La xenofobia es un prejuicio arraigado en el individuo y en la sociedad que, quizás, se originó con los primeros seres humanos. Pero, a medida que los conceptos de raza, racismo y xenofobia han evolucionado a lo largo de las generaciones, también lo han hecho las palabras y frases que se usan para referirnos a personas de otras nacionalidades.
Particularmente, a partir del siglo XX, la xenofobia se ha constituido en un grave problema social a medida que aumentaron los flujos migratorios en América Latina y el Caribe. Veamos qué es, y cómo afecta esa percepción negativa en la sociedad contemporánea.
Tabla de contenidos:
- ¿Qué es la xenofobia?
- ¿Cuáles son las causas de la xenofobia?
- ¿Cómo combatir la xenofobia?
- El impacto de la xenofobia en los Derechos Humanos
- ¿Cómo las políticas migratorias pueden contribuir o mitigar la xenofobia?
¿Qué es la xenofobia?
La palabra xenofobia proviene de dos palabras griegas: «xénos» que significa extranjero o forastero, «phobos» que significa fobia. La Real Academia Española la define como “fobia a lo extranjero o a los extranjeros”.
Aunque no existe una definición legal reconocida internacionalmente para el término xenofobia, el término viene utilizándose desde finales del siglo XIX para describir el miedo, aprensión o rechazo hacia las personas que no comparten la misma nacionalidad que el grupo mayoritario en un determinado lugar.
Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) la define como el “conjunto de actitudes, prejuicios y comportamientos que rechazan, excluyen y, a menudo, vilipendian a personas, percibidas como extranjeras o ajenas a la comunidad, a la sociedad o a la identidad nacional”
Muchas veces solemos confundir el término con el de racismo, pero, aunque son manifestaciones interrelacionadas, no son lo mismo. El racismo se basa en la discriminación racial, mientras que la xenofobia se refiere a animadversión o desprecio hacia personas extranjeras, independientemente de su grupo racial o étnico, o su cultura.
Esta percepción negativa puede surgir por diferentes razones, como desconocimiento o desconfianza hacia lo diferente, por percepciones de deterioro económico, o la influencia de estereotipos desfavorables. Incluso, puede ser transnacional o local, cuando la gente discrimina dentro de una comunidad a las personas que consideran como foráneos.
La xenofobia puede hacerse presente a través de manifestaciones, creencias y comportamientos hostiles de diversas formas, desde un simple rechazo verbal o de actitud, pasando por diversos tipos de agresiones y, en algunos casos, desembocar en agresiones físicas fatales.
Entre algunos ejemplos concretos de actitudes xenófobas que podemos ver, están:
- Discriminación laboral: el rechazo a personas extranjeras para un empleo por su nacionalidad, incluso estando altamente calificadas para el mismo.
- Comentarios discriminatorios: manifestado en chistes o comentarios despectivos hacia personas de otras nacionalidades, culturas o grupos sociales.
- Ataques físicos: con actitudes violentas hacia personas extranjeras por el simple hecho de no pertenecer a esa comunidad.
- Políticas migratorias restrictivas: como leyes o normativas que dificulten la entrada o permanencia de personas en un país, basadas en su origen nacional.
- Negación de servicios básicos: como atención médica, educación o vivienda a personas extranjeras, sin justificación válida.
Un aspecto que podemos subrayar es que, en los últimos años, la xenofobia ha estado asociada fuertemente a la migración.
De hecho, según estudios realizados por el BID sobre la evolución de la percepción de la opinión pública en relación con la migración en América Latina y el Caribe entre los años 2017 a 2023, se observa un incremento de la percepción negativa hacia las personas migrantes.
¿Cuáles son las causas de la xenofobia?
Las causas que alimentan las actitudes xenófobas pueden tener orígenes diversos, multifacéticos y complejos. Además de que pueden ser sociales o institucionales.
Entre algunas de las principales causas podrían mencionarse:
Históricas y culturales
Las actitudes discriminatorias muchas veces pueden estar influenciadas por eventos pasados o narrativas históricas que han caracterizado a determinados países y no son bien vistos o compartidos por otras culturas.
