El mundo laboral del transporte es para las mujeres un espacio de difícil acceso. Su participación residual en esta actividad económica lo convierte en un ámbito fuertemente masculinizado. Esta situación se replica en distintos países de América Latina y el Caribe (BID, 2019) y el caso argentino no es la excepción. El proyecto “Moviéndose por la igualdad, trabajadoras del transporte” realizado desde el Programa Interdisciplinario de la Universidad de Buenos Aires sobre Transporte (PIUBAT), permite constatar esta afirmación con datos actualizados de los diferentes subsectores del transporte, al año 2020.
Este proyecto ha generado el primer informe sectorial con información sistematizada de la participación laboral de las mujeres en el transporte público colectivo de pasajeros de la Región Metropolitana de Buenos Aires[1] y aerocomercial (Pérez y Hernandez, 2020).
Las brechas de género varían entre las empresas que prestan servicios en los distintos modos de transporte, tal como se observa en el gráfico 1.
En el caso metropolitano, el autotransporte público de pasajeros es el modo que peor relación presenta en lo que respecta a la participación de las mujeres, ellas son apenas el 1%.
En los modos guidados (trenes de superficie y subterráneo) representan el 13% y 20% respectivamente. La mejor relación se observa en el sector aerocomercial donde alcanzan el 30% en la línea aérea de bandera.
La participación de las mujeres mejora en las empresas de infraestructura ferroviaria (Administradora de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado y Subterráneo de Buenos Aires Sociedad del Estado) donde son el 29%. Es mejor aún en el ente de control (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) donde representan el 40%.
Estos números nos muestran la altitud de las barreras de acceso que las mujeres encuentran en este sector, pero nada nos dice sobre qué tareas realizan aquellas que lograron insertarse. Entonces, ¿de qué trabajan las mujeres?
La respuesta difícilmente logra deponer los estereotipos de género.
Los datos permiten constatar que ellas representan una proporción minoritaria en los puestos de mayor responsabilidad en la toma de decisiones, situación que se repite en todas las empresas y organismos analizados. Su inserción tiene mayores probabilidades de realizarse en las ocupaciones administrativas, boleteras, guardatrén y auxiliares, o como tripulantes de cabina, según corresponda a los distintos servicios o entidades. Difícilmente pueda encontrarse una maquinista de tren urbano, puesto que en la actualidad se encuentra vedado para ellas, o una conductora de autobús donde la razón es de 1 cada 492 conductores varones. En el caso de las pilotos o co-pilotos de avión son 1 cada 86 varones. La relación mejora en el subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires donde las maquinistas son el 14%, proporción similar a la de los varones.
La distribución sexualizada del trabajo en el mundo del transporte evidencia la relegación de las mujeres a los sectores de menor calificación y remuneración. También alerta sobre las dificultades que aún persisten en el camino a la igualación de oportunidades en este ámbito de actividad económica. Estos condicionamientos impactan fuertemente en las experiencias que tienen las trabajadoras del transporte, las que se pueden conocer a través del micro-documental que también compone el proyecto “Moviéndose por la igualdad”, el cual aporta elementos contundentes sobre las dificultades que ellas encuentran en el camino de su desarrollo económico y personal.
Las biografías de Erica Borda (conductora de autobús), Karina Nicoletta (maquinista de subterráneos), María Fernanda Coronel (piloto) y Silvina Podeley (ex-maquinista de trenes de superficie) se entrecruzan en temas como las formas de insertarse en la actividad, las expectativas de desarrollo profesional, la maternidad y los roles de cuidado, la organización sindical, las luchas por la inclusión y el futuro del sector en materia de equidad entre los géneros.
Este material permite construir un diagnóstico de situación que abre múltiples posibilidades de acción. El futuro del trabajo en el mundo del transporte debe avanzar hacia mayores niveles de equidad entre los géneros.
El informe sectorial completo “Moviéndose por la igualdad. La participación de las mujeres en el de sector transporte público masivo de pasajeros” está disponible online.
El micro-documental “Trabajadoras del transporte, moviéndose por la igualdad” está disponible online. Elaborado por Verónica Pérez y Candela Hernandez en la producción. La investigación corre de la mano de Martín Satelier y Joaquín Camaño Casis en la realización, y con la colaboración de integrantes del PIUBAT.
Invitamos a consultar este material con la intención de que puedan replicarse diagnósticos similares en la región. Buscamos avanzar hacia una mayor compresión con vistas a dar la disputa por una distribución más justa de oportunidades. Conocer es un pre-requisito para elaborar políticas públicas que fortalezcan procesos de igualación. Considerar los roles de cuidado en las regulaciones laborales, constituye un condición excluyente para equiparar las posibilidades de desarrollo profesional entre varones y mujeres. Difundir las experiencias de las trabajadoras del sector colabora en desarmar barreras culturales, ampliando las opciones de inserción en el mercado de trabajo.
[1] Se trata del aglomerado urbano más importante del país. En él se concentra el 37% de la población (INDEC, 2010)
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