Política de Igualdad y Equidad de Género, el caso de El Salvador
El sector público es un actor clave para promover la integración de la perspectiva de género en el quehacer de todas sus instituciones. Su rol es asegurar que los servicios que provee el estado respondan a las necesidades diferenciadas de hombres y mujeres; y al mismo tiempo garantizar entornos laborales seguros y equitativos para que las mujeres puedan acceder igualitariamente a las oportunidades laborales. El gobierno de El Salvador ha sido pionero en la elaboración e implementación de instrumentos de planificación con perspectiva de género. En 2015, el Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT) lanzó su primera política de igualdad de género enfocada en fomentar la equidad a través de los proyectos de infraestructura y el fortalecimiento institucional. Este instrumento buscaba responder a algunos de los retos en materia de igualdad de género que afronta el país.

A partir de la evaluación de medio término de la política para el período 2015-2020, se identificó la necesidad de actualizarla y fortalecerla de la mano del BID y el Transport Gender Lab. Para lo cual se actualizó la política, considerando líneas de acción al interior del ministerio y a nivel externo; además de incluir a las usuarias de los servicios de transporte y las mujeres que participan laboralmente en estas industrias. Estas acciones sostenidas han permitido alcanzar los siguientes resultados:

La nueva Política de Igualdad y Equidad de Género del MOPT es responsabilidad de la Unidad de Género de la Gerencia de Talento Humano y Cultura Institucional. Contempla cuatro ejes estratégicos, los cuales reflejan cómo aterrizar la voluntad política en acciones concretas tanto a nivel institucional como en los proyectos de infraestructura:
Eje 1: Institucionalización del enfoque de género:
Fortalecimiento de la Unidad de Género a través de la asignación presupuestaria, mejora de las capacidades del equipo, un plan de trabajo anual, y la creación de alianzas estrategias intra e interinstitucionales. También se busca la armonización de la normativa institucional con procedimientos y protocolos que fomenten la igualdad y prevengan la discriminación. Y se propone definir lineamientos para la construcción de presupuestos institucionales sensibles al género; así como garantizar que el plan anual de comunicación interna y externa tenga enfoque de género y evite el uso estereotipado de la imagen de mujeres y hombres.
Eje 2: lmplantación de una cultura organizacional sin discriminación ni violencia contra las mujeres:
Contempla el fomento de la participación de mujeres en trabajos no tradicionales a través de los procesos de selección y contratación. El punto de partida será un autodiagnóstico de brechas salariales para definir acciones, y se diseñarán políticas institucionales de promoción y ascenso. También se realizará un diagnóstico de la infraestructura del ministerio para mejorar las condiciones de trabajo a partir de las necesidades específicas de hombres y mujeres.
También considera el fortalecimiento de competencias del personal identificando necesidades diferenciadas de capacitación y la implementación de políticas para otorgar becas a mujeres. Y se incluye un programa de mentorías que prepare el talento femenino para posiciones de liderazgo y cargos tradicionalmente masculinos. Además de diseñar lineamientos para garantizar la participación femenina en espacios de representación institucional.
Para la prevención y atención al acoso sexual y laboral se actualizará el protocolo de actuación; se ejecutarán campañas de sensibilización y promoción de la denuncia, y se desarrollarán talleres sobre masculinidades. Mientas que, para lograr el balance entre vida laboral y personal, se identificarán las necesidades de conciliación en el uso del tiempo, y se aplicará el Plan Quinquenal de Integración Familiar. También se ejecutarán campañas de paternidad responsable.
Eje 3: Ejecutar la obra pública con enfoque de género:
Se plantea la definición de criterios para la empleabilidad en áreas no tradicionales; así como lineamientos de prevención de violencia basada en género en las obras públicas. De igual manera, se contempla el análisis diferenciado del impacto de la obra pública en la vida de hombres y mujeres; y la creación de una plataforma para gestionar espacios de participación ciudadana con enfoque de género e intersectorial.
Eje 4: Gestionar el transporte público con enfoque de género:
Incorporación de medidas que garanticen condiciones de igualdad y seguridad para mujeres a partir del análisis diferenciado del impacto del transporte público según género. Contempla también el fomento de la participación de mujeres como empresarias y motoristas. Además de campañas de sensibilización y prevención de violencia en las unidades de transporte, un protocolo para reportar casos de acoso; y la ejecución de exámenes psicológicos para detectar rasgos de violencia en personas conductoras.
El éxito de estas acciones involucra su monitoreo y evaluación a medida que se avanza en la implementación, con el fin de identificar la necesidad de ajustes en la marcha.
La Política de Igualdad y Equidad de Género 2022-2026 del Ministerio de Obras Públicas y Transporte de El Salvador es una muestra de cómo se puede alcanzar la equidad de género; en sectores altamente masculinizados. La clave es contar con compromisos a mediano y largo plazo; para lograr transformaciones profundas en la estructura y operación, en este caso de las entidades públicas.
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