Banco Interamericano de Desarrollo
facebook
twitter
youtube
linkedin
instagram
Abierto al públicoBeyond BordersCaribbean Development TrendsCiudades SosteniblesEnergía para el FuturoEnfoque EducaciónFactor TrabajoGente SaludableGestión fiscalGobernarteIdeas MatterIdeas que CuentanIdeaçãoImpactoIndustrias CreativasLa Maleta AbiertaMoviliblogMás Allá de las FronterasNegocios SosteniblesPrimeros PasosPuntos sobre la iSeguridad CiudadanaSostenibilidadVolvamos a la fuente¿Y si hablamos de igualdad?Inicio
Administración pública Agua y saneamiento Ciencia, tecnología e innovación Comercio e integración regional Conocimeinto Abierto Desarrollo infantil temprano Desarrollo urbano y vivienda Educación Energía Género y diversidad Impacto Industrias Creativas Medio ambiente, cambio climático y Salvaguardias Política y gestión fiscal Salud Sin Miedos Trabajo y pensiones
  • Skip to main content
  • Skip to secondary menu
  • Skip to primary sidebar
  • Skip to footer

Seguridad Ciudadana

  • INICIO
  • CATEGORÍAS
    • Estadísticas y datos del crimen
    • Policía
    • Prevención del crimen
    • Reforma de la justicia
    • Sistemas penitenciarios
    • Violencia de género
  • Autores
  • Español

Seis cuadras de su barrio concentraron 600 robos en los primeros 7 meses del año. ¿Qué haría usted?

July 17, 2017 by Rodrigo Serrano-Berthet 6 Comentarios


La respuesta más común a esta pregunta sería: “¡llamar a la policía!” Esto parece bastante obvio. Poner presencia policial en los puntos de la ciudad donde se concentra de manera desproporcionada el delito (lo que en la jerga de seguridad se denomina “puntos calientes”) debería reducir el delito.

De hecho, ese tipo de intervención, que se denomina “policiamiento de puntos calientes”, es una de las estrategias policiales con mayor respaldo científico para reducir delitos, particularmente los violentos, los relacionados con drogas y los disturbios. Un reconocido estudio revisó de manera sistemática los resultados de 25 pruebas rigurosas de tácticas policiales de puntos calientes, y encontró reducciones significativas en los delitos en 20 de las 25 pruebas.  Diez de esas 25 pruebas eran evaluaciones aleatorias controladas, el standard más alto para atribuir impacto a una intervención. En Filadelfia, por ejemplo, encontraron reducciones de 23% en delitos violentos.

La respuesta podrá ser obvia desde el sentido común y tener el respaldo de la ciencia, pero muy pocas policías de América Latina y el Caribe lo implementan. ¿Por qué?

Cinco razones que encontramos en el curso de nuestro trabajo:

Primero, las policías están muy ocupadas atendiendo a la emergencia, que consume gran parte de sus recursos. La reacción frente al delito predomina en relación con la prevención. El policiamiento de puntos calientes implica dedicar recursos policiales fijos a zonas específicas durante tiempos determinados. Estos recursos no pueden utilizarse para otros fines, como atender emergencias del 911. Esto requiere organización, disciplina y fuerte apoyo de la conducción.

Segundo, muchas policías no pueden o no saben hacer el tipo de análisis del delito que se necesita en programas policiales de puntos calientes. A veces la información delictiva es de mala calidad (no está bien geo-referenciada por ejemplo). O la información es buena, pero el análisis abarca demasiado terreno. Se generan “mapas de calor” con concentraciones del delito a nivel de varias manzanas en lugar de presentarlo a nivel de cuadra o segmento de calle individuales.

Son estos mapas los que nos permitieron ver que en un barrio de la ciudad de Buenos Aires había 6 cuadras (es decir 600 metros) que registraban 600 robos en los primeros siete meses del 2016. El mismo ejercicio que hicimos para Buenos Aires, lo estamos haciendo para otras ciudades de la Argentina como parte del Programa Federal de Seguridad que acabamos de firmar con el Ministerio de Seguridad de Nación.

