En los últimos años, el área metropolitana de Asunción creció a un ritmo trepidante. Ciudades suburbanas como Luque, Fernando de la Mora, San Lorenzo o Lambaré se están expandiendo incluso más rápido que Asunción, y su tasa de motorización (la cantidad de vehículos por habitante) también está creciendo a un ritmo acelerado. El problema de este modelo de desarrollo urbano disperso es que favorece el uso del auto particular, aumentando la congestión y la polución y afectando negativamente a la calidad de vida de los habitantes del área metropolitana. Por si fuera poco, el uso del transporte público ha disminuido en las últimas décadas: desde 1988, el porcentaje de viajes en la red de transporte público del área metropolitana ha pasado de representar el 64% del total a un 52%.
El centro de Asunción también se enfrenta a importantes retos. Aunque se trata de uno de los sectores urbanos más significativos del país y concentra importantes actividades comerciales y de gobierno, en las últimas décadas ha sufrido un abandono que ha provocado que gran parte de sus pobladores se mudaran hacia otras zonas, provocando un aumento de la precariedad, una mayor percepción de inseguridad y la bajada de los valores de la propiedad. Sin embargo, el centro de Asunción es una joya con gran potencial por su importante significación histórica y su elevado potencial urbanístico.
Una de las claves para impulsar el centro de la ciudad y para lograr un modelo de crecimiento más sustentable para toda el área metropolitana es aumentar la inversión en la red de transporte público y reorientar la planeación urbana de la ciudad.
Con ese objetivo nació el Plan Metropolitano de Transporte, que busca reestructurar el sistema de transporte y movilidad metropolitana con el objeto de reducir la congestión en las principales avenidas radiales de ingreso a la ciudad de Asunción, en las que la capacidad de los buses no es aprovechada al máximo. Este plan está impulsando la construcción de un sistema integrado de transporte con mayor capacidad y con carriles exclusivos alimentado desde los barrios y las ciudades periféricas empezando con un primer corredor en la avenida Eusebio Ayala, que representa aproximadamente el 42% de los viajes en transporte público de toda el área metropolitana con unos 17.000 pasajeros por hora y sentido.
Sin embargo, este ambicioso plan va más allá de la creación de carriles exclusivos para autobuses entre el centro de la ciudad de San Lorenzo y el centro de Asunción. Además de reducir los tiempos de viaje y aumentar el confort de los pasajeros, el proyecto también impulsará la revitalización de la zona central de Asunción, a través de intervenciones urbanas innovadoras como la implantación de vías peatonales y senderos para bicicletas, la renovación y conformación de parques, la construcción de obras de saneamiento pluvial y alcantarillado y la construcción de un nuevo centro de servicios de atención al público del Estado con certificación LEED por su eficiencia energética y bajas emisiones de carbono. Además, como resultado de las obras de revitalización urbana, se rehabilitará el barrio de San Jerónimo y sus espacios abiertos, así como el enlace vial de los tres Poderes del Estado.
Como en cualquier otra obra de esta envergadura, este ambicioso plan está trayendo consigo molestias a los ciudadanos durante su ejecución en forma de ruido y tráfico, pero es importante no perder la perspectiva de todos los beneficios que traerá una vez completado. Pasado el período de construcción, este plan creará un área metropolitana mejor conectada y con un modelo de movilidad más rápido, eficiente y sustentable, y un centro de la ciudad revitalizado, caminable y diseñado para atender a las necesidades de todos los ciudadanos. Por eso, es momento de apostar por una visión de futuro y de pensar no solo en los intereses a corto plazo, sino en la Asunción que queremos para las generaciones venideras.
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