Con algunas excepciones, los gobiernos alrededor del mundo han implementado medidas de distanciamiento social para gestionar la crisis COVID-19. Mientras que la primera fase de respuesta a la pandemia ha estado caracterizada por la adopción de medidas de confinamiento para disminuir el número de contagios y, con ello, evitar el colapso del sistema sanitario, las siguientes fases se caracterizarán por una paulatina reapertura de las actividades económicas, educativas y sociales, con eventuales marchas atrás en el caso que repunten los contagios. Los expertos en salud coinciden en que esta situación continuará hasta que se descubra una vacuna o un tratamiento efectivo contra el virus.
Desde el comienzo de la crisis, la tecnología se ha convertido en una aliada importante para la lucha contra la pandemia. Los gobiernos están utilizando aplicativos móviles para reconstruir los movimientos de personas infectadas y alertar a quienes pudieran haber estado en contacto con ellas. Asimismo, se han instalado sensores de control de temperatura en zonas de grandes afluencias para detectar a quienes tuvieran fiebre. Ahora bien, los estudios disponibles demuestran que, al día de hoy, la medida más efectiva para la prevención sigue siendo el distanciamiento social y, entre las tecnologías disponibles, la inteligencia artificial emerge como la más apta para permitir la movilidad mientras se mitiga el riesgo de contagio.
Desde la División de Transporte del BID hemos desarrollado Distancia2. Esta plataforma de monitoreo utiliza inteligencia artificial para medir la distancia entre personas, evitando así potenciales contagios.
La plataforma comprende un módulo de detección e identificación de imágenes, y otros de medición de la distancia. Estos alimentan una aplicación vía web donde se observan las imágenes almacenadas y el panel de control o dashboard.
Los algoritmos de inteligencia artificial desarrollados por el BID analizan los vídeos de las cámaras instaladas en las ciudades. Estos algoritmos detectan personas y miden el distanciamiento entre ellas. Cuando la distancia es menor a 2 metros, se envía una señal de alerta a la plataforma. El panel de control recibe la información en tiempo real y actualiza los indicadores de movimiento y los mapas de calor de manera automática.
La información provista por la plataforma puede ser utilizada para analizar en tiempo real si la distancia de seguridad es mantenida en estaciones de transporte público como metros, BRTs, metro cables, y lugares públicos en general.
El análisis de distancia puede realizarse tanto de manera distribuida (en cada cámara), como para zonas específicas. O tambien, puede realizarse para toda la ciudad, según sea de interés. Los indicadores provistos por Distancia2 pueden ser construidos a medida de las necesidades de la ciudad. Se incluyen desde conteos de personas para monitorear que no se sobrepase la capacidad establecida como segura para los espacios públicos, hasta indicadores de evolución temporal de las distancias en zonas de interés. Podrán identificarse tendencias y realizar predicciones que contribuyan a una toma de decisión informada en grandes cantidades de datos, para una rápida y efectiva acción de salud pública.
Con la información provista por Distancia2, las ciudades podrán enfocar mejor sus labores de control y pedagógica en aquellos lugares donde están ocurriendo las aglomeraciones, o donde no se está respetando la distancia de seguridad. De modo importante, se podrá cuidar mejor la salud de los servidores públicos, reduciendo su exposición.
Esta plataforma ya se encuentra a disposición del sector público de los países de América Latina y el Caribe. Recientemente, Ecuador la ha implementado a través del Servicio Integrado de Seguridad ECU911.
Esta herramienta se integrará a las ya disponibles por parte de ECU911. De esta forma se contribuirá a la gestión de la crisis COVID-19 en Ecuador.
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