9 pasos para para brindar servicios sociales a personas migrantes

Acercar los servicios sociales a las personas migrantes no es un desafío fácil. El temor a ser deportados es muchas veces incluso superior a la necesidad de respuestas y servicios y eso los mantiene alejados de las oficinas y organismos públicos. Entonces, ¿cómo acercar los servicios sociales a las personas migrantes?

Para apoyar a los países en el diseño de estrategias que contribuyan a la integración plena de las personas migrantes, en el Banco Interamericano de Desarrollo creamos un kit para que los países puedan brindar servicios sociales personalizados, cálidos y eficaces: el Kit ALíA.

ALÍA es el resultado del trabajo conjunto entre la Unidad de Migración del BID, y las divisiones de Innovación y Creatividad, y de Salud y Protección Social del BID, e IDEO. Juntos, y a partir de un trabajo de investigación y prototipado fundamentado en las experiencias del usuario, y del diálogo y la experiencia de cuatro países de la región, diseñamos un modelo que permite a los países diseñar ventanillas únicas para la atención de las personas migrantes que permita acercar la respuesta del estado a los más vulnerables.

Como explica nuestra publicación Claves para la gestión de servicios e información migratoria en la región andina, las ventanillas únicas son una de las mejores estrategias para acercar servicios sociales de calidad a la población migrante.

9 pasos para una experiencia migratoria más amigable

Alía propone un modelo de 9 pasos para una experiencia migratoria más amigable y ofrece las herramientas para implementarlo en cualquier lugar y adaptándose a los retos migratorios de cada país o, incluso, ciudad.

Cada uno de los 9 pasos está basado en los 6 principios para transformar la experiencia migratoria que son el corazón del modelo.

1. Reclutamiento de interlocutores. Sobre la convicción de que uno de los objetivos y principales desafíos de los gobiernos para acercarse a las personas migrantes es la construcción de confianza, el modelo ALÍA se apoya centralmente en interlocutores, personas migrantes ya establecidas en el país o locales que han apoyado a otros en la integración.
2. Entrenamiento. La fortaleza de los interlocutores yace en su experiencia como migrante, y el momento de entrenamiento sirve para prepararlos formalmente para la labor que les espera. La capacitación puede incluir charlas por varias agencias de gobierno. Aunque reciben un entrenamiento inicial, los interlocutores participan en orientaciones adicionales para asegurar que están siempre al día en cuanto a los procesos oficiales.
3. Divulgación. Este es el momento de crear conciencia en comunidades migrantes. Hay que enfatizar la seguridad para que un migrante se sienta bienvenido en Alía, e internalice que es un espacio de apoyo y no de riesgo. Se genera conciencia con volantes y carteles en tiendas locales, vía entrevistas o anuncios en la radio y en los barrios. Los interlocutores apoyan estos esfuerzos asistiendo a los eventos de divulgación representando a Alía a través de su vestimenta y presencia.

El temor a la deportación previene a muchos migrantes de acercarse a centros oficiales. Resaltar la seguridad de Alía será clave para lograr el acercamiento.

• Bienvenida al centro móvil. En nuestras entrevistas, descubrimos que existen creencias que perciben a los gobiernos como agentes que únicamente piden —información, recursos, comprobantes—. Transformaremos esta dinámica entregando a los migrantes un Kit de Bienvenida cuando lleguen a un centro Alía. Este Kit incluye un obsequio que apoye su bienestar básico para indicarles que han llegado a un espacio generoso, seguro y confiable.
• Orientación. Luego de un momento de bienvenida y generosidad, el interlocutor lleva a cabo una consulta breve, donde aprende sobre el perfil del migrante para ayudarlo a identificar servicios que lo pueden apoyar. Aquí el interlocutor usa una herramienta de registro para capturar el perfil del migrante, identificar rutas de apoyo, y hasta sugerir categorías migratorias relevantes si un migrante no se ha regularizado.
• Registro. El acompañamiento es la fortaleza de este paso. El interlocutor le entrega al migrante folletos sobre la ruta de apoyo más relevante para su caso y le explica los pasos a seguir en un lenguaje preciso pero coloquial. Adicionalmente, el interlocutor ayuda al migrante a agendar citas para los trámites y a crear un correo electrónico, con tal de que el migrante se sienta confiado en los próximos pasos de su proceso.
• Invitación. El interlocutor cierra su ‘consulta’ inicial con un migrante con un momento de invitación. Se le comparte al migrante materiales impresos que puede usar para compartir información sobre Alía, o, se puede invitar al migrante a convertirse en un interlocutor.
• Seguimiento. Después de la consulta inicial, los migrantes pueden solicitar acompañamiento adicional para resolver dudas pertinentes y completar trámites a través de diversos canales. Interlocutores organizan horarios de consulta para aconsejar a migrantes y se comunican con ellos vía grupos de apoyo en WhatsApp, u horas de consulta en organizaciones de base locales.
• Cierre. Este es un momento de reconocimiento humano donde se motiva a los migrantes celebrando sus logros y sugiriendo trámites adicionales de potencial interés que los ayuden a prosperar en un nuevo país.

Un modelo adaptable para acercar servicios sociales a las personas migrantes

Estos 9 pasos son la base de un modelo diseñado en base a las experiencias y las prioridades de las personas migrantes, atendiendo y dando respuesta a sus temores y orientado a dar respuesta a sus necesidades independientemente de la manera en la que estén organizados hacia el interior de los gobiernos.

Conoce más sobre ALÍA. Descarga la guía y navega su caja de herramientas digital.