Resulta muy esperanzador ser testigo de cómo la electricidad cambia la vida de las personas cuando pueden tener este servicio tan esencial por primera vez. Es innegable que el acceso a la energía eléctrica provoca un cambio profundo en las poblaciones que nunca lo tuvieron. Este cambio puede tener un doble impacto en los proyectos de electrificación rural.
Por un lado, los beneficios del acceso al servicio eléctrico se evidencian en la mejora de la salud, educación y en nuevas oportunidades de actividades productivas. Pero esta satisfacción puede ser aún mayor cuando los proyectos ejecutados también son el resultado del esfuerzo de los mismos pobladores beneficiarios a través de su trabajo.
En Bolivia, cuando inspeccionamos proyectos de extensión de redes eléctricas o cuando participamos en las entregas de obras de sistemas aislados en poblados alejados de los grandes centros urbanos- ocho o 10 horas en vehículo por vías no pavimentadas y de difícil acceso- los bolivianos nos reciben con mucho entusiasmo. Las madres, los abuelos, los hermanos y hermanas se nos acercan y nos dicen con orgullo: mi hijo trabaja con ustedes, mi papá ayuda a plantar esos postes, mi hermana es la chofer de la camioneta. Cada relato transmite con orgullo la enorme satisfacción de haber contribuido al bienestar de la población con el aporte de su trabajo. Los proyectos de electrificación cambian la vida de la gente, pero también generan empleo, y lo hemos analizado y medido durante la ejecución de las obras.
Empleo local en zonas rurales
Las obras para ampliar el acceso a la electricidad a través de extensión de redes o soluciones con sistemas aislados no conectados a las redes tienen una característica que los distingue de los otros proyectos tradicionales en el mundo de la energía eléctrica. Estos proyectos demandan mano de obra local en sitios muy alejados donde no necesariamente el empleo abunda.
En este sentido, Bolivia no ha sido la excepción. Bajo el Programa de Electrificación Rural II financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se han realizado estudios de estimación de generación de empleo en proyectos de extensión de redes eléctricas en alta, media y baja tensión en zonas rurales del país. Los estudios tomaron como muestra el personal contratado (mano de obra directa) en tres zonas o pisos ecológicos diferentes: el altiplano, los valles y los llanos. Esta metodología fue utilizada para poder reflejar las particularidades y diferentes condiciones de cada piso ecológico e incluyó consideraciones para poder depurar el posible personal contratado más de una vez.
Para los proyectos en alta tensión, los resultados mostraron que aproximadamente 63 personas fueron contratadas por cada millón de dólares invertido (P/USD MM) y para media y baja tensión fueron 36 P/USD MM.
En el caso de Electrificación Rural se espera contratar un total de unas 2,700 personas entre profesionales, personal calificado y personal no calificado, estimando el personal que se podría contratar a lo largo del periodo de ejecución de todos los proyectos. A esto hay que sumarle la generación de empleo indirecto tales como los servicios de provisión de alimentación o transporte para los trabajadores, entre otros.
Nuevos emprendimientos
El acceso a energía eléctrica abre posibilidades a nuevos emprendimientos productivos y a través de ellos la generación de nuevos empleos en las zonas rurales. Las oportunidades son muy amplias y variadas como lo señalan las autoridades de los municipios que participaron en el programa que cuenta con el apoyo del BID.
Don Antonio (omitimos el apellido a propósito), un beneficiario en la zona rural del Departamento de Cochabamba nos cuenta sobre un interesante caso del sistema de bombeo de agua y oxigenadoras para criaderos de peces. Este sistema originalmente funcionaba con motores a diésel con altos costos operativos, que se mejoró gracias a la nueva red eléctrica y que incrementó sustancialmente su productividad.
En el año 2020, la pandemia ha desacelerado las inversiones y proyectos en el sector eléctrico en casi todos los países de la región. En su epílogo, el 2020 dejó clara la necesidad de renovar esfuerzos para promover e impulsar la reactivación económica mediante la creación de empleos. Y esto es importante porque permite continuar generando oportunidades laborales en sitios alejados de los grandes centros urbanos, promoviendo el trabajo de los hombres y mujeres de las zonas rurales.
Garcia Alfredo says
Excelente trabajo sobre los beneficios de la electrificación en el progreso y el bienestar de las personas y familias en áreas rurales.