¿Qué los desvela por las noches? Esa fue una pregunta que se le formuló a un grupo de líderes de instituciones gubernamentales de América Latina y el Caribe hace unos 25 años.
Con esta pregunta el Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) definió una misión que, desde entonces, ha perseguido con ahínco. No solo se trata de preguntar a los líderes gubernamentales qué es lo que les preocupa. Sino también de investigar las cuestiones políticas más difíciles, de tal forma que los líderes puedan guiar a sus países hacia una mayor prosperidad.
Menciono esto debido a una reciente controversia sobre si la investigación debería llevarse a cabo internamente por organizaciones multilaterales de desarrollo o si se les debería encargar a académicos externos. Como Economista Jefe del BID recién instalado sé a qué atenerme y es por eso que me llena de entusiasmo dirigir su Departamento de Investigación. Estoy convencido de que la experiencia de los departamentos de investigación de los organismos multilaterales en la realización de investigaciones y pruebas experimentales innovadoras los hace irremplazables en la búsqueda de mejores políticas.
Una misión de investigación diferente a la de la academia
Mientras el Departamento de Investigación del BID celebra su 25 aniversario, hay una lección que escuchamos una y otra vez de los responsables de las políticas públicas y sus asesores de la región, así como de nuestros antiguos economistas jefes y los numerosos colegas con quienes hemos trabajado a lo largo de los años: el valor de los departamentos de investigación como el que tiene el BID radica en la forma en que se diferencian de la academia.
La academia realiza un trabajo excepcional. Eso es incuestionable. Pero los académicos tienen otros objetivos, prioridades e incentivos. Ellos suelen intentar abrir nuevos horizontes en la modelación empírica y la teoría económica, y tienen metas muy personales. Tienden a buscar ser publicados en revistas académicas, independientemente de si su contribución tiene una implicación política útil para mejorar la situación de un país o de una región. Además, su investigación no se basa necesariamente en cuestiones políticas. De hecho, los investigadores académicos por lo general no tienen una gran preferencia por el trabajo de consultoría con orientación política.
Nosotros, por el contrario, dejamos que las cuestiones políticas más importantes guíen nuestra investigación con un objetivo institucional común en mente. Dependiendo de la organización multilateral, esto podría estar relacionado con el fin de la pobreza extrema y la promoción de la prosperidad compartida de manera sostenible; la mejora de las condiciones de vida mediante otras maneras, o la garantía de la estabilidad del sistema monetario internacional, entre otros. Nos concentramos en el mundo en desarrollo y no en el mundo desarrollado. Y publicamos en revistas, no como objetivo principal, sino para resolver cuestiones políticas que no serían de interés primordial para un economista que intente hacerse un nombre en una institución académica.
Consideremos nuestro informe Desarrollo en las Américas 2018. América Latina y el Caribe ha sufrido durante mucho tiempo debido a los bajos niveles de los llamados bienes de capital, como carreteras, escuelas y centros de salud. Las presiones políticas a menudo hacen una prioridad de los gastos en temas como salarios. No obstante, hasta que nos embarcamos en la tarea, nunca antes se había cuantificado ese sesgo en favor del gasto corriente, ni tampoco el grado en que dicho sesgo obstaculiza las perspectivas de crecimiento de la región a largo plazo. Nosotros decidimos asumir el reto no solo por un deseo de que nos publicaran, sino porque estamos en contacto diario con los responsables de las políticas públicas y conocemos sus preocupaciones.
Una extensa red de relaciones con los responsables de las políticas públicas
Otra ventaja a nuestro favor es la extensa red de relaciones personales y profesionales que nuestra institución, al igual que otras instituciones multilaterales, ha establecido en un largo historial de préstamos, asistencia técnica y consultoría sobre cuestiones políticas. Esto hace más probable que los gobiernos nos confíen sus registros confidenciales.
Por último, nuestra investigación, importante como es, no sería posible sin un continuo y creativo intercambio de ideas con nuestros departamentos operativos. Las operaciones del BID, al igual que en otros organismos multilaterales, se centran en las tareas esenciales de otorgar préstamos y brindar asistencia técnica. Entretanto, los departamentos de investigación utilizan información extraída de dicho intercambio para innovar y encontrar soluciones a largo plazo que a su vez se ponen en práctica con ayuda de los departamentos operativos. En este proceso vital y productivo de fecundo intercambio de ideas interinstitucional, cada elemento de la institución juega un papel esencial. Y son nuestros socios de la región quienes ganan.
Un amplio ámbito de investigación orientada a la formulación de políticas y recomendaciones
En los últimos años, nuestro Departamento de Investigación ha ideado intervenciones basadas en la economía del comportamiento que se están empleando ampliamente en la región para aumentar la recaudación de impuestos. También hemos trabajado en formas más efectivas para educar a los niños. Hemos formulado una serie de recomendaciones sobre política macroeconómica y reforma fiscal. Y nuestro trabajo en temas de economía política ha sido vital para ayudar a los gobiernos a forjar coaliciones para que se promulguen legislaciones políticas importantes.
La colaboración ha sido la clave de estos éxitos. Pero igual de crucial es la independencia del Departamento de Investigación para examinar el panorama general a largo plazo, realizar estudios científicos y descubrir nuevas formas de enfocar la política. Esta receta ha sido asombrosamente productiva para el BID. Sé que lo mismo sucede en otros organismos multilaterales, y no veo ninguna razón para cambiar algo que funciona.
Jose Enrique Parra Manrique dice
Totalmente de acuerdo, corto y preciso. Es importante ver que hay gente preocupada por esa temática que desvela.
Agradecido
Mariella Fernández- Dávila dice
De acuerdo. Es sumamente importante distinguir el rol de la investigación de la Academia y la investigación que realizan organismos como el BID, que son muy útiles para tomar decisiones sobre políticas sociales, en mi caso educativas.
Mario Tñón dice
Excelente documento, no solo orienta sino que también estableces las dos dimensiones de de las investigación.
Mario Tuñón dice
Excelente documento, no solo orienta sino que también estableces las dos dimensiones de de las investigación.