Por cada dólar que se invierte en niños de hasta 5 años, se invierten tres en niños de entre 6 y 12 años en América Latina y el Caribe. Ese es uno de los inquietantes hallazgos contenidos en el nuevo estudio Los primeros años: El bienestar infantil y el papel de las políticas públicas, editado por Samuel Berlinski y Norbert Schady. Esta es la edición 2015 de la serie insignia del BID denominada Desarrollo en las Américas, presentada en Lima, Perú, el pasado 27 de Octubre.
El gasto público en la primera infancia no sólo es bajo en relación con la inversión en la infancia media, sino también con respecto al gasto en todos los otros grupos de edad. Los ancianos, en particular, reciben pensiones y otras transferencias para ayudarles a afrontar los riesgos asociados a la vejez. Esto es cierto incluso en países con muy diferentes perfiles de población. Por ejemplo, Chile, Guatemala y Perú todos gastan entre siete y nueve veces más en las personas mayores de edad que en los niños de 0 a 5 años de edad, medidos con base en gasto per cápita. Cuando se trata de repartir partidas presupuestarias, los niños pequeños reciben poco más que migas.
¿Cómo se ubican América Latina y el Caribe en comparación con otras regiones en lo que respecta al gasto en la primera infancia? No bien. Los países de la región gastan en promedio sólo el 0.4 % del PIB en sus hijos más pequeños, alrededor de la mitad del promedio de la OCDE. Mientras que algunos países de alto desempeño gastan cerca de cuatro veces más.
La buena noticia es que, si bien el gasto público en la primera infancia es baja en términos relativos, ha ido a la alza en la última década. Por ejemplo, Chile, República Dominicana y Guatemala han aumentado el gasto entre dos y cuatro veces desde el año 2000. La mayoría de los países han inyectado más dinero en educación preescolar y en los programas de transferencias condicionadas, mientras que los programas de cuidado infantil y crianza de los hijos han disfrutado incrementos de inversión más modestos. Esta asignación resulta desafortunada, ya que los programas de crianza de los hijos que reciben la asignación más pequeña de los presupuestos generales, han demostrado generar el mayor retorno a la inversión.
El tacaño manejo presupuestal de los niños en la región refleja una mala decisión de inversión. El gasto en la primera infancia podría ser una de las mejores inversiones que un gobierno puede hacer. Para empezar, entre más pronto invierte el gobierno en un niño, más duraderos los beneficios que el país cosechará. Por otra parte, las inversiones realizadas en los niños pequeños magnifican los retornos a las inversiones realizadas posteriormente en la vida de un individuo. Por ejemplo, el gasto en educación universitaria o de formación para alguien que se benefició de la inversión en sus primeros años probablemente tendrá una recompensa mayor que el dinero gastado en un individuo que no disfrutó de una atención de calidad desde el principio. Por último, los beneficios de las inversiones tempranas florecen en la edad adulta. Un estudio en Jamaica reveló que los niños que se beneficiaron de una intervención en los dos primeros años de vida y se siguieron durante veinte años más tarde, tenían coeficientes intelectuales más altos, ganaban un 25% más, tenían menor tendencia a la depresión y tenían menos probabilidades de involucrarse en actividades delictivas que los niños que no se beneficiaron de la intervención.
Por supuesto, la solución no es únicamente más dinero. Otro mensaje importante del libro es que la cantidad no puede sustituir a la calidad cuando se trata del cuidado de la primera infancia. Y la calidad se mide menos en términos de ladrillos y cemento y más en términos de los beneficios intangibles de las interacciones entre los cuidadores y los niños.
Por subestimar los cuidados a sus ciudadanos más jóvenes, los gobiernos están perdiendo la oportunidad de impactar no sólo la vida de sus hijos, sino el bienestar de sus sociedades en las próximas décadas. Niños felices, saludables, e estimulados llegan a ser adultos productivos y participativos. Y dirigiéndose a los niños de bajos ingresos, el gasto en la primera infancia puede ser un instrumento redistributivo eficaz que puede reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza y la desigualdad. El futuro de una nación está en las manos de sus hijos. Ellos necesitan y merecen más que centavos para asumir la tarea.
Pedro Jimenez dice
Comparto artículo sobre los planes de gobierno en Educación.
