Escrito por: Emiliana Vegas
La educación es uno de los temas prioritarios para la Alianza del Pacífico. Los jefes de estado de los países miembros —Colombia, Chile, México y Perú— han reconocido que invertir en educación es clave para consolidar esta plataforma y avanzar en el desarrollo de sus economías. Con esta convicción se ha iniciado recientemente un diálogo entre estos países y la comunidad internacional para intercambiar experiencias e identificar factores que garanticen la transición de nuestros jóvenes al sector productivo.
Esta conversación, formalizada en el I Foro de Educación de la Alianza del Pacífico realizado en Lima la semana pasada, no puede ser más pertinente. En las pruebas internacionales PISA que evalúan a estudiantes de secundaria, los alumnos de los mejores colegios privados de los países de la Alianza muestran peor rendimiento que los de escuelas públicas de nivel socioeconómico bajo en países de alto desempeño académico como Australia y Japón. Esto nos habla de los bajos niveles de aprendizaje en el sistema educativo.
Afrontar esta realidad no es tarea fácil. Los países de la Alianza han realizado importantes esfuerzos en mejorar la calidad de sus sistemas: han aumentado el gasto público dedicado a educación, logrado avances de cobertura y mejorado las tasas de graduación de secundaria. Sin embargo, los logros alcanzados esconden grandes desigualdades entre estratos socioeconómicos.
Los cuatro países conocen estos desafíos y han tomado importantes decisiones al respecto. En materia de gasto, por ejemplo, Chile ha realizado esfuerzos considerables en aumentar la inversión en educación y hacerla más eficiente y focalizada, introduciendo fórmulas ponderadas de financiamiento para asistir a alumnos de bajos recursos. En cuanto a sistemas de rendición de cuentas, Chile y Colombia han trabajado en la publicación de resultados por escuela, identificando y apoyando a aquellas que muestran bajo desempeño. Adicionalmente, en la búsqueda por mejorar la calidad de los maestros, los cuatro países de la Alianza han impulsado importantes reformas docentes. Recientemente, México y Perú han establecido sistemas de evaluación e incentivos.
Aún con estos esfuerzos, persiste un importante desafío en común: la deserción escolar. En los cuatro países los bajos retornos que los alumnos perciben de la educación y los persistentes factores de riesgo, como la violencia y el embarazo adolescente, amenazan la permanencia de los jóvenes en la escuela. Aún más preocupante es la proporción de “ninis”: uno de cada cinco jóvenes entre 15 y 24 años ni estudia ni trabaja, una cifra entre las más altas en el mundo.
Para mantener a los jóvenes en la escuela es necesario que los currículos se mantengan relevantes para la experiencia de los estudiantes, manteniendo altas expectativas de aprendizajes y mejorando sus opciones para el futuro. Por un lado, los programas de secundaria deben poder preparar efectivamente a los estudiantes que continúan hacia una educación post-secundaria. Por el otro, la educación técnica debe consolidarse como una alternativa viable para que los jóvenes que ingresan directamente al sistema productivo dispongan de conocimientos útiles e innovadores para participar en una economía dinámica.
El éxito de esta tarea no depende solo de las escuelas, sino de una relación estrecha entre el sector productivo y el sistema educativo. Así, estaríamos formando a nuestros jóvenes con las competencias necesarias para cumplir con las demandas del sector productivo y con las habilidades para que sigan aprendiendo a lo largo de sus vidas.
Me quiero referir a este interesante PARRAFO: “El éxito de esta tarea no depende solo de las escuelas, sino de una relación estrecha entre el sector productivo y el sistema educativo”. YO INCLUYO TAMBIEN EL SECTOR DE LA FAMILIA.
CONSIDERO DE GRAN IMPORTANCIA QUE ESTE ESTUDIO SE REALICE TAMBIEN EN LAS ZONAS RURALES. Hay colegios situados en los municipios, corregimiento o en las veredaS. Las familias ubicadas en la Veredas por lo general viven en fincas a una gran distancia en algunos casos del colegio y creo que deberiamos caracterizar no solo a los colegios sino tambien saber como viven sus padres o las familias, saber cuales son sus ingresos, cuantos hijos tienen, a que se dedican; pues si al interior de estas familias ronda violencia intrafamiliar por ejemplo, deberiamos ahondar mas para saber o descubrir si las familias necesitan de un profesional bespecializados que los guie u oriente con disciplinas como Psicologos en fin preparar a los padres para que la educacion que ellos le infunden a sus hijos sea adecuada para vivir en convivencia, en comunidad. En nuestro hogar nos dan las primeras pautas de los habitos de vida, inculcan los principios y valores de las personas; en el colegio nos forman y esto marca para ser una persona de bien en un futuro.
Agrego algo mas: Estos niños no sabemos como se trasladan de la finca al colegio y visceversa. Que medio de transporte utilizan, sus padres no tienen los medios para mandarlos y los vehiculos en las veredas es dificil de conseguir. ESTOS NIÑOS TERMINAN ABANDONANDO SU ESCUELA, debido a que los niños si van al colegio a pie llegan agotados y el rendimiento, la asimilacion del joven disminuye. Esta es una gran necesidad.
ahora por que saber de sus padres? ademas de los comentarios anteriores, podemos detectar si requieren de capacitaci{on para ser productivos, sobre todo las amas de casa o Madres de familia. En cuanto a los Padres, se entiende que si viven en el campo se dedican a la actividad agricola, ganadera etc.
Agradezco su atención y sus comentarios