Un punto caliente del crimen en Rio de Janeiro

Tercero, hay resistencias naturales al cambio. El comisario que hace 30 años patrulla su ciudad tiene una fuerte intuición sobre donde se concentra el delito. Y seguramente no se equivoque en grandes rasgos. Sin embargo, esto es insuficiente cuando se trata gestionar la seguridad de manera efectiva. Las técnicas analíticas modernas muestran los lugares y las horas de concentración delictiva con una precisión que le gana a cualquier olfato policial cuando se trata de organizar el despliegue de manera eficiente.

Cuarto, existe la creencia (incorrecta) que estas intervenciones no sirven porque solo desplazan el delito. Si pongo un policía en una esquina el ladrón va a ir a robar a la otra esquina donde no está el policía. La verdad es que esto no es tan así. No todas las esquinas son igual de atractivas para un ladrón. No todas presentan las mismas oportunidades. Puede existir un cierto desplazamiento, y es crucial monitorearlo, pero el efecto neto de estas intervenciones es una reducción del delito. Esto es lo que mostraron las evaluaciones rigurosas que mencionamos al comienzo del blog. Aún más, mostraron la difusión de beneficios no anticipados.

Quinto, en algunos lugares la resistencia puede deberse a la presencia de incentivos antagónicos asociados a la corrupción. Cuando el despliegue policial se hace en función de datos duros y análisis objetivos, la discrecionalidad se reduce y la transparencia aumenta, dos factores que no se dan bien en organizaciones permeadas por la corrupción. Cambiar esto requiere liderazgos fuertes.

Estas cinco razones no tienen que darse juntas, algunas suelen prevalecer, variando según el país.

Afortunadamente, los tiempos están cambiando. Empujados por la demanda ciudadana por una mejor seguridad y con liderazgos políticos y policiales renovados, muchas gobiernos de la región están profesionalizando sus policías, combatiendo la corrupción, y desarrollando un abordaje más científico del delito.

En el Banco Interamericano de Desarrollo venimos apoyando a los Ministerios de Seguridad de la región en este proceso de cambio. Un ejemplo de esto en el Cono Sur es el caso del Uruguay y más recientemente también el de Argentina.

En abril de 2016, el Ministerio del Interior del Uruguay implementó el Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO). Este es el primer programa en América Latina y el Caribe que cuenta con un cuerpo policial dedicado exclusivamente al patrullamiento de puntos calientes en la zona metropolitana de Montevideo. Inicialmente se enfocó en 120 segmentos de calle, agrupados en 25 circuitos, que representan menos del 1% de la ciudad de Montevideo y concentran el 23% de los robos violentos. Después de un año de implementación, los resultados reportados son muy alentadores: los robos violentos se redujeron en un 41% en los circuitos PADO, lo cual permitió reducir un 9% para el área metropolitana de Montevideo. Una evaluación de impacto en curso nos permitirá decir con mayor confianza cuanto de este efecto se puede atribuir al PADO, pero la evidencia preliminar es muy prometedora.

Esto que puede parecer sencillo fue el resultado de años de reformas silenciosas en las cuales las autoridades políticas y policiales del Ministerio del Interior trabajaron para sentar las bases de estos cambios. Esas reformas fueron resolviendo muchos de los cinco desafíos que planteamos en este blog.

Y esas reformas continúan, buscando perfeccionar el accionar preventivo de la policía. Desde el BID acompañamos este proceso a través de varios programas, como el vigente Programa Integral de Seguridad Ciudadana. Sabemos que implementar bien estas estrategias policiales focalizadas y preventivas es más complicado de lo que parece. Y presenta oportunidades de mejora que no hay que dejar pasar.

Por ejemplo, el policiamiento de puntos calientes ofrece una gran oportunidad para mejorar el relacionamiento de la policía con la comunidad, un desafío pendiente para muchas policías de la región. Aprovechar esta oportunidad requiere capacitar a los policías en cómo tener un trato justo, respetuoso y positivo hacia la comunidad. También sabemos que estas intervenciones son más efectivas y sostenibles cuando son parte de procesos de cambio más profundos como la adopción del modelo de  Policiamiento Orientado a la solución de Problemas (POP). La Jefatura de Policía de Montevideo está impulsando este modelo en todas las comisarías de la ciudad.

