En América Latina y el Caribe hoy hay un millón y medio de personas encarceladas. Nuestras prisiones no sólo hacinan presos en poco espacio, también aglutinan entre sus paredes un microcosmos de desafíos que son la puerta para resolver el problema de inseguridad en nuestras calles. Las cárceles de nuestra región están repletas de presos en espera de su sentencia. No hay divisiones apropiadas entre delincuentes de diferentes niveles de peligrosidad. A veces faltan alimentos, agua potable y espacios para recibir visitas familiares y para realizar actividades educativas.
El problema, lejos de disminuir, cada vez se hace más grande. Desde el año 2000, la población reclusa en nuestra región ha aumentado su tamaño un 120% mientras en el resto del mundo lo hizo en un tímido 24%. El crecimiento alarmante de la población carcelaria ha colapsado los sistemas penitenciarios y está poniendo en riesgo el principal propósito de la cárcel: la reinserción social de los internos. En la última década, la tasa de encarcelamiento en la región de América Latina y el Caribe ha aumentado alrededor de un 28%, especialmente entre los grupos poblacionales de las mujeres y los jóvenes. En el caso particular de las mujeres, por ejemplo, la tasa de encarcelamiento se ha incrementado en un 52%.
Presos cada vez más jóvenes, más aislados, más violentos
El mayor obstáculo para comprender la problemática penitenciaria ha sido la falta de información estadística de calidad, pertinente y oportuna. Hoy sabemos que un millón y medio de personas están en la cárcel, pero no sabemos ni quiénes son ni cómo llegaron ahí. Y, sin duda, es muy complicado rehabilitar a una población que no conocemos.
Para apoyar a los países de la región en la mejora de los sistemas penitenciarios, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha impulsado la aplicación de encuestas penitenciarias en 14 países de la región: Argentina, Bahamas, Barbados, Brasil, Chile, Costa Rica, El Salvador, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Perú, Suriname y Trinidad y Tobago. En total, se entrevistó a más de 11.000 reclusos, en el trabajo más ambicioso de encuestas dentro de la cárcel que se ha hecho en la región de América Latina y el Caribe hasta el momento.
Entrar a las cárceles nos ha permitido conocer con más detalle el funcionamiento real de los sistemas penitenciarios y comprender de manera más profunda el fenómeno criminal.
¿Qué hipótesis hemos confirmado? Que las cárceles latinoamericanas y caribeñas están llenas de gente joven. Que ha ido creciendo la cantidad de mujeres que cometen delitos, especialmente contra el patrimonio. Que el 75% de los reclusos son jefes de familia. Que la desesperación económica no es la causa principal del delito, ya que tres de cada cuatro presos tenía trabajo justo antes de ser arrestado. Que las drogas y el alcohol forman parte de la ecuación en muchos de los crímenes. Que el uso de armas agrava la duración de las penas. Y algo muy preocupante: que el ciclo de la violencia empieza en los hogares, ya que un 40% de los presos tuvieron padres que abusaban del alcohol y fueron víctimas de maltrato.
Encuestas dentro de la cárcel: Conocer un problema para resolverlo
Gracias a estas encuestas, ahora tenemos una mejor fotografía de cuáles son las condiciones de reclusión. Por ejemplo, sabemos que hay un elevado grado de aglomeración en las cárceles. Que el 42% de los presos duerme en el suelo o que el 20% no tiene acceso regular a agua potable. Que menos de la mitad de los presos participa en algún tipo de actividad educativa. Y todo esto en un entorno de gran aislamiento: sólo un tercio de los reclusos declara que ha podido realizar una llamada telefónica a sus familiares. Y un escaso 17% ha recibido visitas personales en alguna ocasión.
Gracias a estas encuestas dentro de la cárcel hemos construido una inédita y sólida base estadística que aporta información invaluable sobre quiénes son y cómo viven los privados de libertad.