Las Metas Presidenciales: El caso de la República Dominicana
En un artículo publicado por el Blog Gobernarte, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), llevando por título“Como aprovechar al máximo su luna de miel”, Mariano Lafuente hacía referencia a esos primeros tiempos de un gobierno, aquellos donde los presidentes gozan de una gran aceptación y popularidad en la población. En este artículo hemos seleccionado a la República Dominicana como caso de estudio y explicaremos algunas de las razones para el éxito del caso dominicano.
República Dominicana es uno de los mejores ejemplos de esta luna de miel, pues el presidente Danilo Medina en sus primeros tres años en el poder todavía gozaba de una aceptación como ningún gobernante latinoamericano, manteniendo una popularidad positiva en su último año de gestión.
Fuente: LAPOP 2014
De acuerdo a algunos sondeos publicados a fines de 2014, la República Dominicana parece ser un buen ejemplo de esta luna de miel, ya que el presidente Danilo Medina, luego de dos años en el poder, estaba con Rafael Correa del Ecuador, como los gobernantes latinoamericanos mejor valorados.
El libro del BID “Gobernar para cumplir con los ciudadanos: El rol del Centro de Gobierno en América Latina y el Caribe”, destaca también los avances que la República Dominicana viene reflejando en los últimos años en materia de Centro de Gobierno y planificación de políticas públicas prioritarias. En este sentido, Lafuente, uno de los autores de dicho libro nos explicó que “el caso de Dominicana bajo su actual administración es muy relevante, al haber comprometido metas cuantitativas en sectores prioritarios al inicio del mandato y haber fortalecido al Ministerio de la Presidencia para darles seguimiento. Es decir, va en línea con las ideas que compartimos en nuestros trabajos sobre Centro de Gobierno. Por eso, es una de las experiencias que estamos mirando con mucha atención en la región”.
¿Qué es lo que se hizo de novedoso?
Las metas de la actual administración dominicana, han sido enfocadas de forma más selectiva y se han hecho públicas al comienzo del mandato. A su vez, el Ministerio de la Presidencia implementó un sistema de metas conectadas con la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo. Estos objetivos son revisados regularmente en un sistema de semaforización y las acciones para alcanzarlos son evaluadas de forma periódica con el ciclo de mejora continua de Deming o mejor conocido como PDCA, ya que se pretende planificar, hacer, verificar y actuar. Estas metas están enfocadas en sectores críticos del país como la educación y la condición de los hospitales.
Cada una de las metas ha sido organizada en grupos de trabajo y es supervisada por gerentes de tareas de cara a lograr los objetivos planteados al inicio del mandato del ejecutivo, pues fijar metas para la nación y publicarlas al comienzo del mandato es una forma en que las autoridades se comprometen con el pueblo en un esquema de gobierno abierto.
En la República Dominicana, gran parte del éxito de estas medidas requiere el empoderamiento e involucramiento de la ciudadanía en el monitoreo de las metas prioritarias del país, pudiendo acceder los ciudadanos al avance y ejecución de estos lineamientos. Este plan de gobierno, conecta las políticas públicas con aspectos tales como la calidad de los servicios públicos, eficiencia, colaboración, participación, simplificación de trámites, entre otros elementos propios de un gobierno abierto, moderno y eficaz.
Parte de estos resultados se pueden ver en el nivel de aprobación ciudadana de la actual gestión, manifestado en la Encuesta del Latinobarómetro 2015 publicada en el portal de la Organización Nacional Anticorrupción (ONEA) de México, como se refleja en el siguiente cuadro:
Fuente: ONEA http://www.oneamexico.org
¿Cuál es la principal prioridad del plan de gobierno?
En cuanto a recursos al menos, la administración de Danilo Medina está invirtiendo fondos significativos del PIB en la calidad educativa y en la construcción de nuevas escuelas alrededor del país. De esta forma, no sólo se busca mejorar la educación sino también estimular este dinámico sector de la economía. Dicho de otra manera, la idea es que a través de la política educativa se logre un impacto positivo de corto plazo en el sector de la construcción y la economía, mientras que a largo plazo, se busca la consolidación del desarrollo humano sostenible y el avance en los objetivos mínimos del milenio.
No obstante, se debe trabajar en los recursos humanos, es decir, invertir en lograr un buen proceso de selección, en la capacitación de los profesores y en la evaluación de su desempeño, ya que no se logrará nada con gastar en infraestructura si se continúa con el mismo modelo educativo.
