En un año marcado por la volatilidad en los mercados energéticos mundiales, desde el BID enfocamos nuestro apoyo a las transiciones energéticas de bajo carbono, justas e inclusivas en la región. También continuamos evidenciando que esta transición hacia fuentes de energías limpias es compatible con la seguridad energética. Te explicamos en este blog las cuatro áreas de avance de nuestro trabajo en Energía en 2022.
- Gracias a nuestros socios en la región y a nuestro gran equipo de trabajo, cerramos 2022 concretando nuevos proyectos de energía por US$1,200 millones para avanzar la transición justa e inclusiva en Latinoamérica y el Caribe.
Este monto incluye recursos de fuentes de financiamiento del Banco, así como de otros socios que confían en el BID como el socio clave en la región para apoyar el sector energía, especialmente financiamiento climático. De hecho, más de 80% de este financiamiento está directamente relacionado con impulsar la descarbonización del sector energía en la región, un nivel récord para nuestro sector.
- Un buen ejemplo de este esfuerzo es la colaboración con el gobierno de Noruega para implementar el primer sistema solar de gran escala, de 33 MW, en Guyana. Este proyecto llevará la contribución de energía renovable en Guyana de prácticamente 0% a casi 20% . Esto representará un gran salto e ilustra cómo el BID ayuda a incorporar nuevas tecnologías en países donde aún la transición del sector eléctrico es aún incipiente.
- Otro ejemplo es la aprobación de una línea de crédito y la primera operación para que Uruguay consolide su transición energética de bajo carbono. Apoyaremos la implementación de sistemas de almacenamiento de energía para manejar la variabilidad de las fuentes renovables del país, que en 2021 logró cubrir prácticamente al 100% su demanda interna de energía con fuentes renovables como la hidroelectricidad, el viento y la energía solar.
- Continuamos impulsando la modernización y ampliación de redes eléctricas y su integración regional como una herramienta para descarbonizar e incrementar la resiliencia del sector eléctrico.
- Las redes de transmisión son fundamentales para incrementar la fortaleza de nuestros sistemas eléctricos e implementar fuentes renovables como la hidráulica, solar o eólica en los sitios donde existe el potencial. Esto ayuda también a desplazar el uso de fuentes más costosas y contaminantes.
- Un ejemplo de esto fue la aprobación de una línea de crédito de US$1.140 millones a Argentina para la descarbonización del sector energético. Financiaremos la construcción de redes de transmisión que desplazarán el uso de combustibles fósiles en diferentes provincias del país y habilitarán la capacidad de transmisión para energías renovables, así como la digitalización de los sistemas de gestión, control y supervisión de la red, incluyendo medidas de ciberseguridad.
- De manera similar, aprobamos un préstamo de US$260 millones a Paraguay para la expansión del sistema de transmisión eléctrica. Esta intervención permitirá al país interconectar su sistema y aumentar su resiliencia, ya que su demanda de electricidad es cubierta en su totalidad por la energía hidroelectricidad.
- Además de reforzar y expandir redes nacionales, contribuimos a que se dé un paso fundamental para la interconexión de redes internacionales. Estas interconexiones ayudan a aumentar la resiliencia de los sistemas eléctricos, ya que permiten que los países complementen entre sí sus distintos perfiles de recursos energéticos. Con un crédito de US$125 millones se financiará la expansión de la capacidad de interconexión entre Perú y Ecuador bajo un esquema de participación público-privada que contará también con US$125 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y financiamiento del sector privado para el tramo peruano de la interconexión.
- Aceleramos la descarbonización de nuevas fronteras en el sector energía como la movilidad eléctrica y el hidrógeno verde.
- Se aprobó un acuerdo con el Fondo Verde del Clima (GCF, por sus siglas en inglés) para crear el primer gran fondo y programa regional para acelerar la promoción de la movilidad eléctrica y el hidrógeno verde en América Latina y el Caribe. El proyecto, por hasta US$450 millones, contará con financiamiento concesional y no rembolsable por US$200 millones por parte del GCF. A través de este impulsaremos soluciones resilientes para la integración resiliente de sistemas de transporte y redes eléctricas.
- Asimismo, continuamos apoyando la profundización de las políticas y regulación necesarias para la introducción de nuevas tecnologías. Específicamente, se aprobó un préstamo de políticas de US$300 millones para Chile, que incluye acciones destinadas a acelerar el proceso de transición energética justa, limpia y sostenible del país, así como la adopción de regulaciones necesarias para el despliegue de infraestructura de carga y la definición de planes para el desarrollo del hidrógeno verde.
- Avanzamos en el camino para contribuir a que la transición energética sea justa e inclusiva.
La transición energética es una oportunidad para contribuir a la reducción de brechas de género en el sector. Según IRENA, en el sector de energías renovable un 32% de la fuerza laboral son mujeres, lo cual contrasta con un 22% en las industrias fósiles. Asimismo, según un estudio reciente del BID, las empresas de generación de energía renovable con mayor eficiencia relativa en la relación capital-trabajo tienen una mayor participación de mujeres.
El 100% de los proyectos de energía aprobadas en 2022 están alineados con las políticas de género y diversidad del Banco, identificando las barreras y diseñando acciones concretas para reducir las brechas.
- Por ejemplo, dentro del financiamiento de políticas en Chile, se desarrolló un plan de acción público-privado para la inserción laboral de mujeres, así como la incorporación de criterios de género en las licitaciones públicas.
Los empleos en las nuevas tecnologías no se darán de manera automática y se tiene que invertir en capacitar a los recursos humanos para adaptarse al nuevo panorama económico.
- Como ejemplo, apoyamos la creación de capacidades en el entendimiento, operación y mantenimiento de nuevas tecnologías. Esto incluye la implementación de variados programas de entramiento en movilidad eléctrica a mecánicos y diferentes actores de la cadena automotriz en Jamaica y Guyana entre otros países del Caribe.
- Asimismo, en Panamá apoyamos al Gobierno a implementar el programa para que mujeres indígenas adquieran capacidades básicas para el mantenimiento de sistemas solares utilizados para llevar por primera vez acceso a la electricidad en comunidades rurales.
- En 2023 la incertidumbre en los mercados energéticos internacionales y las cadenas de valor de la industria energética continuará. Los retos, pero también las oportunidades, siguen siendo enormes.
A través de nuestro trabajo, hemos podido evidenciar la importancia de incluir a todos los actores en la transición y contribuir las capacidades para aprovechar y captar los empleos de futuro. También reiteramos que es posible alinear la transición energética con las lecciones aprendidas de continuar avanzándola con un enfoque más inclusivo y que mitigue los riesgos de seguridad energética.
¡Feliz año nuevo 2023!
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su aritma says
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İzmir su arıtma says
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Mitra Su Arıtma says
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