En otros blogs les contaremos con más detalle las características del PADO, del POP y de otras reformas de seguridad que venimos apoyando en Uruguay. También les contaremos de cómo, alentados por el éxito de este tipo de intervenciones, países vecinos están adoptando enfoques similares. El paradigma de la prevención y de las políticas basadas en evidencia científica está penetrando con fuerza en varios ministerios de seguridad y policías de la región.

Hay razones para el optimismo.

Fotos: Flickr CC Juan Fc. Marrero y Map of the Urban Linguistic Landscape


Archivado Bajo:Entradas en ESPAÑOL, Estadísticas y datos del crimen, Policía Etiquetado con:seguridad ciudadana

Rodrigo Serrano-Berthet

Rodrigo Serrano-Berthet, ciudadano argentino, tiene un doctorado en Política Pública del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Es especialista principal en seguridad ciudadana de la División de Servicios de Innovación Orientada al Ciudadano del Banco Interamericano de Desarrollo.

Reader Interactions

Comments

  1. marcelo Dice

    July 18, 2017 at 5:44 pm

    muy buena nota! Muchas gracias. Otras experiencias en la región? Que podemos decir respecto a los planes cuadrantes de Santiago de Chile y de Bogota?

    Reply
    • Rodrigo Serrano-Berthet Dice

      July 18, 2017 at 10:47 pm

      Muchas gracias, Marcelo! Excelentes preguntas. Sobre otras experiencias de la región te cuento que no hay un relevamiento exhaustivo (de hecho estamos empezando uno junto con @CSJNathalie). De lo que yo conozco, en Colombia la alcaldía y la policía metropolitana de Bogotá hicieron una experiencia liderada por @DanielMejiaL como Secretario de Seguridad que incluyó un RCT con resultados muy positivos. En Belo Horizonte, @ClaudioBeato como Secretario de Seguridad, también hace poco reportó resultados positivos de una experiencia de hotspot policing. Casualidad que son dos académicos ocupando puestos de decision-makers? (¡A ver si te animas!:-)) Sobre la diferencia con las estrategias de cuadrantes, la principal es que los cuadrantes generalmente toman territorios mucho más amplios que los puntos calientes. Cada cuadrante está compuesto por uno o más barrios mientras que los puntos calientes suele ser un segmento de calle (esquina a esquina) o inclusive (si la data es muy buena) puede ser un edificio particular en una calle.

      Reply
  2. Rafael Espinosa Dice

    July 26, 2017 at 7:08 pm

    Excelente artículo Rodrigo. Es muy útil en el contexto de América Latina. Es aplicable a todas nuestras ciudades. Como mencionas ante la pregunta de Marcelo, creo que es necesario actuar en territorios más pequeños y con mayor especificidad y la información es la clave. Los buenos resultados en Cali por parte de la Policía recientemente se deben a esa mirada micro de los problemas.

    Reply
  3. Patricio Tudela Dice

    July 29, 2017 at 3:13 pm

    En caso de Chile las evaluaciones independientes de Carabineros revelaron que el Plan Cuadrante (6) en la última decada indica que no alcanza los objetivos. Por esa razon se priorizó un cambio en el 2014. En la actualidad no ha sido posible una evaluación de la estrategia policial, sin duda, no se trata de lo que la policía afirme, sino de lo que es posible evidenciar y demostrar a través de metodología científica. Falta mucho aún.

    Reply
  4. Oscar Benítez Dice

    September 14, 2018 at 5:46 am

    Felicidades Rodrigo¡¡¡, pocas veces he visto un análisis tan detallado (dentro de lo que se puede explicar públicamente) de los espacios de oportunidad que dejan las malas 8o poco apropiadas) políticas de seguridad de un País.
    Has conseguido sintetizar en unas líneas maestras 5 puntos estratégicos de que no se debe hacer en altas políticas de seguridad de cualquier país democrático.
    Un placer leerte desde Barcelona.