También se debe asegurar que dicho incremento del gasto público se enmarque en una política fiscal sostenible: ¿tiene el país la capacidad suficiente para incrementar la deuda pública, que creció substancialmente como porcentaje del PIB en los últimos años? ¿Tiene los recursos para financiar los gastos corrientes incrementales de poner en funcionamiento dichas escuelas en el tiempo considerando que el sector de educación es muy intensivo en mano de obra? También que exista una buena calidad del gasto y mayor transparencia al momento de asignar un volumen de contratos de construcción muchísimo mayor, un desafío no menor en nuestra región según los últimos acontecimientos que han sido reflejados en la prensa mundial.
La educación es la madre de todo desarrollo, pues no hay progreso para los pueblos sin el motor de la educación. El gobierno dominicano lo tiene muy claro, ya que desde su luna de miel se planteó la meta de construir 10.000 nuevas aulas, capacitar el personal docente, extender el horario de los niños en la escuela, garantizar el alimento escolar y no menos importante, lograr la erradicación del analfabetismo en este término de gobierno. Sin duda, estas metas son titánicas pero, con una gestión pública efectiva y eficiente, son alcanzables.
Seguir leyendo más sobre Centro de Gobierno (CdG) en Blog Gobernarte.
Sobre el autor
Geovanny Vicente Romero es Abogado, Politólogo y Profesor universitario. Especialista en Políticas Públicas y Función Pública, con varios años de experiencia en el sector público. Académico de Derecho Administrativo, Criminología y Derecho Penitenciario. Conferencista sobre temas de función pública y servicio civil, así como de tópicos de Gobierno Abierto (ética, transparencia, participación, libre acceso a la información, etc.). Director del Centro de Políticas Públicas, Desarrollo y Liderazgo RD (CPDL-RD).Premio Provincial de la Juventud 2015 del Distrito Nacional, por su Liderazgo Profesional y Político, otorgado por la Presidencia de la República y el Ministerio de la Juventud. Sigue a Geovanny en Twitter @geovannyvicentr
Fuente: http://politicacomunicada.com/…
Pedro Jimenez dice
Comparto artículo sobre los planes de gobierno en Educación.
Las Metas Presidenciales: El caso de la República Dominicana
En un artículo publicado por el Blog Gobernarte, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), llevando por título“Como aprovechar al máximo su luna de miel”, Mariano Lafuente hacía referencia a esos primeros tiempos de un gobierno, aquellos donde los presidentes gozan de una gran aceptación y popularidad en la población. En este artículo hemos seleccionado a la República Dominicana como caso de estudio y explicaremos algunas de las razones para el éxito del caso dominicano.
República Dominicana es uno de los mejores ejemplos de esta luna de miel, pues el presidente Danilo Medina en sus primeros tres años en el poder todavía gozaba de una aceptación como ningún gobernante latinoamericano, manteniendo una popularidad positiva en su último año de gestión.
Fuente: LAPOP 2014
De acuerdo a algunos sondeos publicados a fines de 2014, la República Dominicana parece ser un buen ejemplo de esta luna de miel, ya que el presidente Danilo Medina, luego de dos años en el poder, estaba con Rafael Correa del Ecuador, como los gobernantes latinoamericanos mejor valorados.
El libro del BID “Gobernar para cumplir con los ciudadanos: El rol del Centro de Gobierno en América Latina y el Caribe”, destaca también los avances que la República Dominicana viene reflejando en los últimos años en materia de Centro de Gobierno y planificación de políticas públicas prioritarias. En este sentido, Lafuente, uno de los autores de dicho libro nos explicó que “el caso de Dominicana bajo su actual administración es muy relevante, al haber comprometido metas cuantitativas en sectores prioritarios al inicio del mandato y haber fortalecido al Ministerio de la Presidencia para darles seguimiento. Es decir, va en línea con las ideas que compartimos en nuestros trabajos sobre Centro de Gobierno. Por eso, es una de las experiencias que estamos mirando con mucha atención en la región”.
¿Qué es lo que se hizo de novedoso?
