Una disyuntiva común es si se previene más el crimen con los policías circulando en sus autos o motos para que puedan cubrir más terreno y responder más rápido ante un llamado, o si es preferible que estén a pie, interactuando con la comunidad.
La respuesta está en el “Experimento Filadelfia”. No tiene nada que ver con un supuesto programa durante la Segunda Guerra Mundial para hacer invisible un buque de guerra. Al contrario, la idea aquí es visibilizar al máximo los policías.
Hace algunos años, los niveles de delincuencia en la ciudad de Filadelfia alcanzaron números considerados epidémicos. Entre el 2002 y el 2008 se registraban más de 100 incidentes con armas de fuego al mes. La violencia empeoraba durante los meses de verano y la agobiada ciudadanía exigía que la policía hiciera algo.
La respuesta fue un programa intensivo en patrullaje a pie, pero con un despliegue inteligente. Los policías fueron colocados en los microsegmentos urbanos dónde se registraban más actos delictivos, o sea las llamadas zonas calientes (“hotspot policing”), algo que hemos repasado en este mismo blog. Tenía sentido porque, según las investigaciones, un 50 por ciento del crimen suele ocurrir en un 5 por ciento de los segmentos callejeros.
Los oficiales de policía tuvieron un entrenamiento sobre sus zonas asignadas y cada oficial salía acompañado por un colega más veterano. Antes de salir a la calle, revisaba una carpeta con información delictual sobre su zona elaborada por una unidad de inteligencia especial.
Algunos policías realizaron tareas comunitarias, conversando con los ciudadanos o visitando las áreas frecuentadas por los jóvenes. Otros llevaban a cabo acciones policiales más tradicionales, como la revisión de autos o de transeúntes.
¿Cómo les fue en Filadelfia?
Según un estudio (Ratcliffe y colegas, 2011), en las zonas dónde se realizaron los patrullaje, los indicadores de crímenes violentos bajaron un 23 por ciento frente a zonas que no tuvieron el patrullaje. El estudio también detalla un aumento de acciones proactivas, como es la intervención ante instancias de desorden público o de narcotráfico.
Todo esto resulta beneficioso para aquellos que habitan o transitan por las zonas calientes, pero puede resultar negativo si el crimen se desplaza hacia otros barrios. El estudio encontró que, en efecto, una reducción de 90 incidentes criminales en las zonas calientes bajo patrullaje producía un incremento en 37 infracciones en las zonas colindantes. El desplazamiento ocurría, pero con una “baja neta” de actos criminales de 53.
El programa crimesolutions.gov compila evidencias y evaluaciones que cumplen con sus altos estándares metodológicos, y luego les da una de tres notas: efectivo, promete, o sin impacto alguno. Los resumenes en www.crimesolutions.gov son de fácil lectura gracias a su lenguaje sencillo y sus resúmenes ejecutivos. Crimesolutions.gov le dio la mejor nota posible al programa de Filadelfia, de “efectivo”.
Claro, tampoco se trata de eliminar los vehículos policiales, y antes de lanzar los policías a recorrer a pie las ciudades de América Latina y el Caribe, hay que saber los segmentos dónde ocurren los crímenes. En este sentido, los planes cuadrantes de geo-referenciación que están implementando Chile y Colombia son un buen primer paso.
Pedro Yáñez Dice
El patrullaje a pié podría considerarse como el origen de la prevención en seguridad ciudadana, a través de la vigilancia en las calles de cualquier ciudad. No obstante hay que entender que con la aparición de los vehículos, el tema fue cambiando para realizar más recorridos en menos tiempo que los de a pié, pero también más confort para la pareja de policías, puesto que una cosa es recorrer a pié (donde no hay posibilidad de dormirse), que dentro de un vehículo con aire acondicionado o calefacción y la actividad de vigilar está también acompañada de no estrellarse en vehículo, de cumplir las normas de tránsito, de ir lento en trancones del tráfico, etc. Pero apunto hacia lo esencial: Un cuerpo de policía debe expandirse conforme lo hace la población dentro de un territorio, también conforme a su explosión demográfica (es decir a mayor población deben incrementarse las plazas o puestos de trabajo para policías), aquí nos podríamos detener un poco toda vez que hay ciudades que crecen hacia la propiedad horizontal y habrá mayor concentración química de emociones, sentimientos, afectos, tentaciones, oportunidades, etc. que lógicamente afectan la convivencia (parejas, familias, barrios), también afecta el civismo y la cultura del lugar (no es lo mismo hoy un sitio que hace 20 años), nuestro enfoque va dirigido a que: de no ocurrir nada en el lugar donde se ha incrementado la población, por sola prevención deben asignarse mínimo unas unidades policiales para el servicio. Ahora bien pongamos un análisis de las horas de servicio en cada turno: hace 30 años la Policía Colombiana por ejemplo trabajaba en turnos de vigilancia con 6 horas diarias de servicio y por no crecer el cuerpo policial, subieron las horas de servicio a 8 horas (que en realidad se convirtieron en casi 12 horas, contando el tiempo dedesplazamiento y alistamiento desde el hogar hasta que se recibe el turno y posterior al servicio viene la entrega del puesto y de nuevo el retorno a casa para seguir cumpliendo con un deber doméstico, del cual no se escapa ningún hombre que tenga mujer e hijos y viceversa), aquí nos asalta una pregunta: la calidad del servicio de 6 horas, contra 8 horas es la misma? a veces nos introducimos en unos conceptos psicológicos creyendo que por ser policías dejamos de ser seres humanos, donde participamos de una sociabilidad hogareña, familiar, vecinal, en fin social, pero creer que somos unos superpolicías nos aleja de la realidad humana y perdemos el contacto con la ciudadanía, lo cual es perder parte de la misión esencial en policía que es la vigilancia; porque el no conocer el entorno y sus gentes, es dejar de traer a la memoria lo que el servicio de vigilancia nos permite, esto es palabras más o palabras menos una actividad intelectual (operación mental cogitativa), y es allí donde la observación juega el papel más importante de la actividad preventiva policial. En conclusión se conocen más imágenes patrullando a pié que en moto o automóvil, pero no dejar de lado el análisis que propongo en este artículo, sobre el crecimiento de la fuerza policial conforme crece la población en los sectores, porque hay ocasiones que dentro de un mismo sector ocurren varios casos al tiempo que deben ser conocidos simultáneamente y aumentan los casos en fines de mes cuando hay pago de salarios, vacaciones, etc (ello demanda mayores planes preventivos) y distinta concentración de la fuerza policial para atender al ciudadano bien sea orientándolo o atendiendo cualquier caso del servicio (antes de salir al servicio hay que elaborar la tabla de riesgos: amenazas y vulnerabilidades del sector). Muchas gracias