    Reply
  5. Eduardo Alberto Alcalá Reyes Dice

    November 28, 2019 at 10:26 pm

    La intervención ¨policiamiento de puntos calientes¨, me parece que al día de la fecha continúa vigente, como una de las mejores estrategias para la reducción de los delitos.
    En mí país, México, se ha tratado de implementar por parte de varias instituciones policiales en diversas partes, sin embargo, los resultados no han sido los esperados y terminan abandonado la intervención, las razones podrían ser diversas, pero de manera breve mencionaré algunas a título personal:

     Éste tipo de intervención policial, requieren en primer lugar una capacitación para mandos operativos y principalmente al personal de tropa que es quien lo llevará a cabo, pero como se atiende lo urgente y no lo trascendente: no hay recursos, no hay tiempo, y no se cuenta con personal especializado en la materia (policiamiento de puntos calientes).

     En México, todavía tenemos problemas respecto al análisis del delito, falta de tecnologías para el procesamiento y sistematización, personal especializado, voluntad, inversión etc., en la actualidad, los oficiales de policía salen a sus patrullajes sin saber que buscan o cual es el objetivo, no tienen productos de inteligencia derivado del análisis del delito (objetivos delincuenciales), es como buscar una aguja en un pajar.

     En México, la policía tiene funciones diversas, no están focalizados sus objetivos, es una policía de servicios múltiples y su principal función es reaccionar a los llamados de auxilio, es decir, una vez que se cometió atiende, es una policía reactiva, así que su actuar de funciones es contrario al modelo del policiamiento de puntos calientes.

    Un fuerte abrazo.
    Eduardo Alberto Alcalá Reyes.

    Reply

Leave a Reply Cancel reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Primary Sidebar

Siguenos

Subscribe

SIN MIEDOS

Un espacio para ideas y soluciones sobre seguridad ciudadana y justicia en América Latina y el Caribe.

Buscar

Similar post

  • ¿Cómo reducir el delito urbano? Uruguay y el “leap frogging” inteligente
  • Cuándo 1 dólar reditúa 6: cuatro argumentos para invertir en reinserción social
  • Cuando gastar más no es suficiente: 10 ideas para un gasto público inteligente en seguridad ciudadana
  • Mujeres encarceladas en Chile: microcréditos para una segunda oportunidad

Footer

Banco Interamericano de Desarrollo
facebook
twitter
youtube
youtube
youtube

Blogs escritos por empleados del BID:

Copyright © Banco Interamericano de Desarrollo ("BID"). Este trabajo está disponible bajo los términos de una licencia Creative Commons IGO 3.0 Reconocimiento-No comercial-Sin Obras Derivadas. (CC-IGO 3.0 BY-NC-ND) y pueden reproducirse con la debida atribución al BID y para cualquier uso no comercial. No se permite ningún trabajo derivado. Cualquier disputa relacionada con el uso de las obras del BID que no se pueda resolver de manera amistosa se someterá a arbitraje de conformidad con el reglamento de la CNUDMI. El uso del nombre del BID para cualquier otro propósito que no sea la atribución, y el uso del logotipo del BID estarán sujetos a un acuerdo de licencia escrito por separado entre el BID y el usuario y no está autorizado como parte de esta licencia CC-IGO. Tenga en cuenta que el enlace proporcionado anteriormente incluye términos y condiciones adicionales de la licencia.


Blogs escritos por autores externos:

Para preguntas relacionadas con los derechos de autor para autores que no son empleados del BID, por favor complete el formulario de contacto de este blog.

Las opiniones expresadas en este blog son las de los autores y no necesariamente reflejan las opiniones del BID, su Directorio Ejecutivo o los países que representan.

Atribución: además de otorgar la atribución al respectivo autor y propietario de los derechos de autor, según proceda, le agradeceríamos que incluyera un enlace que remita al sitio web de los blogs del BID.



Política de privacidad

Copyright © 2023 · Magazine Pro on Genesis Framework · WordPress · Log in

Banco Interamericano de Desarrollo

Aviso Legal

Las opiniones expresadas en estos blogs son las de los autores y no necesariamente reflejan las opiniones del Banco Interamericano de Desarrollo, sus directivas, la Asamblea de Gobernadores o sus países miembros.

facebook
twitter
youtube
En este sitio web se utilizan cookies para optimizar la funcionalidad y brindar la mejor experiencia posible. Si continúa visitando otras páginas, se instalarán cookies en su navegador.
Para obtener más información al respecto, haga clic aquí.
X
Manage consent

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary
Always Enabled

Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.

Non-necessary

Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.

SAVE & ACCEPT