América Latina y el Caribe está cambiando de la mano de sus migrantes. El éxodo venezolano junto con los retornados del Triángulo Norte y los migrantes de segundo destino están convirtiendo a la región en uno de los principales epicentros migratorios a nivel mundial.
Ya no se trata sólo de responder ante una emergencia. El desafío migratorio en América Latina y el Caribe es un reto al desarrollo regional, que exige el compromiso de los Estados pero también de las sociedades de acogida, el sector privado y también a la Banca Multilateral.
En el Día Internacional del Migrante desde el BID identificamos 5 tendencias de la migración a nivel regional:
Aumento de la migración intrarregional.
Los nuevos flujos migratorios están transformando a ALC de una región de emigración a una de movimientos mucho más complejos. En términos porcentuales disminuyen los migrantes de afuera de la región y aumentan las migraciones intrarregionales con gran peso de la emigración venezolana pero también desde otro países.
Estas fueron las nacionalidades de la región con mayor crecimiento de movilidad intrarregional entre 2015 y 2020:
Retornados y segundos destinos.
Se registran altos volúmenes de retornados hacia el triángulo norte. En los últimos 5 años casi un millón de personas del triángulo norte han retornado a sus países, principalmente de México donde se origina el 67,50% de los retornos. También crecen las migraciones de segundo. Un claro ejemplo es la situación de los más de 80 mil haitianos que luego de un tiempo en países del Cono Sur han decidido iniciar un trayecto hacia el norte del continente.
Remesas y diáspora
En 2020, y a pesar de los pronósticos que estimaban una caída por el Covid-19, los países de la región han recibido cerca de 100 mil millones de dólares en remesas. Junto al creciente volumen de las diásporas, especialmente en el Caribe, pueden ser un factor importante para el desarrollo de algunos países.
Según nuestros estudios en el tercer trimestre de este años las remesas hacia América Latina y el Caribe treparon a U$S 32.966 millones, continuando con la tendencia creciente que observamos desde la segunda mitad del 2020, con un crecimiento del 19,6% respecto del mismo trimestre del año anterior.
Ola de regularización
Con la creciente conciencia de los países de que las migraciones intrarregionales se van a mantener en el tiempo se ve una voluntad de abrir vías legales para que los migrantes se integren. El hito es el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos expedido por Colombia y ya se ven otros esfuerzos importantes de regularización de población migrante en países como Ecuador, Perú, Chile, República Dominicana, Costa Rica, etc.
Más mujeres y más niños
Una mayor participación y protagonismo de las mujeres en los movimientos migratorios de la región presenta nuevos retos y oportunidades. Cada vez más las mujeres se desplazan de manera independiente, se insertan en el mercado laboral y tienen la capacidad de aportar a través del envío de remesas sumas que son incluso más elevadas que las de los hombres.
La respuesta del Grupo BID a la migración
Entender este contexto y las nuevas tendencias migratorias es la primera condición para el establecimiento de políticas y medidas a nivel regional y nacional de los países, que permitan gestionar estos flujos migratorios desde una visión humanitaria y al mismo tiempo que reconozca a la migración como factor de crecimiento y desarrollo para los países tanto de origen como de destino.
Actualmente, desde la Unidad de Migración del BID, trabajamos en operaciones de inversión inclusiva acompañadas de recursos no reembolsables, así como también a través del acompañamiento técnico a los países, la profundización en el conocimiento de los asuntos migratorios, la gestión de alianzas estratégicas, cooperación internacional y donantes, y el desarrollo de programas de capacitación dirigidos a funcionarios públicos para mejorar su experticia y capacidades laborales.
En 2019, el Banco aprobó un programa de recursos de Facilidad No Reembolsable[2] del BID hasta por US$100M con el objeto de destinar recursos a países receptores de migrantes cuyo stock hubiera incrementado en 0,5% con respecto a su población total en los últimos 3 años[3]. Hoy contamos con operaciones y cooperaciones técnicas por casi U$S 1.100 millones que incluyen U$S 100 millones no reembolsables de nuestra Facilidad y más de U$S 65 millones de nuestros donantes. Para el primer trimestre de 2022 tendremos en curso 13 operaciones en 7 países.
En este Día Internacional del Migrante ratificamos nuestro compromiso de trabajar por la plena integración de los migrantes promoviendo estrategias que favorezcan su desarrollo y el de sus comunidades de acogida.

[1] Unidad de Migración BID. https://migraciones.iadb.org/es/inicio
[2] Documento GN-2947-1 y AB-3199.El mecanismo establecido indica que el apalancamiento de recursos No Reembolsables de la Facilidad (NRF) o Donantes corresponde a un máximo de 20% del total de cada operación.
[3] Países incluidos en este primer grupo corresponden a Belice, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, Panamá, Perú y Trinidad y Tobago. República Dominicana fue agregado a este grupo luego de una revisión realizada en 2020.
Interesante artículo.. Me llamó la atención el gráfico anual por trimestre, donde se muestra una tendencia abruptamente creciente a lo largo del periodo analizado .
Y otro aspecto que me llamó la atención, es que tres de los cuatro países que más emigran son los que tienen los mayores índices de pobreza . Asimismo, otros estudios realizados, reflejan que aquellos países que son afectados frecuentemente por el fenómeno del cambio climático como sequías en inundaciones también representan altas tasas de migración. Gracias Felipe por compartir. Saludos
El día que se visualice al migrante como una persona que aporta desarrollo a un país; ese día; solo ese día seremos mejores seres humanos.