En las últimas dos décadas, una revolución silenciosa empezó a transformar las administraciones tributarias en América Latina. La Factura Electrónica Fiscal (FE) es el aporte de nuestra región a la lucha contra la evasión y el apoyo a la Transparencia Tributaria. Fue el fruto del esfuerzo innovador de las Administraciones Tributarias (AATT) más avanzadas de la región, en especial, las que comenzaron su proceso de modernización durante la década de los noventa bajo el impulso de las propuestas del consenso de Washington; en su nacimiento también influyeron las tesis del reinventing government para la gestión pública. Pero el factor determinante fue la irrupción de las crisis financiero-fiscales que obligaron a los gobiernos a recaudar más y mejor para poder subsistir.
Pero ¿qué es exactamente esta nueva herramienta que apuntala la transparencia fiscal y mejora la recaudación? La descripción más simple de lo que se entiende por factura electrónica viene dada por su propio nombre. Es una factura, en formato digital, que cumple, en todas las situaciones y ante todos los actores, con los mismos propósitos que una factura en papel, tanto para sus emisores y receptores, como para terceros interesados. Inicialmente, la FE fue introducida por las administraciones tributarias como un control documental del proceso de facturación, tanto para evitar omisiones de declaraciones de venta, como para evitar que las empresas declarasen compras falsas.
El concepto original de factura electrónica se fue extendiendo a otras áreas de control tributario, por ejemplo, la Nómina Salarial Electrónica (NE) como los casos de Argentina y México, o la vigilancia de la mercadería en tránsito y la contabilidad electrónica en Brasil y también a nuevos servicios, como el caso del “factoring” en Chile o los precios de referencia de consumo masivo en los estados brasileños. De manera que la FE no solamente ha permitido una mejor fiscalización de las transacciones económicas, sino que ha ofrecido innovaciones que favorecen al contribuyente.
La experiencia latinoamericana con la factura electrónica
Chile fue pionero en la introducción de la FE en 2003. A mediados de 2017 Argentina, Brasil, Ecuador, México, Perú y Uruguay ya cuentan con esquemas de FE avanzados y maduros. El potencial de la herramienta está despertando el interés de países extrarregionales: en el sudeste asiático, desde 2011 Corea ha estableció la factura electrónica fiscal y otras naciones la tienen en agenda. Varios países de la Unión Europea ya requieren el uso de la FE para todas las transacciones comerciales con el sector público: en Dinamarca es obligatorio desde 2005 y, Finlandia e Italia obligarán el uso de factura electrónica para las operaciones B2B a partir de 2019.
Pero ¿por qué la introducción de la factura electrónica (y su hermana, la nota electrónica) es tan relevante? En primer lugar, la FE permite registrar los tributos sobre ventas, renta y contribuciones al seguro social de forma instantánea, fiable y trazable lo que permite ejercer control sobre el 75% de los ingresos tributarios. Asimismo, permitirá el control del incumplimiento mediante técnicas de análisis de riesgo, que son posibles gracias al gran volumen de datos que provee la FE. Por la misma razón, la FE contribuye a transparentar las relaciones comerciales entre todos los agentes económicos. Por último, creemos que la FE muy probablemente allanará el camino para la digitalización de otros tributos, consolidándose así en el ámbito tributario de la tercera revolución industrial (computación, internet y telecomunicaciones; Schwab, 2016) basada en la generación y difusión de datos, y constituyendo un sólido cimiento para la cuarta revolución (automatización, inteligencia artificial, etc.).
Otros beneficios generados por la implementación de la factura electrónica
Por otro lado, existen otros beneficios que se derivan de la implementación del sistema de FE, y que probablemente no son tan obvios. Particularmente, podemos mencionar: (i) la FE dinamiza la economía y la transparencia por la inmediatez que brinda a las transacciones económicas entre los agentes; (ii) genera beneficios de modernización administrativa para contribuyentes, ya que los sistemas de factura electrónica pueden integrarse fácilmente a sistemas contables y de gestión empresarial (ERP), incluso provistos por la propia administración para los pequeños contribuyentes reduciendo los costos administrativos; y (iii) mejora significativamente la seguridad de la información contable, lo cual también disminuye los costos de almacenamiento de datos.
No obstante, con la factura electrónica se generan nuevos retos para las AATT como la eficiencia en comunicaciones e informática que aseguren un funcionamiento confiable, la integridad y seguridad de los datos, la detección de las facturas apócrifas y el desarrollo de nuevos procesos de análisis de riesgo de cumplimiento, e inclusive el desarrollo nuevos servicios para mejorar la eficiencia de los contribuyentes y del propio sector público.
