La región de América Latina y el Caribe (ALC) se enfrenta al doble reto de reducir la brecha en desarrollo y las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), según los compromisos adquiridos por los países en el Acuerdo de Paris. El sector transporte en ALC es responsable del 35% de las emisiones totales de GEI procedentes de la quema de combustibles fósiles, pero también genera otros gases como monóxido de carbono (CO), óxido de nitrógeno (NOx) y material particulado que tienen un impacto importante en la salud de sus habitantes. 150 millones de personas en ALC respiran un aire que supera los límites de PM2.5 sugeridos por la OMS, y que son el principal factor de reducción de expectativa de vida a nivel mundial.
Por esta razón, la electromovilidad es una gran oportunidad para reducir la contribución de las emisiones de GEI y la descarbonización del sector, siempre que la fuente de energía de los vehículos eléctricos sea limpia y considerando la composición de la matriz energética de cada país en particular.
En la región de ALC, la generación de energía eléctrica proviene de fuentes más limpias cuando se compara con otros países, y particularmente en Paraguay el escenario es aún más prometedor, pues la totalidad de la energía eléctrica es generada por las hidroeléctricas (Itaipú y Yacyretá). Paradójicamente, esta abundancia de fuentes limpias no es aprovechada en su totalidad. Según los datos del Viceministerio de Energía y Minas de Paraguay, solo el 19% del consumo final de energía es de electricidad, mientras que el 39% es de derivados de petróleo, De este porcentaje, el sector transporte es el mayor consumidor, pues utiliza alrededor del 92%, siendo el total de estos combustibles importados, de acuerdo con el Balance de Energético Nacional (BEN) para Paraguay.
Teniendo en cuenta lo anterior, es claro que la matriz energética eléctrica de Paraguay ofrece la oportunidad para que la transición hacia vehículos eléctricos en el país realmente contribuya a la reducción de emisiones al ser su fuente energética primaria limpia.
Por otra parte, se debe reconocer que aún existen elevados costos de adquisición de los vehículos, pero con el desarrollo de la tecnología y con los bajos costos de operación, la accesibilidad dejará de ser un problema.
En respuesta a la necesidad de promover una movilidad más sustentable y a la oportunidad particular con la que cuenta Paraguay en recursos energéticos eléctricos, el BID ha apoyado desde 2019, en conjunto con la Federación Internacional del Automóvil (FIA), al Gobierno de Paraguay en la conformación de una Mesa de Electromovilidad y de un Comité de Coordinación, con actores del sector público y privado. Como resultado de estas mesas, se construyó la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, con el objetivo de apoyar al gobierno a implementar programas de transporte bajo en carbono, en concordancia con la Política Energética Nacional 2040 (PEN40), el Plan Nacional de Desarrollo 2030 (PND30) y los compromisos adquiridos por el país en sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas o NDC, por sus siglas en inglés, de reducir el 20%[1] de sus emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030.
En la estrategia se establecen acciones y metas que permitan asegurar y promover el desarrollo de programas y políticas que fomenten la transición hacia la movilidad eléctrica apuntando a la seguridad energética, el desarrollo industrial, el progreso social y la sustentabilidad ambiental del Paraguay; orientado a diversos modos de desplazamiento. La estrategia se estructura en cinco ejes estratégicos, cada uno de los cuales tiene un objetivo y una serie de acciones o líneas estratégicas que brindan orientaciones hacia donde deben dirigirse los esfuerzos durante su implementación. De esta forma, Paraguay busca ser referente regional de Movilidad Eléctrica mediante una transición tecnológica, ambiental, social y económicamente sostenible.
La Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica de Paraguay fue aprobada por el Poder Ejecutivo, mediante el Decreto 8840 del 08 de febrero de 2023 . Asimismo, mediante este Decreto se creó el Consejo Estratégico de Movilidad Eléctrica, el cual está conformado por 10 instituciones del estado Paraguayo, y que actuará como instancia de facilitación del proceso de transición hacia la movilidad eléctrica del país.
[1] Meta unilateral del 10% que podría incrementarse en 10% adicional sujeto a apoyo internacional.
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