En la actualidad, dentro de las organizaciones, son numerosas las decisiones que deben tomarse a distintos niveles: estratégicas, operativas y administrativas. Cada decisión produce un impacto y, en plena era digital, la toma de decisiones bien informadas es un importante factor de diferenciación.
El rol de la inteligencia de negocios
La inteligencia empresarial se ha convertido en una herramienta clave en esta nueva era del Big Data, la pregunta es: ¿cómo la inteligencia de negocio puede ayudar a incorporar la sostenibilidad en los proyectos de desarrollo de la región y minimizar los riesgos?
Llamamos inteligencia empresarial, inteligencia de negocios o BI (business intelligence) al uso de estrategias y herramientas para transformar la información en conocimiento, facilitando la toma de decisiones y obteniendo ventajas competitivas. Es decir, es la habilidad para transformar los datos en información, y la información en conocimiento, de forma que nos permita mejorar el proceso de toma de decisiones evidenciadas.
Para ello BI combina información interna de la organización con información externa, relacionándose de este modo con el Big Data debido a las ingentes cantidades de datos con las que nos encontramos en la actualidad de diferentes fuentes y formatos.

Gestionar los riesgos no financieros y asegurar la sostenibilidad
Además, la búsqueda de transparencia y mejora continua ha impulsado la tendencia al open source o código abierto, lo que ha posibilitado un mayor desarrollo gracias a la total accesibilidad de los datos.
El BI nos ayuda a gestionar los riesgos extra financieros que pudieran afectar al perfil crediticio de un prestatario o de un proyecto de financiación; pero, sobre todo, hoy en día empieza a representar una herramienta vital para satisfacer la demanda de la sociedad de proyectos de desarrollo que vayan de la mano con la sostenibilidad medioambiental y social.
El Banco Interamericano de Desarrollo cuenta con robustas políticas de protección social y ambiental necesarias para otorgar financiamiento a un proyecto, y recientemente ha iniciado la labor de la modernización de sus estándares sociales y ambientales para adaptarlas al nuevo contexto y retos en la región. En el año 2015, el BID se comprometió a aumentar dentro de su cartera los proyectos que mitiguen el cambio climático, lo cual representaba un 16%. Para el 2019, esa cifra ha alcanzado el 30% de su financiamiento, con un compromiso firme de continuar aumentándolo.
El rol de la BI en el desarrollo sostenible
Y es allí donde entra el BI, oportunidad vital para un correcto desarrollo de proyectos y uso eficiente de los recursos, utilizando los datos como fuente para la evolución tecnológica de soluciones a desafíos como el cambio climático, pérdida de biodiversidad, escasez de agua, infraestructuras resilientes y la superpoblación concentrada en ciudades mediante el uso del conocimiento. A medida que los desafíos ambientales y sociales se vuelven centrales para la estrategia de desarrollo de las organizaciones, éstas requieren nuevas tácticas para atraer las inversiones en mercados emergentes.
Por concretar un ejemplo podríamos hablar de las diferentes propuestas de agricultura de precisión existentes en Latino América, donde se combina Internet de las cosas (IoT), Inteligencia Artificial (IA) y el BI para transformar la agricultura en una ciencia basada en datos a tiempo real, recopilando, procesando y analizando gran cantidad de aspectos ambientales y de los cultivos, en combinación con conocimientos y prácticas agrícolas, y crear soluciones que resulten en un ambiente óptimo para la producción de una forma sostenible.

Abrazar las nuevas teconologías
Como vemos, poder medir el desempeño y tener una visión estratégica sobre el comportamiento de las operaciones asegurando la sostenibilidad ambiental y social de los proyectos tiene un valor altísimo en mejora de procesos y diferenciación sobre aquellos proyectos que aún no incorporan las herramientas de BI.
Desde la Unidad de Salvaguardias Ambientales y Sociales del Banco Interamericano del Desarrollo, evaluamos constantemente las oportunidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías como herramienta clave en el desarrollo de proyectos sostenibles en la región. Como dijo Sir Francis Bacon “El conocimiento es poder”. Aunque ahora el verdadero poder es saber entender la información, puesto que todos somos ricos en datos, pero no en información.
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