Los gobiernos en ciudades de América Latina y el Caribe vienen incorporando la perspectiva de género en la planeación del transporte. Iniciativas como campañas de acoso o la inclusión de un mayor número de mujeres en el sector. Al preguntarles cuáles son los grandes desafíos y lecciones aprendidas, surge el tema de las sostenibilidad. ¿Cómo hacer para que el siguiente gobierno continúe con el protocolo de atención contra la violencia basada en género que le sirvió a María para reportar el manoseo que sufrió en el metro? ¿O cómo promover talleres que le enseñaron a Jorge sobre cómo actuar frente a la violencia basada en género que ocurre en los vagones que él opera?
¿Cómo asegurar presupuestos estables para que se pueda continuar otorgando una tarifa menor en transporte a sectores de mujeres de escasos recursos? ¿O fomentar que más mujeres se capaciten para convertirse en las exitósas conductoras del transporte de sus ciudades? En la institucionalización está la clave.
Los gobiernos cambian, y con ello, los enfoques y las prioridades de sus iniciativas.
Uno de los grandes retos está en asegurar que el camino recorrido no se venga abajo con estos cambios, eliminando las soluciones frente a las necesidades de las mujeres de la agenda gubernamental. En esta publicación destacamos las iniciativas de género lideradas por el estado de Hidalgo en México, miembro del Transport Gender Lab. Se resaltan sus esfuerzos por institucionalizar un enfoque de género, más allá de las intenciones del gobierno de turno y que trascienda en el tiempo. Y así, alcanzar la verdadera transversalización del enfoque de género en la movilidad.
Varias leyes de Hidalgo promueven la transversalización de la perspectiva de género a nivel macro. Reconocen que debe haber mecanismos institucionales dedicados para asegurarse que la perspectiva de género y la igualdad sustantiva se implementen progresivamente en todas las políticas públicas (Ley Orgánica de la Administración Pública, Ley para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, Plan de Desarrollo 2016-2022). Dicha institucionalización va de la mano de la coordinación de los diferentes niveles del gobierno que faciliten la transversalización efectiva de este tipo de aproximación. La Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia establece mecanismos de coordinación entre el estado, los municipios y la federación para eliminar la violencia contra las mujeres.
Frente al transporte, la Ley de Movilidad y Transporte para el estado de Hidalgo 2018, determina que el sistema de movilidad se rige por el principio de accesibilidad sin discriminación por género e incluye el servicio de transporte público segregado por género.
La Estrategia Integral de Movilidad de la Secretaría de Movilidad de Hidalgo aprobada en 2019, incorpora la perspectiva de género en varios componentes. Promueve la prestación de un servicio incluyente y que fomente la igualdad sustantiva, brindando como parte de la capacitación a conductores y conductoras un módulo sobre igualdad de género.
Desde inicios de 2020, Hidalgo trabaja en la reglamentación de la movilidad activa en bicicleta, con las oportunidades que ofrece durante la pandemia.
Este trabajo conjunto entre las instituciones del Estado, la sociedad civil, y expertos en la materia que se ejemplifica en la armonización del Manual Ciclista Urbano y Metropolitano de Hidalgo, busca entender las dinámicas de movilidad en bicicleta de hombres y mujeres. Ello ayuda a promover una institucionalización de una movilidad inclusiva. Temas como una movilidad activa libre de violencia basada en género y mecanismos de protección asociados; además del reconocimiento de la bicicleta como modo para realizar labores relacionadas con el trabajo del hogar, hacen parte de este mecanismo de institucionalización. El Programa de Ordenamiento de Transporte Convencional se encuentra en una etapa inicial de diagnóstico. Se espera analizar las encuestas desde una perspectiva de género.
La institucionalización de la perspectiva de género en movilidad, a través de regulaciones concretas en leyes macro y reglamentos específicos, es clave para que las medidas se mantengan en el tiempo. Para que:
- La existencia de este marco institucional implica que toda acción implementada por el sector transporte debe ser planificada e implementada considerando las necesidades diferenciadas según género y beneficiando igualitariamente a mujeres y hombres.
- Esta institucionalización, mediante mecanismos e instancias de seguimiento y evaluación a las políticas, planes en el largo plazo, nociones clave sobre la movilidad de las mujeres, y presupuesto claramente asignado para el tema, son esenciales para que las maravillosas iniciativas implementadas tengan la sostenibilidad económica y social. Y requiere un cambio dirigido a la igualdad sustantiva que sea realmente duradero.
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