¿Sabías que los seguros obligatorios de vehículos son un mecanismo fundamental para la seguridad vial de los países de la región?
Pues, efectivamente lo son y por varias razones:
- Garantizan que las víctimas cuenten con los recursos requeridos para la atención inmediata y completa de las lesiones por trauma y sean compensadas por las lesiones que sufrieron;
- Indemnizan a las familias que perdieron sus parientes en siniestros de tránsito;
- generan incentivos de buen comportamiento entre los conductores.
- apoyan en la recaudación de recursos para fortalecer las instituciones líderes de seguridad vial y la implementación de programas de prevención de siniestros;
- proveen información oportuna y de calidad para adelantar intervenciones basadas en evidencia.
Al cierre de 2021, la industria de seguros de 9 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Perú y Uruguay) registra pagos de siniestros por USD 1,4 billones de los seguros obligatorios vehiculares a beneficiarios, especialmente dirigidos a los centros de salud que atienden a las víctimas. Por ejemplo, en Colombia y Bolivia, 90% y 81% de los pagos van a los centros de salud, respectivamente.
Aunque la importancia de los seguros a la seguridad vial es clara, América Latina tiene que mejorar sus políticas de seguro vehicular obligatorio
En América Latina y el Caribe, son cinco los países que no exigen tal obligación a los propietarios de vehículos, lo que genera una presión importante en los sistemas de salud para garantizar los recursos necesarios en la atención de víctimas lesionadas por siniestros viales. Honduras, El Salvador y Paraguay no tienen ninguna política de seguros vehiculares obligatorios, mientras México (tiene seguro limitado a eventos ocurridos en caminos, vías y puentes federales) y Guatemala (tiene seguro obligatorio sólo para vehículos de transporte público interurbano) tienen coberturas limitadas. Los demás países cuentan con esquemas de aseguramiento que varían en términos de cobertura por víctima, estructura técnica, aprovechamiento de información, y forma de mercado.
Los países donde el seguro vehicular es obligatorio sufren con altas tasas de evasión. La evasión, además de afectar de manera directa a las víctimas, genera presión al costo unitario del seguro para quienes sí dan cumplimiento con la medida, dado que la distribución del valor esperado de siniestros recae sobre un menor número de vehículos.
Así las cosas, al cierre de 2021 la evasión estimada para Argentina es de 18,6%, Bolivia 34,4%, Colombia 46,3%, Panamá 1%, Perú 54,9% y Uruguay 19,7%. Brasil por su parte registró una evasión del 34,4% y está a la espera de las decisiones futuras que se tomen sobre el seguro obligatorio.
¿Cuál es el camino a seguir?
Los seguros de vehículos, en especial los obligatorios, tienen el potencial de incidir favorablemente en la seguridad vial. Aprovechar dicho potencial requiere ajustes legales, reglamentarios, y validaciones técnicas que garanticen esquemas que se ajusten a la realidad económica y social de cada país, pero que en especial cumpla su propósito fundamental: reducir las fatalidades y lesiones por siniestros de tránsito, al tiempo que provea los recursos para las víctimas que lo requieren.
Además, evidencias internacionales demuestran que para lograr un cumplimiento efectivo de la medida es necesario tener un registro único de vehículos, que tenga la capacidad de integrarse con los distintos registros requeridos en materia de seguridad vial (registros de vehículos, conductores / licencias de conducción, infracciones de tránsito, seguros obligatorios, revisión técnica, escuelas de formación de conductores, lesionados, fatalidades, por mencionar algunos), a partir del cual se puedan hacer validaciones en línea. Ello acompañado de un marco normativo que permita ejecutar validaciones automáticas dentro del sistema y que sea el soporte para adelantar los trámites periódicos requeridos al propietario o tenedor del vehículo según la normativa vigente e imponer las sanciones que correspondan de observarse incumplimiento de algunas de ellas. Holanda, a título de ejemplo, implementó estas medidas y actualmente registra un nivel de evasión de 0,3% en un parque vehicular de 12 millones de vehículos. Es fundamental también que los conductores entiendan la importancia de estar asegurados, para ellos mismos y para el conjunto de la sociedad.
El programa Movernos Seguros, iniciativa del BID y de la Federación Internacional de Automóvil lanzada en 2017, promueve procesos de construcción colaborativa en el que participen todos los actores involucrados en la seguridad vial – instituciones públicas y privadas, propietarios de vehículos, víctimas y centros de salud – con el objetivo de mejorar las políticas de seguridad vehicular obligatorio, como una de las áreas de trabajo definida por el Nuevo Decenio de Acción de las Naciones Unidas 2021-2030. Actualmente, el programa apoya a Costa Rica, El Salvador, Honduras, Jamaica, Paraguay, y Perú en implementar y mejorar sus políticas. Para conocer más sobre la situación de los seguros, el BID ha publicado un diagnóstico de la situación de seguridad vial y seguros obligatorios en 2019 que puede ser consultado aquí.
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