La inclusión laboral es uno de los desafíos más grandes para la integración de las personas migrantes. La falta de certificaciones oficiales sobre sus capacidades y conocimientos es una de las barreras más comunes. Miles de migrantes con talentos y conocimientos valorados en el mercado laboral, quedan fuera de los mercados laborales por no poder validar oficialmente sus saberes ante potenciales empleadores.
Como desarrollamos en este blog sobre las claves para generar empleo para migrantes y hacer crecer la economía, el acceso al mercado laboral no solo es bueno para los migrantes y sus familias, sino también para las comunidades que los reciben. Las regiones que reciben más inmigrantes ven un aumento en su productividad porque, en promedio, tienden a complementar a los trabajadores nativos y fomentan la inversión empresarial.
Una iniciativa para favorecer la inclusión laboral de personas colombianas y migrantes
Para favorecer la inclusión laboral de personas colombianas y migrantes, el Ministerio del Trabajo y el Servicio Nacional de Aprendizaje de Colombia (SENA), está implementando el programa Saber Hacer Vale. Saber Hacer Vale certifica las competencias que una persona haya adquirido a lo largo de su vida para facilitar su inserción en el mercado laboral. Se financia en un 80% con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en un 20% con recursos de cooperación no reembolsables del BID y del Gobierno Suizo.
El programa fue lanzado en septiembre de 2021 y desde entonces se han inscrito miles de personas. Aproximadamente un 70% de los beneficiarios del programa son mujeres y un tercio del total migrantes. Las autoridades del programa aspiran a llegar a las 9.000 personas con certificación en 2024.
Si sabes hacerlo, puedes hacerlo
Imaginemos el caso de una mujer, colombiana o migrante, que afronta el reto de encontrar empleo en Colombia. Además del desafío que esa situación impone a todo el mundo, esta mujer en busca de empleo tiene la dificultad de que, si bien tiene una larga experiencia laboral, no cuenta con ninguna documentación que acredite las destrezas que adquirió con el correr de los años. Es posible que sea experta en el cuidado de personas mayores y que sea un trabajo que haga con esmero y excelentes resultados. ¿Qué podemos hacer para incrementar su empleabilidad?
“El programa me dio seguridad en lo que hago, seguridad al momento de atender, seguridad al momento de decir: ‘Estoy haciendo las cosas bien’. Esto mejora la calidad de vida de mi familia y de mi hogar”
Virginia, certificada en atención al cliente.
“Si sabes hacerlo, puedes hacerlo” es el lema del programa, que busca, por un lado, mejorar las perspectivas laborales del país y, por el otro, reducir las dificultades que enfrentan algunos colectivos como las mujeres, la población migrante o la población LGTBIQ+. El programa está abierto a personas residentes en el país, mayores de 18 años, que son elegibles por sus condiciones socioeconómicas o por pertenecer a grupos con barreras de empleabilidad. Un 30% del cupo queda reservado a personas venezolanas o colombianas retornadas para fomentar su inclusión laboral.
Una estrategia de empleabilidad para migrantes venezolanos
La situación de emergencia desencadenada por la crisis migratoria venezolana llevó a Colombia a reflexionar sobre las fórmulas que podía aplicar para contribuir a la integración de estas personas. El caso de Siria sirvió como referencia: parte de los refugiados de ese país no necesitaban, una vez asentados en sus nuevos destinos, capacitación para aprender nuevas habilidades. Solo necesitaban avalar sus conocimientos de manera ágil y con reconocimiento oficial. Una ventaja relevante en el caso colombiano es que los migrantes llegados desde Venezuela no tienen que aprender un nuevo idioma para acceder al mercado laboral
Con el liderazgo del Ministerio del Trabajo y el apoyo del BID para el diseño del manual operativo “Saber hacer vale” fue tomando forma.
Quienes quieren beneficiarse del programa deben cumplir con al menos uno de estos requisitos:
- Ser madre o padre cabeza de hogar.
- Tener bajo cuidado a personas menores, con dependencia o discapacidad.
- Tener entre 18 y 28 años.
- Pertenecer al colectivo LGBTQ+.
- Pertenecer a un grupo poblacional étnico.
- Tener más de 60 años.
- Ser migrante o retornado;
- Ser parte de un hogar pobre o vulnerable.
La inscripción en el programa es gratuita y se realiza fácilmente a través del sitio web del Ministerio del Trabajo. Una vez aprobada la solicitud, comienza el proceso para evaluar y certificar las destrezas, que es el corazón del programa. La evaluación se lleva a cabo a través de un examen. En la última convocatoria se evaluaron 19 competencias laborales, distribuidas en 11 áreas, como educación y formación, transporte, gestión de tecnología y talento digital, industrias creativas, gestión administrativa y servicios de la salud, entre otras.
“Fue bastante sorprendente saber que mis conocimientos podrían ser certificados. Lo que más me gustó del programa es que es para todos. Hacer una certificación nos abre puertas”
Andrea, certificada en atención al cliente.
El programa entrega incentivos a aquellos beneficiarios que tengan a su cargo a niños, adolescentes o personas mayores o con discapacidad. Este incentivo consiste en un pago, hecho a través de una cuenta bancaria o en efectivo, que permite a los beneficiarios contratar servicios de cuidado infantil o de personas mayores y disponer así del tiempo necesario para obtener la certificación que están buscando. Esto beneficia naturalmente sobre todo a las mujeres.
Más de la mitad de las mujeres inscriptas tienen uno o más menores a su cargo, mientras que menos de un tercio de los hombres se encuentran en una situación similar. Este incentivo es por lo tanto fundamental para mitigar las barreras de género.
“No es lo mismo llegar a buscar trabajo con algo que muestre que lo sabes hacer. Para todas las personas a las que les niegan trabajo, que se sienten minorizadas porque no tienen oportunidades: sí se puede”
Indira, certificada en proyección de producción.
Las actividades de certificación se complementan con otros servicios que buscan ayudar a los inscriptos a afrontar las distintas etapas del proceso. Primero, una asesoría para detectar cuáles son las competencias adecuadas para evaluar. Luego, una orientación para que puedan desenvolverse de forma autónoma en las plataformas del mercado laboral. Atención al cliente, coordinación de actividades y venta de productos y servicios fueron algunas de las competencias más demandadas en lo que lleva Saber Hacer Vale. Está contemplada una evaluación independiente que analizará el impacto de la iniciativa y detectará posibles puntos de mejora.
Mientras tanto, el programa seguirá su curso, validando los saberes prácticos para contribuir a un mercado laboral más accesible e inclusivo para todos.
Leave a Reply