¿Te interesan estos temas? No te pierdas nuestro próximo webinar. Puedes acceder aquí.
Los tipos de cambio de la mayoría de los países de América Latina y el Caribe han sufrido marcadas depreciaciones durante los últimos dos años de contracción comercial global. En general, se espera que las depreciaciones reales estimulen el crecimiento de las exportaciones, ya que cuando las monedas se deprecian, los bienes nacionales se hacen relativamente más baratos y competitivos en el extranjero.
Sin embargo, recientes estudios no han llegado a un consenso sobre la permanencia y magnitud de este impacto: algunos concluyen que el impacto positivo de las depreciaciones sobre las exportaciones parece haberse diluido, mientras que otros encuentran que sigue habiendo una fuerte conexión entre los tipos de cambio reales y el comercio.
¿Es el caso de América Latina un caso particular? ¿Cuál ha sido el impacto de las depreciaciones en el desempeño exportador de la región y qué podemos esperar en el futuro?
El Monitor de Comercio e Integración 2016 revela cinco hallazgos claves acerca de esta relación:
- En promedio, entre 2003 y 2015 una depreciación real de 1,0% generó un aumento de 0,9% en las exportaciones totales de América Latina.
- Las exportaciones manufactureras son las más sensibles al tipo de cambio real: una depreciación real de 1,0% generó un aumento promedio de 1,2%, más sustantivo que el de las exportaciones totales.
- Los efectos fueron mayores en el caso del comercio intrarregional (entre los países de América Latina, por ejemplo, entre Colombia y Ecuador), comparado con el comercio con el resto del mundo: una depreciación real de 1,0% causó un aumento promedio de 0,9% en las exportaciones manufactureras intrarregionales, comparado con un impacto de 0,6% para las dirigidas a socios no latinoamericanos.
- Al comparar los periodos 2003-2008 y 2009-2015, los resultados muestran que, aunque el efecto de las depreciaciones sobre las exportaciones disminuyó en el segundo periodo, el impacto continúa siendo de magnitud considerable. Por ejemplo, entre el 2003 y el 2008, depreciaciones de 1,0% impulsaron las exportaciones intrarregionales manufactureras en 3,4%, mientras que entre 2009 y 2015 el efecto pasó a ser 1,2%.
- La volatilidad de los tipos de cambio de la región ha aumentado marcadamente. En general, esta mayor volatilidad no tuvo un efecto significativo sobre las exportaciones totales, pero repercutió de manera negativa sobre las exportaciones de manufacturas.
Estos hallazgos confirman el impacto significativo que los movimientos cambiarios pueden ejercer sobre las exportaciones de la región.
¿Pero cómo interpretamos estos resultados en la coyuntura actual? ¿Puede la región beneficiarse de dichas devaluaciones?
A pesar del mayor efecto encontrado de las depreciaciones sobre las exportaciones manufactureras e intrarregionales, las mayores depreciaciones reales en América Latina han ocurrido con respecto a los socios extrarregionales (ver gráfico). En contraste, a nivel intrarregional, se han observado apreciaciones reales considerables, en gran parte debido a la fuerte depreciación de Brasil frente a sus socios regionales.
Este escenario indica que las sustanciales realineaciones cambiarias ocurridas en los últimos semestres conspiran en contra del canal de crecimiento intrarregional de las exportaciones, ya que así como las depreciaciones reales tienen un efecto positivo sobre las exportaciones, las apreciaciones reales observadas entre los países de América Latina ejercen un efecto restrictivo.
Asimismo se delinea un escenario adverso para la diversificación de la canasta exportadora, ya que el comercio intrarregional cuenta con mayor participación de manufacturas que son precisamente las más sensibles a las fluctuaciones del tipo de cambio, en este caso, al impacto negativo derivado de una apreciación real.
Finalmente, la volatilidad de los tipos de cambio representa un riesgo adicional en el actual contexto de incertidumbre macroeconómica.
¿Qué puede hacer América Latina para hacer frente a este escenario desafiante? Los resultados del informe destacan la importancia de poner en marcha políticas que promuevan y sostengan la diversificación de las exportaciones y la integración regional. Cabe destacar que, a pesar de que el análisis resalta el impacto que los movimientos cambiarios pueden tener sobre las exportaciones, no aboga por la intervención cambiaria con el fin de modificar la competitividad exportadora, sino que constituye un llamado a poner las políticas de promoción comercial al centro de la agenda de desarrollo de los países de la región.
Leave a Reply