Las metas de la actual administración dominicana, han sido enfocadas de forma más selectiva y se han hecho públicas al comienzo del mandato. A su vez, el Ministerio de la Presidencia implementó un sistema de metas conectadas con la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo. Estos objetivos son revisados regularmente en un sistema de semaforización y las acciones para alcanzarlos son evaluadas de forma periódica con el ciclo de mejora continua de Deming o mejor conocido como PDCA, ya que se pretende planificar, hacer, verificar y actuar. Estas metas están enfocadas en sectores críticos del país como la educación y la condición de los hospitales.
Cada una de las metas ha sido organizada en grupos de trabajo y es supervisada por gerentes de tareas de cara a lograr los objetivos planteados al inicio del mandato del ejecutivo, pues fijar metas para la nación y publicarlas al comienzo del mandato es una forma en que las autoridades se comprometen con el pueblo en un esquema de gobierno abierto.
En la República Dominicana, gran parte del éxito de estas medidas requiere el empoderamiento e involucramiento de la ciudadanía en el monitoreo de las metas prioritarias del país, pudiendo acceder los ciudadanos al avance y ejecución de estos lineamientos. Este plan de gobierno, conecta las políticas públicas con aspectos tales como la calidad de los servicios públicos, eficiencia, colaboración, participación, simplificación de trámites, entre otros elementos propios de un gobierno abierto, moderno y eficaz.
Parte de estos resultados se pueden ver en el nivel de aprobación ciudadana de la actual gestión, manifestado en la Encuesta del Latinobarómetro 2015 publicada en el portal de la Organización Nacional Anticorrupción (ONEA) de México, como se refleja en el siguiente cuadro:
Fuente: ONEA http://www.oneamexico.org
¿Cuál es la principal prioridad del plan de gobierno?
En cuanto a recursos al menos, la administración de Danilo Medina está invirtiendo fondos significativos del PIB en la calidad educativa y en la construcción de nuevas escuelas alrededor del país. De esta forma, no sólo se busca mejorar la educación sino también estimular este dinámico sector de la economía. Dicho de otra manera, la idea es que a través de la política educativa se logre un impacto positivo de corto plazo en el sector de la construcción y la economía, mientras que a largo plazo, se busca la consolidación del desarrollo humano sostenible y el avance en los objetivos mínimos del milenio.
No obstante, se debe trabajar en los recursos humanos, es decir, invertir en lograr un buen proceso de selección, en la capacitación de los profesores y en la evaluación de su desempeño, ya que no se logrará nada con gastar en infraestructura si se continúa con el mismo modelo educativo.
También se debe asegurar que dicho incremento del gasto público se enmarque en una política fiscal sostenible: ¿tiene el país la capacidad suficiente para incrementar la deuda pública, que creció substancialmente como porcentaje del PIB en los últimos años? ¿Tiene los recursos para financiar los gastos corrientes incrementales de poner en funcionamiento dichas escuelas en el tiempo considerando que el sector de educación es muy intensivo en mano de obra? También que exista una buena calidad del gasto y mayor transparencia al momento de asignar un volumen de contratos de construcción muchísimo mayor, un desafío no menor en nuestra región según los últimos acontecimientos que han sido reflejados en la prensa mundial.
La educación es la madre de todo desarrollo, pues no hay progreso para los pueblos sin el motor de la educación. El gobierno dominicano lo tiene muy claro, ya que desde su luna de miel se planteó la meta de construir 10.000 nuevas aulas, capacitar el personal docente, extender el horario de los niños en la escuela, garantizar el alimento escolar y no menos importante, lograr la erradicación del analfabetismo en este término de gobierno. Sin duda, estas metas son titánicas pero, con una gestión pública efectiva y eficiente, son alcanzables.
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Sobre el autor
Geovanny Vicente Romero es Abogado, Politólogo y Profesor universitario. Especialista en Políticas Públicas y Función Pública, con varios años de experiencia en el sector público. Académico de Derecho Administrativo, Criminología y Derecho Penitenciario. Conferencista sobre temas de función pública y servicio civil, así como de tópicos de Gobierno Abierto (ética, transparencia, participación, libre acceso a la información, etc.). Director del Centro de Políticas Públicas, Desarrollo y Liderazgo RD (CPDL-RD).Premio Provincial de la Juventud 2015 del Distrito Nacional, por su Liderazgo Profesional y Político, otorgado por la Presidencia de la República y el Ministerio de la Juventud. Sigue a Geovanny en Twitter @geovannyvicentr
Fuente: http://politicacomunicada.com/…