El Foro Económico Mundial estima que, al ritmo que vamos, necesitamos casi un siglo para cerrar la brecha de género en política, economía, salud y educación. Imagínense tener que esperar más de una vidapara alcanzar la tan anhelada paridad entre hombres y mujeres. Nuestras sociedades no pueden esperar. Necesitamos una disrupción que nos ayude a acelerar el proceso. Necesitamos innovar. Les presentamos cuatro experiencias que combinan nuevas teorías, tecnologías y esquemas de colaboración público-privado-sociedad para responder a viejos desafíos de género y movilidad.
1. Crowdsourcing y capacitación de espectadores contra el acoso sexual
La plataforma Hollaback! promueve el uso de crowdsourcing para generar mapas que identifiquen los lugares de reporte de episodios de acoso sexual contra mujeres y población LGBTQ+. Además, brinda capacitaciones para espectadores de casos de acoso sexual en el transporte público. Emily May, CEO de esta plataforma, resalta la importancia de la perspectiva de las mujeres en el transporte y de que sus necesidades sean reconocidas por los planificadores. Realiza un taller de espectadores alrededor de las experiencias de acoso de los y las participantes, sus respuestas frente a sus vivencias y a las de otros usuarios, sus razones para no intervenir, y una guía práctica de cómo hacerlo, basada en cinco pasos:
- distraer
- delegar
- documentar
- retrasar y
- dirigir.
2. Herramientas tecnológicas para mejorar la seguridad de las usuarias en el transporte y el espacio público
Herramientas tecnológicas diversas permiten a las ciudades crear iniciativas orientadas a la seguridad de las mujeres en el espacio y el transporte público. La organización Nina en Brasil, desarrolló una herramienta para que los gobiernos locales creen políticas públicas basados en datos de denuncias realizadas por medio de una aplicación reportando casos de acoso en el transporte público. La Secretaría Distrital de la Mujer en Bogotá empleó la herramienta de georreferenciación Safetipin para identificar los puntos de la ciudad de mayor inseguridad para las mujeres. El app Smart 912 ha sido fortalecido en San Salvador para incorporar una funcionalidad que permita reportar el acoso sexual en el espacio público. El App CDMX “Mi Ciudad Segura” agrupa funciones para reportar situaciones. Estas incluyen alertas inmediatas en caso de emergencia como el acoso sexual en el espacio y el transporte público.
Simony César (Nina), Andrea Ramírez (Secretaría de Distrital de la Mujer- Bogotá), Adriana Juárez (Secretaría de la Mujer y la Familia- San Salvador) y Dulce Colín (Agencia Digital de Innovación Pública- CDMX), concluyen que: se debe integrar la tecnología en una sola aplicación, ésta debe hacer parte de una política integral contra la violencia basada en género ligada a ejercicios de sensibilización y educación, respaldada por la coordinación intersectorial e interinstitucional, y debe medirse sus efectos sobre los y las usuarias finales.
3. Big data para planificar el transporte con perspectiva de género.
El Big Data se ha empleado para comprender la movilidad de mujeres diversas y sus necesidades. El profesor Leo Ferres participó en una investigación sobre la movilidad de las mujeres en Santiago de Chile con base en Big Data. Leo Ferres concluyó que la información agregada de celulares puede facilitar la comprensión de la movilidad con perspectiva de género, que las brechas de género aumentan con la pobreza y que el acceso a transporte público mitiga la brecha pero no la elimina. Carolina Benítez, consultora del BID, ha sido parte del equipo que ha aplicado encuestas por SMS para conocer, primero, las situaciones de acoso a las que se enfrentan las usuarias del ferrocarril Roca-Buenos Aires, y segundo, las barreras de accesibilidad en el barrio informal de Costa Esperanza en Buenos Aires.
4. Reconocimiento facial para el pago del transporte público
Saffe payments es una herramienta tecnológica que permite el reconocimiento biométrico y puede usarse para garantizar mecanismos de asequibilidad financiera al transporte público. En este sentido, André Coelho, su fundador, refiere que la tecnología puede permitir el reconocimiento biométrico de mujeres con discapacidad, mujeres con hijos y adultas mayores para que se beneficien de tarifas reducidas en el transporte.
¿Podemos aplicar estas herramientas tecnológicas en las ciudades de América Latina?
Estos temas se discutieron en II Encuentro del Transport Gender Lab (TGL).
El encuentro contó con ocho panelistas del sector público, privado, la academia y la sociedad, y con más de 150 asistentes de las doce ciudades miembro del TGL. La última fase del Encuentro incluyó un taller de co-creación con base en casos sobre los cuatro temas expuestos. Cada participante brindó su perspectiva sobre soluciones tecnológicas frente a problemáticas de movilidad y género. El Encuentro promovió una visión del modelo de innovación abierta aplicado a transporte con perspectiva de género. Este espacio de diálogo entre las ciudades evidenció la posibilidad de las herramientas tecnológicas para contribuir a soluciones con perspectiva de género en la planeación y operación de los servicios de transporte público de la región.
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