Las Islas Galápagos, en Ecuador, son reconocidas a nivel mundial por su rica biodiversidad y su incomparable belleza natural. Sin embargo, este patrimonio natural de la humanidad se encuentra amenazado por la huella de carbono generada a través las actividades humanas que se efectúan en el archipiélago. Hoy en día, el transporte terrestre y marítimo son responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que tiene un importante impacto ambiental, con efectos en las especies endémicas de las islas.
Por esta razón, se ha desarrollado el plan de transición energética para las islas denominado Evolución Energética, cuyos objetivos principales incluyen la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y disminuir el impacto fiscal de los subsidios de los combustibles líquidos y de la energía eléctrica. Otro punto esencial del plan es la participación de los pobladores de la isla, ya que se busca empoderar a los usuarios en el liderazgo del proceso de transición. Asimismo, en temas de género, se fomenta una mayor participación de la mujer en el sector eléctrico de las islas y, sobre todo, se asegura la sostenibilidad y la protección de la biodiversidad de las islas encantadas.
El camino hacia Galápagos con energía 100% limpia
El Plan de Transición Energética de las Islas Galápagos propone medidas clave para impulsar la adopción de energías renovables y mejorar la eficiencia energética. En él se plantean:
- La inversión en tecnologías renovables no convencionales para la generación de electricidad, así como el desarrollo de un programa de eficiencia energética.
- La implementación de programas para una gestión eficiente de la demanda mediante sistemas de almacenamiento de energía, con el objetivo de cubrir el 85% de la demanda con fuentes limpias para el año 2030.
- La digitalización del sistema eléctrico, fomentar la participación social con enfoque de género y utilizar bonos de carbono como incentivo para reducir las emisiones
- Además, se busca reducir el impacto ambiental del transporte marítimo y terrestre, que hoy en día es responsable del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero en las islas. Para lograrlo, se reemplazarán los combustibles fósiles por fuentes de energía limpia y renovable, como el hidrógeno verde y otros vectores energéticos. Con este mismo objetivo, se tiene previsto implementar un plan integral de transporte y electromovilidad.
Con esta iniciativa, Ecuador se compromete a alinearse con los objetivos de reducción de CO2 establecidos en el Acuerdo de París y contribuir así en la lucha contra el cambio climático. La visión a largo plazo es lograr una generación de energía eficiente, sostenible y sustentable en todo el archipiélago para el año 2050.
Empoderamiento de la población para una transición inclusiva
En el diseño e implementación de este plan se ha tomado en cuenta la participación de la sociedad civil. La transición energética requiere de la colaboración y el compromiso de todos los sectores de la población, incluyendo a las comunidades locales, organizaciones no gubernamentales, sector privado y la academia. La participación de la población no solo permite contar con diferentes perspectivas y conocimientos, sino que también fomenta un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia la protección del medioambiente.
Además, es esencial incorporar una perspectiva de género en la planificación y ejecución de la transición energética. Las mujeres desempeñan un papel crucial en la conservación del medioambiente y su inclusión activa en este proceso asegura que se aborden las necesidades y desafíos específicos que enfrentan. La equidad de género en la toma de decisiones y la distribución equitativa de los beneficios son elementos clave para lograr una transición energética limpia, justa e inclusiva. Las acciones propuestas para el plan de transición están dirigidas a atraer más mujeres profesionales al sector eléctrico, facilitar el acceso a los recursos energéticos para todas las mujeres, e incluir la participación de más mujeres en las instituciones y la formación y entrenamiento técnico en los aspectos de las energías. De la misma manera dentro de las acciones del plan se considera promover el desarrollo de proyectos comunitarios para el empoderamiento económico, con prioridad para mujeres a través del acceso a la energía.
El apoyo del BID
El apoyo del BID para la transición energética en Ecuador no culmina con la presentación de este plan. Por el contrario, se expande a nivel nacional para avanzar hacia una matriz energética más limpia y sostenible. El Banco apoya con su apoyo técnico y financiero para fortalecer la capacidad de gestión estratégica en el desarrollo e implementación de la transición energética del país.
El BID ha respaldado el desarrollo de acciones concretas en el ámbito de la transición energética desde hace varios años, a través del financiamiento de programas como el Plan de Inversiones en Apoyo al Cambio de la Matriz Energética de Ecuador, entre otros. Estas iniciativas buscan, además, promover la capacitación y formación de profesionales en el sector de las energías limpias, con el objetivo de generar empleo y garantizar la equidad de género. Además, se busca fomentar el desarrollo de una industria energética sostenible en la región, en aras de un futuro energético más limpio y sostenible.
A medida que avanzamos en la descarbonización en América Latina, impulsar este tipo de iniciativas es sumamente importante. Reconociendo el amplio valor que tienen las Galápagos para la región, el éxito de este plan no solo traerá beneficios para las Islas, sino también será un ejemplo de sustentabilidad, transición energética justa y con alineación a las metas trazadas para mitigar los impactos del cambio climático.
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