos de trabajo para incentivar una industria de la construcción más diversa, inclusiva, y segura para las mujeres. El objetivo es triplicar el talento femenino en el sector[2]. El programa, liderado por el departamento de educación, contempla cuatro pilares:
Una de las iniciativas de esta estrategia es el Programa Legado de Habilidades en Infraestructura (Infrastructure Skills Legacy Program-ISLP), obligatorio para todos los contratistas de proyectos mayores a $66 millones.
El programa plantea acciones para a) aumentar las habilidades en el sector de la construcción a través de oportunidades de aprendizaje[4]; b) aumentar la diversidad en la fuerza laboral (duplicar la participación de mujeres, y de participación de jóvenes[5] y población nativa); y c) Garantizar que los trabajadores de las zonas aledañas a los proyectos obtengan formación y empleo[6]. Gracias a esta iniciativa, a la fecha se han incorporado 3.830 mujeres en trabajos no tradicionales, lo que significa en promedio un 4% del total de trabajadores de los proyectos[7].
El proyecto Sydney Metro City and Southwest fue uno de los primeros pilotos del ISLP. Este proyecto en 2019 empleaba una fuerza laboral de 15.958 personas, y planteó como meta lograr que el 4% (648) de los trabajadores sean mujeres que se desempeñen en oficios no tradicionales, en comparación con el 1% vigente[8]. El proyecto trabaja a partir de la articulación de actores involucrando al gobierno local y federal, la industria, empleadores y capacitadores. Y cuenta con tres programas:
- plan de estudios de la industria del metro
- programa de preempleo
- programa de aprendizaje
Otra de las acciones es el Programa de Innovación de Mujeres en la Industria de la Construcción (Women In Construction Industry Innovation Program – IIP).
Este proyecto otorga subvenciones entre $20.000 y $200.000 a empresas, sindicatos o asociaciones que cuenten con iniciativas para fomentar la participación laboral femenina (capacitación, proceso de contratación sin sesgos, actividades de mentoría), la construcción de una cultura de trabajo inclusiva y apoyo en las tareas de cuidado, y el fomento del liderazgo femenino. Para participar, la organización debe contar con mujeres que trabajen en oficios no tradicionales, y demostrar la sostenibilidad y posibilidad de escalamiento de la iniciativa.
El Programa de Prácticas en Infraestructura[9] (Infrastructure Traineeship) es una iniciativa para que estudiantes que terminan el colegio ganen experiencia laboral y se capaciten en oficios de la construcción.
Consiste en pasantías pagadas supervisadas por una entidad del estado, con una duración de 2 años. Durante este tiempo, los estudiantes participan en algunas de las obras de infraestructuras más grandes del estado y trabajan en tres empresas. La formación incluye un certificado en negocios, gestión de proyectos, adquisiciones y contrataciones. Además, reciben capacitación en primeros auxilios, comunicación, salud mental, y cuentan con apoyo en alfabetización, aritmética, entre otros. El 38,75% de participantes son mujeres[10].
Con la conmemoración del día del trabajo, resaltamos este tipo de iniciativas que son fundamentales para preparar al sector y abrir caminos a que más mujeres puedan incorporarse en él en igualdad de condiciones. Este tipo de programas demuestran una perspectiva a mediano y largo plazo al combinar acciones de formación, la creación de empleo, así como establecer obligaciones e incentivos al sector. Tomando como base el objetivo de lograr una mayor inclusión de mujeres en un sector tradicionalmente masculino y con altas perspectivas a futuro.
[1] Australian engineering higher education statistics 2010–20. (Australian Council of Engineering Deans, 2022). Australia’s Gender Equality Scorecard, Key results from the Workplace Gender Equality Agency’s Employer Census 2021-22. (Workplace Gender Equality Agency, 2022) https://www.wgea.gov.au/publications/australias-gender-equality-scorecard
[2] NSW Government pledges $20 million to increase women in construction. (Elite Agent, 2022).
[3] Women in Construction Innovation Program
[4] La meta es lograr que el 20% de la mano de obra total del proyecto sean ‘learning workers’, y que un 20% sean aprendices de oficios. NSW Government Action Plan: A ten point commitment to the construction sector, 2018.
[5] Se buscar garantizar que al menos el 8% de la fuerza de trabajo sea menor de 25 años. Ídem.
[7] Ídem.
Leave a Reply