Un informe reciente de AidData (resumido en el Washington Post) muestra que los bancos multilaterales “ejercen mayor influencia de lo esperado según sus contribuciones financieras en las agendas nacionales.” Es decir, las instituciones como el BID y el Banco Mundial influyen en el contenido de las reformas y ayudan a desarrollar políticas públicas más allá de lo que sus contribuciones financieras a cada uno de los países sugeriría.
Esta es una buena noticia, especialmente para aquellos de nosotros que trabajamos en estas instituciones. Como se mencionó anteriormente en este blog ( El eslabón más débil ) y en un par de documentos de política ( Scartascini y Tommasi , 2014 ; Franco Chuaire y Scartascini , 2014 ) los donantes multilaterales pueden jugar un papel muy importante en mejorar la calidad de las instituciones de América Latina y el Caribe (y en el mundo en desarrollo en general).
En América Latina, dichas capacidades de gobernar están en niveles muy bajos, como se evidencia en la siguiente figura.
Capacidades del gobierno en América Latina y el Caribe
Fuente: Franco Chuaire y Scartascini, 2014.
En particular, América Latina y el Caribe clasifican al final o entre los puestos más bajos en cada uno de los indicadores que miden la capacidad del Congreso, independencia judicial y las capacidades de la administración pública. Por lo tanto, el margen de maniobra es enorme. Demasiados países de la región sufren de congresos de calidad inferior. Sus legisladores carecen de experiencia y personal calificado y, en muchos casos, parecen despreocupados de invertir en las capacidades de la institución a la que pertenecen. Demasiados países son manejados por administraciones públicas donde el empleo depende más del clientelismo político que de el mérito o las habilidades técnicas. Con pocas excepciones, la independencia judicial es un oxímoron. En varios países, los tribunales están perdiendo incluso la poca autonomía que una vez tuvieron.
En este contexto, recomendar reformas a los países y escribir nuevas leyes que parecen magnificas sólo en el papel tienden a no funcionar (véase, por ejemplo, en este libro cómo funcionan en realidad las diferentes redes en comparación con la estructura formal de gobierno). En lugar de ello, la comunidad internacional debe ayudar a la región a fortalecer esas instituciones. Debe ayudar a protegerlos de manipulación por parte del Ejecutivo del día y trabajar para aumentar su capacidad y transparencia. Eso no significa que haya que insistir en la llamada “mejor legislación.”
Presumiblemente, copiar las leyes ideales de otros países puede resultar inútil en contextos donde los actores políticos tienen todos los incentivos para ignorarlos. Tampoco significa verter dinero en infraestructura, como ordenadores, que no tendrá ningún efecto si las instituciones son defectuosas. Por el contrario, el desafío implica usar la experiencia y la influencia financiera para forzar a los gobiernos a invitar a la oposición y, tantos otros jugadores como sea posible a la mesa en el interés de apoyar la creación de instituciones, aceptando el progreso gradual y “apuestas seguras”, y la creación de incentivos que fomenten a los actores políticos ignorar las tentaciones políticas de corto plazo a favor del consenso y la cooperación a largo plazo. Es importante destacar que los organismos multilaterales pueden actuar como intermediarios honestos que actúen en la implementación y el mantenimiento de los acuerdos entre los actores que participan del juego político para construir y mejorar las instituciones de su país.
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Lucrecia Gordillo dice
Hoy en mi país se festeja el día del polítólogo, mí día, y este artículo me hizo reflexionar en el sentido de esta profesión. Mirando la historia de mi país (Argentina) y de mi provincia (Mendoza) dónde el BID ha participado de proyectos que sin su intervención no hubieran aparecido en la agenda, no estoy tan segura de que “pueden actuar como intermediarios honestos”. La desconfianza no la planteo por el hecho de ser “bancos” sino porque no me gustan los gurúes. No niego el aporte que realizan. Ni la oportunidad que significa parea los politólogos trabajar en dichas instituciones cuando las convocatorias a “consultores locales” se abre. Ojalá las capacidades de gobierno de los países de latinoamerica se fortalezcan no sólo por la actuación del BID sino también por ONG que influyan y ciudadanos que se emponderen!
Lucrecia Gordillo dice
Hoy en mi país se festeja el día del polítólogo, mí día, y este artículo me hizo reflexionar en el sentido de esta profesión. Mirando la historia de mi país (Argentina) y de mi provincia (Mendoza) dónde el BID ha participado de proyectos que sin su intervención no hubieran aparecido en la agenda, no estoy tan segura de que “pueden actuar como intermediarios honestos”. La desconfianza no la planteo por el hecho de ser “bancos” sino porque no me gustan los gurúes. No niego el aporte que realizan. Ni la oportunidad que significa parea los politólogos trabajar en dichas instituciones cuando las convocatorias a “consultores locales” se abre. Ojalá las capacidades de gobierno de los países de latinoamerica se fortalezcan no sólo por la actuación del BID sino también por ONG que influyan y ciudadanos que se emponderen!