Sé discreta, sonríe más, el fútbol es para niños, juega con esta muñeca, no levantes la voz, sé una dama, come una ensalada, las niñas leen mejor. Si bien las mujeres en América Latina y el Caribe han avanzado mucho en el último cuarto de siglo, obteniendo un acceso equitativo a la educación y aumentando su participación en la política y el mercado laboral, los niños todavía son educados con estereotipos sobre lo que una niña debería ser y hacer.
La evidencia ha demostrado que los niños adoptan los estereotipos culturales a una edad muy temprana. Algunos de esos estereotipos hacen parecer a las mujeres no tan capaces de desempeñarse bien en los campos de la ciencia como los hombres. Investigaciones de los Estados Unidos muestran que estos estereotipos provienen de muchas fuentes, el hogar, la escuela, los medios de comunicación y, a menudo, son los adultos quienes los refuerzan con mensajes sutiles como los mencionados anteriormente.
Se ha demostrado que este tipo de estereotipos y creencias autolimitantes afectan el camino educativo de las niñas y las opciones de carrera a futuro. Incluso desalentándolas de seguir carreras de prestigio que usualmente están dominadas por los hombres porque son valorados por ser brillantes.
Las niñas deben poder desarrollarse en campos que despierten su curiosidad, lo que haría que sus competencias se desarrollen y crezcan con el tiempo. Para hacer esto, los padres y maestros no sólo deben exponerlas a historias de éxito femeninas y modelos de conducta positivos, sino también deben cambiar la narrativa sobre la inteligencia y las habilidades de STEAM como una cualidad masculina. Las niñas son tan capaces como los niños para sobresalir en esos campos.
Hasta los cinco años de edad, la mayoría de los niños ven el mundo y sus habilidades para navegar de manera similar, sin importar el género. Sin embargo, a los seis o siete, las niñas comienzan a creer que no son lo suficientemente inteligentes como para participar en ciertas actividades, específicamente matemáticas.
En general, las niñas experimentan más ansiedad ante las matemáticas que los niños, lo que influye en su rendimiento en pruebas y, finalmente, reprime la propensión a participar en profesiones STEAM. Aquí es donde la interacción entre profesores, cuidadores y estudiantes juega un papel importante. No deben reforzar los estereotipos de que los niños son mejores en STEAM que las niñas. La socialización debe ser igual para ambos para no influir negativamente en la formación de la identidad.
Creemos que al exponer a los niños a modelos de roles femeninos positivos, los estereotipos de género sobre STEAM pueden disminuir y, en última instancia, el desempeño y los aprendizajes de las niñas durante los años escolares pueden mejorar, lo que las haría más propensas a estudiar carreras como ingeniería, programación o matemáticas que son mejor pagadas en el mercado laboral.
La narrativa de que las niñas son “menos que los niños” comienza temprano. El ambiente les dice, sutilmente, que no son capaces de hacer ciertas cosas que los niños pueden hacer, lo que al final las limita. Como educadores, padres y creadores de políticas, debemos preguntarnos si estamos formando parte del problema, incluso sin ser de forma intencional. ¿Cómo podemos cambiarlo? ¿Qué otras cosas podemos hacer para reducir los estereotipos de género sobre los campos STEM?
Podríamos comenzar limitando la exposición a los estereotipos negativos y alentando a las niñas a desafiarlos. Además, fortalecer el aprendizaje social y emocional también podría ayudar a fortalecer la confianza y cómo lidiar con las emociones negativas. Promover el esfuerzo y el trabajo duro como la clave para el éxito, contribuye a crear confianza y competencia. Por último, estimular la imaginación de los niños fomenta la curiosidad y la innovación.
Este es un paradigma que la sociedad, en conjunto, debe tratar de resolver, y todos nosotros, desde nuestras diferentes posiciones, debemos contribuir. Debemos demostrarle a las niñas que pueden hacer cualquier cosa, que sus sueños y esperanzas son algo que pueden lograr. Tu, ¿Qué estás haciendo?
Cristina Bloj dice
Hola Andrea me interó mucho tu artículo porque estoy hace tres años trabajando en el campo de la Educación Técnico Profesional y Género en Argentina. Inicié para una consultoria de CEPAL Santiago de Chile en la División de Género y en este momento estamos realizando un nuevo estudio en la Provincia de Santa Fe (Argentina). Me gustaría que estemos en contacto y que intercambiemos información y espacios para continuar las investigaciones como supongo que será el BID en el área de Educación; si tenés interés te puedo enviar mi publicación. Cariños
Antonio A. Albán dice
Muy bueno y oportuno artículo, felicitaciones de la Revista EDUCACIÓN, el nuevo periodismo ecuatoriano desde 2004.
Sabrina dice
Hola mi nombre es Sabrina , soy Lic. en Trabajo social y me dedico a trabajar, hace 10 años, en situaciones de violencias contra las mujeres (niñas, adolescentes y adultas) y en abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes.
He leido la nota y me resulta sumamente interesante, pensando en la BRECHA DE SUEÑOS que existe entre las niñas y los niños.
Ademas les comento que desde el equipo con el que trabajo hemos realizamos un spot contra el abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes inclusivo, dado que esta subtitulado y audiodescripto. Consta de dos productos audiovisuales uno destinado a adultos/as y otro a niños/as y adolescentes.
Si les interesa lo puedo compartir.
Gracias por la nota.
Saludos cordiales
Norma Vizcaino dice
Hola.
Soy docente de lngenieria tengo muchos años de experiencia y no he visto diferencia en capacidad entre hombres y mujeres. Al contrario las mujeres organizan y son mas cumplidas.
Saludos.
Manuel Chaves Quirós dice
Hola!
Me gustaría compartir algunos artículos que he escrito sobre estos temas y un libro que he publicado recientemente sobre un test que desarrollé para determinar madurez vocacional, intereses y habilidades en niños y niñas de escuela primaria…
¿Cómo podría hacer?
Saludos,
Manuel Chaves Quirós