
Estas realidades que enfrentan las mujeres rurales en América Latina y el Caribe no han recibido mucha atención, a pesar de que ellas representan una cuarta parte de la población mundial. A diferencia de lo que vemos en la esfera urbana, donde cada vez se generar más datos y evidencias sobre las brechas de movilidad que enfrentan las mujeres, en el mundo rural existe muy poca evidencia al respecto.
Por tal razón, desde el Transport Gender Lab colaboramos con la Secretaría de Movilidad de Hidalgo para implementar una investigación innovadora, enfocada en analizar los patrones de movilidad e inmovilidad en la experiencia cotidiana de mujeres mayoritariamente rurales. Dicho estudio analizó tres municipios del Estado de Hidalgo en México donde hay una población mayoritariamente rural y con un alto porcentaje de personas indígenas, una variable que según los resultados es un factor adicional para invisibilizar a las mujeres con necesidades diversas.
(In) Movilidades Invisibles
Uno de los principales hallazgos fue la alta inmovilidad de las mujeres, medida por la realización o no de viajes. En general, las mujeres participantes de nuestro estudio pasan varios días sin salir de casa, principalmente los fines de semana, donde en promedio, 8 de cada 10 mujeres es inmóvil independiente del municipio en el que habita y que mientras su edad aumenta, su nivel de inmovilidad también. El principal motivo para no moverse es el trabajo doméstico. Este factor es de suma importancia para el estudio ya que la movilidad abre la puerta a oportunidades de estudio y laborales y al permaneces inmóviles, estas mujeres están quedando desprovistas de estas oportunidades.
Mujeres que no viajaron por municipio

Otro hallazgo importante es el peso que tienen los viajes por razones de cuidado en las mujeres predominantemente rurales. La mayoría de los viajes que realizan las mujeres están relacionados a responsabilidades domésticas como ir de compras, llevar a los niños a la escuela o a casa de algún familiar para su cuidado.
Brechas de infraestructura y servicios en zonas predominantemente rurales
Es importante destacar que la mayoría de los viajes que realizan las mujeres son caminando y en segundo lugar en combi o urvan.
Las participantes en el estudio han expresado múltiples problemáticas. Por ejemplo, quienes utilizan transporte público deben esperar en promedio 20 minutos para acceder a su transporte (y no circulan todos los días en algunas localidades) reduciendo su tiempo disponible para otras actividades y como resultado dando pie a la pobreza de tiempo. Otro problema es la pobreza de transporte que se muestra en la baja oferta de modos de transporte en sus localidades, el mal estado de la infraestructura, los costos elevados tanto del transporte formal como el informal y barreras temporales como el clima que en extremos de lluvia y calor les impiden movilizarse.
Una problemática que, al igual que las mujeres ha estado invisibilizada es la inseguridad y el acoso sexual que estas sufren.
Solo un 35% de las encuestadas menciona sentirse insegura en el transporte. Sin embargo, al preguntar por situaciones específicas el porcentaje sube hasta un 70% que ha sido manoseada o recargada sin su consentimiento.
El estudio nos permitió concluir que existe una cautividad en el transporte debido a los problemas de calidad, accesibilidad y cobertura del servicio de transporte público; y esto obliga a las mujeres a depender de modos informales y de sus traslados a pie; a pesar de las condiciones climáticas o las largas distancias. Estos factores favorecen que las mujeres predominantemente rurales se mantengan en situaciones de inmovilidad; lo cual agudiza la inaccesibilidad a oportunidades laborales y de estudio, asi como la pobreza en el transporte. La prestación de los servicios de transporte integrados y conscientes del entorno rural permite un mejor acceso a las actividades económicas y sociales; conduciendo a una mejora en la calidad de vida de las mujeres y a una reducción en las brechas económicas.
Mujeres cautivas por el transporte: un llamado a la acción
Todos estos hallazgos han sido utilizados para generar una serie de recomendaciones que demandan inversiones en infraestructura y servicios de transporte. Así como de política y participación ciudadana. Estas acciones van desde la infraestructura con diseños de paradas adecuadas para las características temporales; sistemas de información legibles y accesibles; hasta el diseño de medidas para mejorar la seguridad y comodidad dentro de las unidades de transporte; y encontrar mecanismos de regulación de costos y tiempos de traslado.
Algunos ejemplos de acciones por los ejes del estudio son:

Este estudio fue solo un primer paso, un llamado a la acción, a poner nuestras miradas en estas poblaciones para mejorar sus vidas y sus condiciones de movilidad; a hacerlas visibles y terminar con el cautiverio que hasta ahora han mantenido en el transporte.

Para conocer más de la situación de las mujeres en los tres municipios y las recomendaciones producto del análisis lee nuestra más reciente publicación: Movilidades Invisibles. Patrones de movilidad cotidiana de mujeres en tres municipios del estado de Hidalgo, México.
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