La migración no es un fenómeno nuevo en Latinoamérica y el Caribe (LAC) pero cada vez es más común interactuar con inmigrantes en nuestra vida diaria. Los inmigrantes, normalmente motivados por lograr mejores oportunidades económicas, tienden a ser muy activos en los mercados laborales de los países receptores. Si bien, eso nos haría pensar que el proceso de integración económica es relativamente fácil para ellos, la realidad es muy distinta.
En nuestro estudio sobre perfiles de los inmigrantes en LAC encontramos que, además de tener un menor acceso a empleos en el sector formal que los trabajadores nativos, muchos inmigrantes en la región tienden a desempeñarse en labores que implican una “desconexión” con sus habilidades, porque trabajan en ocupaciones que requieren menores niveles de estudios o menos experiencia que la que verdaderamente poseen.
¿Qué determina la informalidad y la “desconexión” en la situación laboral de los inmigrantes?
Distintos factores determinan la situación laboral de los inmigrantes. Primero, al llegar a un país nuevo, no todos los inmigrantes obtienen un estatus legal ni tampoco una homologación de sus títulos. Esto les impide acceder a trabajos en el sector formal y/o a ocupaciones para las cuales están calificados. Estos procedimientos pueden demorar, y cuando se cumplen, a menudo los migrantes ya han encontrado un trabajo en el sector informal. De hecho, hasta marzo del 2019, solo el 4% de las personas que recibieron el Permiso Especial de Permanencia (PEP) en Colombia trabajaba en el sector formal.
Segundo, existen fallas de información importantes sobre las oportunidades laborales, tanto de parte del inmigrante como del empleador. De un lado, los migrantes no tienen información completa sobre cómo acceder a los empleos ni cómo buscarlos (i.e. documentación necesaria, conocimiento sobre la regulación laboral local, etc.). De otro lado, muchas veces los empleadores carecen de información sobre el funcionamiento de los permisos de trabajo otorgados a los inmigrantes.
Migrantes sobrecalificados ¿una realidad permanente?
Cuando medimos el grado de “desconexión” entre las habilidades y ocupaciones de los inmigrantes en varios países de la región, encontramos que este fenómeno es mucho más marcado entre los inmigrantes recientes y se reduce un poco, pero no totalmente, para los inmigrantes que llevan más de 5 años en el país. Esto se diferencia de resultados para países desarrollados, como Estados Unidos, donde si bien los inmigrantes también experimentan una “desconexión” entre habilidades y ocupaciones al llegar, el fenómeno prácticamente desaparece después de 5 años.
¿Por qué esta situación es una pérdida y cómo podemos aprovechar el talento de los inmigrantes?
La “desconexión” entre habilidades y ocupaciones del inmigrante es una pérdida para la sociedad. Cuando los individuos trabajan en ocupaciones que requieren menores habilidades de las que poseen, la contribución económica que generan está por debajo de su potencial.
Esta situación puede aliviarse con diferentes medidas, desde los gobiernos. Por ejemplo, se podría incluir a los inmigrantes en políticas laborales que busquen reducir fricciones de información (i.e. asesoramiento laboral, búsqueda de empleo). Asimismo, se podría mejorar la eficiencia de los procesos de homologación de títulos y reconocimiento de credenciales; y también se podrían hacer esfuerzos para garantizar que la comunidad empresarial esté familiarizada con los permisos de trabajo otorgados. Recientemente, Argentina, Chile y Perú comenzaron a emplear médicos venezolanos en hospitales y clínicas para atender la emergencia sanitaria causada por el COVID-19. Son ejemplos de soluciones que toman en cuenta las habilidades de los migrantes con claros beneficios para la sociedad en su conjunto.
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