Requisitos para la implementación de la factura electrónica
Sin embargo, es imperioso destacar que la FE tiene requisitos de implementación: la AT debe tener un desempeño adecuado en sus funciones básicas (registro, cobranza y auditoria) y el país debe contar con adecuada infraestructura de telecomunicaciones. En efecto, como todo instrumento tecnológico, la FE es una condición necesaria para catalizar la digitalización de la AT, pero no es suficiente para lograr su modernización.
Asimismo, el proceso inexorable de digitalización de la AT iniciado por la FE hará perentorio actualizar, sus procesos y su infraestructura tecnológica, pero también sus facultades (derechos y deberes), su gobernanza, su organización y, muy especialmente, las capacidades de sus recursos humanos, que son fundamentales en la prestación de un servicio tan relevante.
Es un hecho que la FE ha generado mejoras en la recaudación y reportes al fisco, así lo comprueban las evaluaciones de impacto que se presentan en nuestro nuevo libro Factura Electrónica en América Latina. La FE es una herramienta que otras jurisdicciones pueden implementar para fortalecer sus administraciones tributarias, por lo que los invitamos a consultar este libro, donde ampliamos sobre los temas más relevantes de este proceso, así como un recorrido por cada uno de los países que la han implementado.
En este enlace puedes acceder la charla en vivo que tuvimos en Facebook sobre las conclusiones del libro.
Dalila says
Es urgente implementarla en El Salvador…contribuiría a los procesos de recaudación fiscal, control tributario y sería excelente para facilitar aún mas los procesos de la VUCE.
walter says
No te lo recomiendo, en mi país Perú, sacaron facturación electrónica con el modelo de las OSE (operadores de servicios electrónicos) el cual te obligan a entrar en ellas para que puedas facturar, el esquema consiste en que ellos reciben tu facturación electrónica para pasarla a SUNAT, y todo ello requiere de un costo elevado, osea pagas por tributar.
Patricio Ruiz says
En México y a nivel de la clase trabajadora no lo vivimos como un beneficio.
Seguramente sí ha ayudado a incrementar las recaudaciones, pero consume tiempo y dinero que no se ve reditúe en procesos más transparentes de gasto público o disminución del lavado de dinero y de la corrupción.
Mientras los profesionistas independientes hacemos lo posible por estar al día, las grandes empresas siguen sin pagar impuestos, así que al día de hoy, es más una medida a favor del sistema que de los ciudadanos. Equiparable al horario de verano.
JUAN ARTURO LEYCEGUI PADILLA says
Excelente comentario sobre la factura electrónica y su importancia en la recaudación tributaria en Latinoamérica.
Considerando que emitir una factura electrónica permite recaudad impuestos que se traducen en mejoras como servicios y obras públicas nacionales.
Aparte genera una mejor calidad de vida para los habitantes. Como dice el compañero Ruiz, existen clases mas desfavorables que otras, clases que mantienen un alto margen de utilidades, mientras que los independientes que estamos al dia en nuestra recaudación y facturación sin evación alguna, gozamos de menos privilegios y no me digan que se traduce en servicios puesto que en toda la Rep. Mexicana los servicios son un asco y en ocasiones insuficientes.
Excelente tema, saludos cordiales.
Lic. Juan Arturo Leycegui Padilla.
Lic. Mercadotecnia Internacional.
Jorge Montoya Jiménez says
Patricio lo que dices es muy acertado, aquí el cambio debe generar otros cambios que contrarresten esa brecha de injusticia. El elemento de la factura digital universalizada para todos los sectores y actividades has sido y lo es una herramienta de impacto para el control de la evasión, sin embargo, considero que otro elemento de cambio paralelo y revolucionario sería eliminando el impuesto a las utilidades… ya lo he propuesto en algunos casos o al menos mencionado entre grupos de colegas en mi país (Costa Rica), y me dicen ese impuesto es un impuesto equitativo, dado que mi país quien gana más paga más, pero esto no del todo es cierto y precisamente por el punto que mencionas. Ahora como podríamos sustituir el impuestos de renta sobre las utilidades, creando un impuesto sobre los ingresos brutos para las entidades con fines de lucro y estos con la facturación digital o electrónica (como se le llama en mi país) estarían mayormente controlados, de esta manera, el registro del gasto o de los gastos ya no sería de importancia para el fisco, solo serían de importancia para la administración de los recursos y rentabilidad que es vela de las gerencias de empresas… Precisamente dos de las tantas de las razones por la cual una empresa no paga impuestos, son el no registrar todos sus ingresos (ya esto se controlaría con la factura digital) y el otro registrar gastos no autorizados, de una manera oculta entre la cantidad de gastos aprovechando quizás la poca eficiencia de la administración tributaria para fiscalizar. Este tema lo sigo analizando y estoy tratando de fundamentar en mi país para darlo a conocer con datos fehacientes y logre generar una inquietud de evolución en materia de impuesto de renta sobre las utilidades que no deja de ser un alto costo su fiscalización y no siempre el fisco llega a tiempo, pues también la ley permite la prescripción.