Si te interesa saber más sobre este tema, puedes leer el Capítulo 3 del reporte institucional del Sector de Integración y Comercio del BID Cómo salir del laberinto fronterizo y el Documento de Trabajo IDB-WP-703 “¿No confiar en nadie? Seguridad y comercio internacional” (en inglés).
Seguridad y facilitación comercial en un escenario internacional más incierto y con cadenas globales de valor
A principios del siglo XXI, las empresas mexicanas se encontraban ante un potencial de crecimiento importante impulsado por la firma de numerosos acuerdos comerciales. Esta oportunidad se materializó en niveles crecientes de comercio que incrementaron significativamente la carga de trabajo del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en términos de procesamiento de embarques.
Al mismo tiempo, México al igual que el resto de países del mundo, hacía frente a desafíos de seguridad cada vez más sofisticados y con un mayor impacto en las cadenas logísticas. El fatídico 11 de septiembre de 2001 fue un ejemplo claro de cómo un evento terrorista podía afectar los flujos del comercio internacional. Ante esta llamada de atención a nivel global los países reaccionaron para desarrollar un mecanismo preventivo que mitigue los riesgos y que permita a su vez facilitar los intercambios comerciales. Con estos antecedentes se originaron en México y en otros países los programas de Operador Económico Autorizado (OEA) que apuntan a asegurar la cadena logística a nivel global y a acelerar el procesamiento de los embarques de las empresas que comercian.[1]
¿Qué es un programa OEA?
El programa OEA es un acuerdo voluntario de cooperación entre los organismos aduaneros y otras entidades públicas fronterizas y las firmas del sector privado. En particular, las empresas participantes en el programa reciben una certificación de confiabilidad de parte de su respectiva administración aduanera. A fin de obtener y mantener dicha certificación, las empresas deben presentar un formulario de postulación o renovación, mantener unos estándares de seguridad internacionalmente reconocidos que son validados por la aduana y cumplir con sus obligaciones aduaneras y tributarias. La certificación le permite a la empresa OEA acceder a una serie de ventajas en materia de facilitación del comercio. Entre otras, estas ventajas incluyen inspecciones aduaneras físicas y documentales menos frecuentes y procesamiento y liberación de los cargamentos por vía rápida, lo cual específicamente implica un tratamiento prioritario cuando son seleccionados para la inspección.
Mas de 70 países del mundo han adoptado el programa OEA, de ellos 15 países de América Latina y Caribe (ALC) y más de 1.250 empresas de la región han obtenido su certificación OEA (Gráfico 1).
¿Favorece el programa OEA el comercio exterior de las empresas certificadas? La evidencia de México
La respuesta es afirmativa. Un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo sobre el programa OEA de México así lo constata. De hecho, la certificación OEA ha estado asociada a un incremento de entre 1,8 y 2,8 puntos porcentuales de la tasa de crecimiento de las exportaciones de las empresas certificadas con respecto a sus pares no certificadas durante el periodo de 2012 a 2014.
Dicho impacto positivo sobre las exportaciones obedece esencialmente a la disminución en la frecuencia de las inspecciones físicas de los embarques de las empresas certificadas y a los menores tiempos de despacho de sus mercancías. El hecho de que el programa OEA propicie la expansión de las ventas externas a través de la diversificación de destinos y que tenga efectos más pronunciados sobre las exportaciones a destinos más lejanos indicaría que, al menos parcialmente, el mismo también podría operar como un mecanismo de señalización de calidad y reducir así las barreras de información que afectan particularmente el comercio con países menos familiares.
El canal principal a través del cual se verifica el crecimiento exportador es el aumento de la frecuencia de los envíos (Gráfico 2). Ello refleja la facilidad para realizar las gestiones de comercio exterior asociadas al programa OEA, que permite contar con la flexibilidad necesaria para ajustarse a las necesidades de los mercados de destino bajo parámetros just in time. Además, las empresas OEA pueden manejar más eficientemente la logística y sus inventarios lo cual da lugar a una reducción de sus costos.