Miedo a lo desconocido
El miedo o la desconfianza hacia personas, grupos sociales u otras culturas o nacionalidades pueden deberse a desconocimiento, prejuicios o falta de familiaridad con ellas.
Mitos y falsas creencias
La difusión de relatos falsos o exagerados sobre determinados grupos de migrantes o grupos sociales, puede contribuir a crear estereotipos negativos y contribuir con el rechazo hacia ellos en las comunidades receptoras.
Necesidades insatisfechas
Cuando las personas de una comunidad perciben que sus necesidades básicas, como empleo, vivienda o atención médica, no están siendo adecuadamente cubiertas y ven a los foráneos como competencia por estos recursos, pueden culparlos de sus problemas y experimentar resentimiento y hostilidad hacia ellos.
Representaciones de los medios
La imagen negativa, estereotipada y repetitiva de ciertos grupos de migrantes en los medios de comunicación, acerca de situaciones supuestas o reales relacionadas con violencia, inseguridad y criminalidad, pueden contribuir a actitudes xenófobas.
Así pues, el fundamento de esta manifestación tan compleja podríamos resumirlo en una falta de aceptación de la diferencia, ya sea en el pensamiento, las actitudes o ambos, por lo que es importante saber cómo frenarla.
¿Cómo combatir la xenofobia?
Como observamos, la xenofobia promueve conductas discriminatorias, injusticia y división entre los diferentes grupos sociales.
No solo impacta a las personas que son víctimas de ella, sino que también socava los valores esenciales de igualdad, diversidad y dignidad de todos los seres humanos. Además de que trae consecuencias negativas para la cohesión, la confianza, la paz y la estabilidad de una sociedad.
Para luchar contra ella, es fundamental contribuir con la creación de una percepción positiva, promoviendo actitudes y comportamientos de respeto, tolerancia y solidaridad hacia las personas migrantes. Así como también tomar medidas tanto a nivel individual como a nivel comunitario.
Algunas tácticas para contribuir con este objetivo son:
Promover una educación inclusiva
La escuela no solo es uno de los espacios donde también se hace visible la xenofobia, sino uno en el que es posible trabajar sobre ella. La educación en el respeto y la diversidad desde la infancia es un camino valioso para la inclusión de las personas migrantes. Además, la xenofobia puede afectar el rendimiento académico de las y los estudiantes migrantes, por lo que es importante trabajar en el respeto entre compañeros y en los sesgos que pueda haber hacia ellos.
Ofrecer información de calidad
Como se mencionó antes, la xenofobia con frecuencia se construye sobre mitos y falsas creencias. Para evitar que estas percepciones falsas o equivocadas contribuyan a promover sentimientos negativos hacia las personas migrantes, es importante, especialmente desde los gobierno y medios de comunicación, ofrecer información verdadera sobre la situación de la migración.
Desarrollar programas institucionales de sensibilización
Introducir programas sobre diversidad, inclusión y derechos humanos en las diferentes comunidades, para ayudar a la comprensión y aceptación de las diferencias culturales.
Los medios de comunicación impresos o en línea, las redes sociales, eventos públicos, vallas publicitarias, entre otras vías, pueden servir para crear campañas que difundan los beneficios de la migración y al mismo tiempo concienticen sobre los efectos negativos de la xenofobia, y promover el respeto, la tolerancia y la igualdad de trato para todas las personas, independientemente de su origen social, económico o étnico.
Denunciar los actos xenófobos
Es importante que las personas puedan denunciar acciones xenófobas. Tanto las víctimas como los ciudadanos que presencien casos de este tipo deben contar con los mecanismos y las posibilidades para denunciarlos a las autoridades correspondientes.
Promover la empatía
El mejor camino para una integración plena de las personas migrantes es a través de la visibilización de su participación y su contribución a las comunidades de acogida. Es importante promover acciones que permitan comprender y valorar las experiencias y desafíos de la migración y la importancia sobre la igualdad de derechos para todas las personas.
