Hoy se cumplen 110 años desde que se proclamó por primera vez el Día Internacional de la Mujer. Desde entonces, el mundo en general ha dado pasos gigantes para avanzar hacia la igualdad de género en la educación, la salud, la economía y los sistemas políticos. Sin embargo, el objetivo principal de lograr la plena igualdad de género todavía no lo hemos logrado y según el Foro Económico Mundial al ritmo que vamos, necesitaremos otros 108 años para cerrar la brecha a nivel mundial. ¿Cómo podemos acelerar el paso? Parte de la respuesta es apostar por la transformación de aquellos sectores tradicionalmente considerados como sectores masculinos, por ejemplo, transporte.
Género y transporte desde la perspectiva de movilidad: una intersección indispensable
Más de la mitad de las usuarias de los sistemas de transporte público en ciudades Latinoamericanas son mujeres. La evidencia reciente muestra que el transporte no es neutral en términos de género, y que las mujeres se mueven diferente: hacen más viajes, en desplazamientos más cortos y en horarios más dispersos durante el día. Así mismo, y dependiendo de variables del entorno urbano, las mujeres son más dependientes del transporte público y más propensas a utilizar medios no motorizados como la bicicleta, si existe infraestructura dedicada y percepción de seguridad.
Otro de los mayores retos que enfrentan los sistemas de transporte y sufren diariamente las mujeres, es el acoso. Encuestas y estudios han documentado el tema por años, revelando que el problema es generalizado y que mujeres y hombres lo entienden diferente. Un estudio reciente realizado en la ciudad de Buenos Aires (Universidad Abierta Interamericana, 2018), indica que el 62% de los hombres considera que a las mujeres les agrada que les silben o se dirijan a ellas en espacios públicos, mientras el 98% de mujeres dice experimentar rabia e inseguridad ante ese comportamiento.

Aunque todavía nos queda mucho camino por recorrer, hoy celebramos los logros para avanzar hacia servicios de transporte más inclusivos y accesibles. Y para eso, te queremos contar la historia del Estado de Jalisco y los beneficios de contar con análisis de los patrones de viaje desagregados por género.
Un Corredor Intermodal en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG)
Recientemente , con el apoyo del Transport GenderLab, se desarrolló un estudio para entender los patrones de movilidad de las usuarias del corredor intermodal más importante del AMG. El estudio levantó información cualitativa y cuantitativa para entender las dinámicas de traslado de mujeres y niñas, su percepción de los viajes y propuestas de mejora.
La primera conclusión es que más del 50% de ellas utilizan el transporte público, por encima de los hombres con una diferencia de 15 puntos porcentuales, y cerca de 20% eligen caminar para sus viajes diarios. Además, 82.8% de las encuestadas en un estudio de evaluación del servicio de transporte en el AMG (2016), declaró que han sufrido acoso sexual en el transporte público. El análisis además identificó las horas y lugares específicos en que las mujeres han sido agredidas y se resalta el hecho de que el riesgo en los trayectos crece en los lugares que no cuentan con infraestructura apropiada como poca iluminación en estaciones, banquetas en mal estado y paradas poco accesibles. Es decir, las mujeres se sienten vulnerables durante todo el trayecto de su viaje y no solo mientras están en el bus o tren.

El Estado de Jalisco ahora cuenta con información primaria actualizada sobre la caracterización de viajes, y con recomendaciones para incorporar al sistema con enfoque de género. Las propuestas incluyen mejoras en la infraestructura y equipamiento urbano alrededor de las estaciones, acceso a la justicia y coordinación interinstitucional para la implementación de iniciativas.

Obtener datos de movilidad desagregados por género ayuda a las ciudades a atender necesidades y patrones de movilidad diferenciados y así, hacer el sistema más eficiente para las mujeres y eventualmente para todos los diferentes perfiles de usuarios que se movilizan por la ciudad y realizan viajes de una manera diferente a los de los usuarios tradicionales de los sistemas.
El Transport GenderLab es la red de ciudades Latinoamericanas que implementan políticas de transporte con enfoque de género desde dos dimensiones: Mujeres como usuarias del transporte público y Mujeres como parte del mercado laboral del sector. Santiago, Buenos Aires, Quito, Bogotá, Ciudad de México, Ciudad de Guatemala, el Estado de Jalisco y recientemente Cali y Santo Domingo, han reconocido la necesidad de visibilizar los patrones de movilidad de las mujeres y responder a sus necesidades para proveer una mejor calidad de viaje y mejores sistemas de transporte.
¡Te invitamos a conocer nuestra página web http://tglab.iadb.org y a sumarte al Transport GenderLab!
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