En términos sectoriales, el programa parece haber favorecido especialmente las exportaciones de insumos industriales y bienes de capital, que son clave para una óptima inserción de la economía mexicana en las cadenas globales de suministro, y de otros productos sensibles al tiempo como los textiles y los bienes de consumo. Esto se confirma por el mayor impacto estimado sobre las exportaciones que se envían por vía aérea (Gráfico 3).
El estudio arrojó resultados positivos no sólo para la exportación, sino que también reveló que el programa OEA brinda a las empresas la posibilidad de expandir sus importaciones a través de un tratamiento más favorable en los procesos administrativos correspondientes (en particular, inspecciones físicas menos frecuentes y tiempos reducidos en el despacho aduanero). En el caso de la industria manufacturera, este aspecto es crucial dada la segmentación de la producción de bienes y su participación en cadenas de valor. Hoy en día gran parte de las exportaciones de un país necesitan un bien intermedio importado para perfeccionar dicho bien como parte de un proceso o para elaborar el producto final.
¿Qué implicancias financieras tuvo el programa OEA para la administración aduanera mexicana?
La menor frecuencia de las inspecciones físicas y los menores tiempos de despacho asociados al programa OEA liberan recursos aduaneros. Por otro lado, el proceso de certificación OEA entraña sus propios costos. Una comparación de los ahorros que el programa OEA posibilita con sus costos respectivos revela que el cambio de foco en las inspecciones del SAT desde los envíos individuales a las firmas en su conjunto ha generado ahorros netos promedio anuales para la entidad de US$ 100 000 en el período 2012-2014.
Del acto de fe a la evidencia del impacto del programa OEA y los próximos pasos de esta iniciativa
Cuando en el 2012 el SAT y las empresas mexicanas apostaron por la certificación OEA lo hicieron siguiendo unos lineamientos internacionales de buenas prácticas de gestión que auguraban una mayor seguridad y facilidades para los actores de la cadena logística. Cinco años más tarde, los datos avalan esa apuesta con el crecimiento de la capacidad de comerciar de las empresas. El programa OEA no sólo permite a las mismas dar pasos seguros, sino que les brinda una fuente de competitividad.
Aún así, es posible perfeccionar el esquema y acrecentar las ganancias comerciales derivadas del mismo. En primer lugar, hasta ahora, en la mayoría de los casos, las aduanas son los únicos organismos involucrados en el proceso de certificación de OEA. Dado que la mayor celeridad en el procesamiento de los flujos comerciales por parte de los organismos aduaneros puede verse neutralizada e, incluso, revertida por la intervención de otras agencias fronterizas relevantes, sería aconsejable asegurar que las últimas también participen en dicho proceso y en la operatoria del programa, incluida específicamente la gestión de riesgo. En segundo lugar, los Acuerdos de Reconocimiento Mutuo (ARM) entre los programas de OEA de distintos países posibilitan procesamientos acelerados de los cargamentos a ambos lados de la frontera, en vez de solo uno, por lo que constituyen la próxima etapa natural en el proceso de difusión de esta iniciativa (Gráfico 4).
El Banco Interamericano de Desarrollo y los programas OEA
En la última década, el Banco Interamericano de Desarrollo ha apoyado a los países de ALC en sus procesos de diseño e implementación de los programas OEA. Además de estudios de investigación sobre impacto en el comercio, ha desarrollado también productos para fortalecer el conocimiento sobre la materia. Les animamos a que se registren de manera gratuita y participen en un curso en línea sobre el OEA, por medio de ConnectAmericas Academy.
[1] Dichos programas fueron promovidos inicialmente por la Organización Mundial de Aduanas (OMA) a través de su Marco Normativo para Agilizar y Asegurar el Comercio en el 2005 y luego incorporados en el Acuerdo de Facilitación de Comercio que los países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) firmaron en 2013.
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