Las personas migrantes contribuyen al desarrollo económico y social de sus comunidades de acogida. Lo hacen a través de su trabajo, su cultura y sus aportes económicos. Es importante medir, reconocer y destacar esta contribución.
Promover políticas inclusivas
Las políticas migratorias de la mayoría de los países de la región protegen los derechos de los migrantes y refugiadas y promueven el respeto mutuo, la equidad, la integración social y la convivencia intercultural en ciudades y países.
El impacto de la xenofobia en los Derechos Humanos
La xenofobia, como una forma de discriminación basada en el miedo y la falta de comprensión, mina los principios fundamentales de igualdad, dignidad y libertad de las personas.
En este sentido, aunque la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) promulgada por la Organización de las Naciones Unidas, no menciona explícitamente el término, al ser un documento que establece un plan de acción global para la libertad e igualdad, protege los derechos de todos los seres humanos en todos los lugares.
Por tanto, varios de los artículos consagrados en esta Declaración pueden interpretarse como una protección contra la xenofobia y las prácticas discriminatorias y, de no estar alertas, algunos de esos derechos pueden ser vulnerados, tales como:
- Derecho a la no discriminación: se basa en el principio de que todas las personas deben ser tratadas por igual y sin discriminación, independientemente de su raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política u otra condición.
- Derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión: se refiere a la libertad de tener o adoptar una religión o creencia de elección personal, así como la libertad de manifestar esta religión o creencia en la práctica, ya sea individual o colectivamente, en público o en privado.
- Derecho a la educación: tiene que ver con el derecho de todas las personas a recibir una educación gratuita y obligatoria en el nivel elemental, así como el derecho a acceder a la educación superior de forma progresiva. Incluye, además, la libertad de elegir el tipo de educación que se desea recibir ya sea pública o privada, y el derecho a recibir orientación educativa y vocacional.
- Derecho al trabajo y a un nivel de vida adecuado: es el derecho de toda persona a trabajar, a elegir libremente su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a protección contra el desempleo, así como a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, con salud, alimentación, vivienda, asistencia médica y los servicios sociales necesarios que les asegure el bienestar.
¿Cómo las políticas migratorias pueden contribuir o mitigar la xenofobia?
Si bien no existe una solución única para erradicar la xenofobia, un enfoque multifacético que combine políticas públicas, educación e interacción multicultural pueden tener un impacto positivo sobre la percepción pública de la sociedad sobre las personas migrantes.
No obstante, debemos estar conscientes que algunas políticas migratorias pueden contribuir a promover prácticas discriminatorias, ya sea directa o indirectamente, al enviar mensajes negativos sobre las personas migrantes y refugiadas al restringir sus derechos y oportunidades, o al favorecer su estigmatización y marginación.
Algunos ejemplos claros de políticas migratorias discriminatorias incluyen la reducción de las vías legales y seguras de migración, el etiquetado negativo de la migración irregular, que asocia a las personas migrantes con la delincuencia, entre otras medidas restrictivas que marcan y segregan a esta población.
La regularización migratoria es uno de los primeros derechos para garantizar el acceso a instrumentos legales y humanos que permitan una integración plena.
Es fundamental que las políticas migratorias se fundamenten en el respeto a los derechos humanos, la integración de las personas migrantes en la sociedad, y difundiendo las obligaciones, y garantías conforme a lo establecido en la Constitución Nacional de cada país y sus compromisos internacionales.
Para terminar, es significativo destacar que, a pesar de las actitudes discriminatorias, racistas y xenofóbicas, también vemos experiencias de comprensión, proximidad y participación, que generan redes de solidaridad, espacios de intercambio intercultural y ofrecen aprendizajes valiosos.
Lo cual significa que, para abordarla eficazmente, es necesario adoptar estrategias sostenibles, que combinen humanización, formación ciudadana e inclusión social. Es así como podremos construir sociedades más justas, inclusivas y respetuosas con la diversidad.
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