Escrito por Nicole Moscovich, Laureen Montes, Valeria Bernal y Elisa Puga
La promoción de tecnologías de baja y cero emisiones y las nuevas aproximaciones en el uso de energías renovables surgen como una inversión viable en el transporte para mitigar las externalidades negativas que se derivan de este sector. Además de ser una oportunidad para promover un transporte más limpio e inclusivo.
Los puestos de trabajo en el sector de transporte están cambiando, con una tendencia hacia una mayor digitalización. Las ocupaciones, principalmente dominadas por los hombres, podrían presentarse como una gran oportunidad para formar y capacitar a más mujeres que se inserten como fuerza laboral.
En América Latina y El Caribe (LAC) las mujeres representan entre 8 y 21% de empleados el sector de transporte. Y al indagar más en los oficios, aún son pocas las mujeres conductoras o que realizan labores de mecánica.
El futuro de la movilidad y sus cambios creará nuevos puestos de trabajo, que podrían incluir a más mujeres y personas diversas en la fabricación de baterías y motores eléctricos, en la producción y distribución de energía, la instalación de puntos de recarga a lo largo de la región, ofertas laborales para nuevas conductoras, oportunidades en puestos de reparación con mecánicas expertas en vehículos eléctricos y la innovación digital para que este sector se desarrolle propiciamente.
Acciones para fomentar un nuevo sector más sostenible e inclusivo
Las brechas de género en sectores como transporte dan cuenta que los gobiernos aún tienen mucho por lo que trabajar. La electromovilidad es una ventana de oportunidad para fomentar mayor diversidad en la fuerza laboral y también para garantizar todos los criterios de accesibilidad universal en el momento de la renovación de la flota de vehículos. En especial, orientada a la movilidad relacionada con tareas de cuidados (como la maternidad y diligencias del hogar), que en mayor medida las realizan mujeres.
A su vez, la electromovilidad aparece como una oportunidad para bajar la contaminación relacionada con las emisiones contaminantes atadas a la movilidad y transporte (BID, 2019).
Electromovilidad al servicio de la inclusión social
Para capitalizar las oportunidades que la electromovilidad ofrece, los gobiernos y los y las hacedores de políticas pueden empezar a trabajar desde hoy, en las siguientes acciones:
- Promover programas de formación dirigidos especialmente a mujeres, y enfocados en ocupaciones tradicionalmente masculinas como conducción de vehículos eléctricos (buses, taxis vehículos de carga ligera o pesada), mecánica y manufactura de estos vehículos.
- Diseñar políticas de financiamiento o subsidios que premien a las empresas de transporte que estén apostando por la electromovilidad inclusiva, es decir, que empleen y cuenten con más mujeres en distintos tipos de cargos, desde gerenciales hasta operativos, que adopten políticas de igualdad de género a lo interno de las empresas o que implementen criterios de accesibilidad universal al momento de renovar las flotas de buses.
- Promover que más mujeres estudien carreras vinculadas con las ingenierías, matemáticas, tecnología (STEM) y que se capaciten para obtener habilidades en el sector de electromovilidad.
- Construir infraestructura que tenga en cuenta todos los patrones de movilidad para que las usuarias no encuentren barreras de acceso al viajar. Al considerar, no solamente la menor emisión de gases contaminantes, sino también los comportamientos al viajar, por ejemplo, con las bolsas de un supermercado o con niños/as a cargo.
- Fomentar que más mujeres accedan al uso de bicicletas eléctricas, para moverse por las ciudades, especialmente en zonas geográficas escarpadas, y facilitar el uso de medios de transporte menos contaminantes.
Fondo Verde hacia una movilidad eléctrica
Se están estructurando acciones en línea con lo anterior. El BID unió sus fuerzas con el Fondo Verde para el clima, dedicado a promover la transición hacia una movilidad eléctrica y el uso del hidrógeno verde en la región con el objetivo una transición hacia un transporte público con bajas emisiones de carbono y más igualitario desde una perspectiva de género (BID, 2022).
La iniciativa abre una oportunidad para impulsar nuevos puestos de trabajo “verdes” y capacitar a muchas personas en este tipo de tecnologías, como también la posibilidad de poder contar con más mujeres en el sector, al cambiar de paradigma y generar mayor autonomía económica para ellas.
Desde hoy, el sector de transporte debe empezar a promover esta transición para impulsar patrones de movilidad sustentables y disminuir las brechas de género. Para ello, es fundamental contar con políticas que incorporen de forma efectiva diversidades en su fuerza laboral.
Asimismo, se requiere proponer un modelo de transporte inclusivo que tenga en cuenta no solo las demandas medioambientales, sino también, las demandas sociales y las diversas formas de viajar de las mujeres comprendiendo sus razones para moverse.
Autora invitada
Nicole Moscovich
Consultora en políticas públicas, especializada en desarrollo económico, género y datos. Licenciada en Ciencia Política (UBA) y Publicidad (UCES). Con una Maestría en Políticas Públicas con orientación en desarrollo económico por la Universidad Torcuato Di Tella (tesis en proceso). Diplomada en análisis de datos aplicados al desarrollo de políticas públicas. Con vasta experiencia como consultora para gobiernos y sector privado. Ha trabajado temas como Big Data, género y mercado laboral, desarrollo productivo, análisis de datos para la elaboración de diagnósticos económicos y evaluación de impacto. Docente universitaria.
Natty / fluyezcambios dice
Para allá va el mundo un transporte con energías limpias sin contaminación..
La renovación de equipos de transporte debe ser la pauta a seguir para descontaminar un poco nuestro entorno y poner un granito de arena para tener un mundo ecológicamente sostenible.