¿Qué tienen en común Uruguay, Brasil, Argentina y Venezuela, además de ser miembros del MERCOSUR? Que son los países donde, junto con Ecuador, existe una mayor demanda ciudadana por integrarse con el mundo.
Gracias a la nueva alianza del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) y Latinobarómetro por primera vez podemos medir qué piensan los latinoamericanos sobre los temas más sensibles para el diseño de las políticas públicas: democracia, integración regional, condiciones de vida, infraestructura, servicios, seguridad ciudadana y medio ambiente, entre otros temas.
Los resultados de la primera medición del Sistema Permanente de Seguimiento de los Procesos de Integración (SEPI) fueron más que interesantes y en algunos casos, bastante inesperados. En más de veinte mil encuestas en dieciocho países de la región, medio ambiente fue el tema más votado entre las prioridades del desarrollo.
Sin embargo, cuando se nos pregunta si estaríamos dispuestos a pagar 20% más por productos que respeten el medio ambiente, apenas el 9% de la población se mostró “muy de acuerdo”. Como si una cuestión no tuviera que ver con la otra, y el cuidado de la naturaleza no dependiera al fin y al cabo de nuestras decisiones de producción y consumo responsable.
Cruces de datos objetivos y subjetivos muestran que los países donde hay mayor predisposición a pagar por cuidar el medio ambiente son aquellos que producen más contaminación.
Es decir que las personas están dispuestas a pagar por el cuidado ambiental recién cuando la contaminación se vuelve un problema palpable en su vida cotidiana.
¿Qué representa la integración para los latinoamericanos?
El 66% de la población de la región cree que la integración regional tiene un impacto positivo en el acceso a tecnología, el 58% en las exportaciones, el 55% en las inversiones extranjeras, el 52% en el empleo y el 48% en su situación personal.
Fuente: INTAL-Latinobarómetro 2015
Además, el 69% de los latinoamericanos está de acuerdo o muy de acuerdo con que su país pueda comprar bienes y servicios de cualquier otro país de la región y que cualquier otro país pueda vender bienes y servicios en su país.
Las personas más jóvenes, con mayor nivel educativo y mayor ingreso subjetivo son quienes otorgan una prioridad más alta al vínculo con otras naciones. Mientras que los países con aranceles NMF (Nación Más Favorecida) más altos y menor coeficiente de apertura económica (Exportaciones+ Importaciones/PIB) consideran en mayor medida que la integración al mundo debería ser un tema prioritario en la agenda pública.
Pero no todo es color de rosa. El 45% de las personas considera que la integración regional tiene un impacto negativo en la seguridad ciudadana. También el 45% está en desacuerdo o muy en desacuerdo en pagar 20% más en productos que respeten los derechos de los trabajadores nacionales y extranjeros. Es evidente que en materia de integración social los ciudadanos de la región aún tenemos un camino importante que recorrer en la búsqueda de una identidad latinoamericana.
La investigación de INTAL-Latinobarómetro refleja una gran disparidad en los resultados según cada país. A pesar de ello, la concordancia entre las tendencias objetivas y las percepciones de la población permite trazar una doble vía de acción. Por un lado, considerar las necesidades subjetivas a la hora de establecer prioridades y objetivos en la estrategia de integración. Y por otro lado, evaluar fehacientemente si las decisiones tomadas tienen efectivamente el impacto buscado en las percepciones cotidianas de los ciudadanos.
A modo de ejemplo, sabiendo que los ciudadanos están dispuestos a pagar para reducir la contaminación cuando es alta, políticas de prevención pueden anticiparse a estas demandas y evitar costos innecesarios para el conjunto de la ciudadanía.
Mediciones futuras permitirán evaluar la incidencia de sucesos puntuales, como firmas de acuerdos comerciales o cambios en regulaciones ambientales, en las percepciones subjetivas de la población, de manera de que la integración sea uno de los pilares fundamentales no solo del desarrollo económico sino también del bienestar de la población.
En los próximos días lanzaremos las encuestas para este año en toda la región y a partir de septiembre comenzaremos a publicar los resultados preliminares en el sitio web del INTAL. El nuevo cuestionario, además de su habitual contenido, incluirá consultas sobre qué pensamos los sobre innovación y sobre cuál es nuestra “marca país” para el resto del mundo. El desafío es apasionante: tener cada vez una radiografía más detallada de la opinión de los latinoamericanos. Si te ha gustado esta nota, suscríbete a nuestro blog y te enviaremos cada mes los posts más recientes.
El Equipo Alianza INTAL-Latinobarómetro contribuyó a este artículo.
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