Por un lado, hemos logrado tener un mejor diagnóstico sobre el que construir soluciones efectivas de rehabilitación y reinserción. Por otro lado, la nueva información estadística va a permitir detectar con mayor precisión posibles factores de riesgo asociados a conductas delictivas. Y, de esta manera, guiar qué medidas preventivas son las más adecuadas.
La información estadística de las encuestas dentro de la cárcel nos ayuda a conocer mejor el reto al que nos enfrentamos en nuestras prisiones. Trabajar en los sistemas penitenciarios es quizás la tarea más compleja de las muchas que deben asumir los sistemas de justicia criminal. Y lo es aún más por la falta de datos sobre quienes están en las cárceles y lo que sucede dentro de ellas. Por eso, es vital con más información que oriente nuestros programas y contribuya con evidencia a las políticas públicas de los países de nuestra región.
Porque para resolver un problema, antes es necesario conocerlo.
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Si quieres leer más, puedes bajarte el documento “Dentro de las prisiones de América Latina y el Caribe: Una primera mirada al otro lado de las rejas“. Este documento es un extracto de un libro que estará disponible en la primavera del 2020.
MERLY Dice
INTERESANTE LOS TEMAS SOBRE LA SITUACIÓN DE LOS REOS, NO HAN PERDIDO SU CONDICIÓN DE PERSONA HUMANA, RESPETO POR SUS DERECHOS FUNDAMENTALES, SU INTEGRIDAD, SU DIGNIDAD COMO PERSONA HUMANA, NO PUEDE VERSE MENOSCABADA.
Mary Dice
Creo que se debe hacer un analisis global considerando las condiciones de infraestructura de las carceles, el sistema de justicia, el sistema educativo, las condiciones economicas y nivel educativo. Seria interesante saber con tanta corrupcion que hay en el mundo cuantas personas estan presas.
Hernán G. Dice
Me parece un importante avance en la investigación y análisis de la información, de la población carcelaria, para que los gobernantes de AL y el Caribe, comiencen a generar políticas públicas inclusivas y participativas de lucha contra la pobreza y la corrupción, pensar en un mundo donde todos tengamos igual de oportunidades, económicas, políticas y sociales, mediante una adecuada distribución de los recursos, entonces podríamos comenzar a soñar a que las cárceles se conviertan en verdaderos centros de producción en los diferentes ámbitos.
Iván La Cruz Minaya Dice
DISTINGUIDOS
Importante el avance de la investigación. De esta primera entrega encuentro:
i) El incremento de presos de menores es cada vez mayor y la tendencia seguirá.
ii) La conducta delictiva tiene su raíz en los hogares.
Pregunta indispensable: ESTÁ FALLANDO EL ENFOQUE , MÉTODOS E INSTRUMENTOS DE LA POLÍTICA PREVENTIVA ?
Todos esperamos nuevas respuestas para ajustar y eventualmente modificar y aplicar nuevas políticas.
Gracias por el envío
Eduardo Niño Dice
Excelentes documentos, especialmente el de las encuestas.
Tengo 25 años de experiencia de trabajo empresarial en las cárceles, he llegado a laborar con 280 internos de las 4 cárceles que hay en la región, tengo muchas propuestas de trabajo par cuando se está dentro de la cárcel y cuando se sales.
La verdadera resocialización comienza cuando se queda libre, al interior de las cárceles se debe realizar una labor que le permita al interno prepararse para superar sus fallas y al mismo tiempo conseguir un ingreso para mantener su familia.
Me encantaría poder tener la oportunidad de implementar las propuestas para hacer de las cárceles verdaderos centros de resocialización como lo plantea el Estado y no escuelas del delito como lo son actualmente.
El ocio y la droga son el aliciente para la degeneración humana, el hacinamiento es una humillación y el estar preso sin que se le defina su situación familiar es inconcebible.
Jose Aguero Dice
Las penurias que pasa un reo, a nivel mundial, si hacemos una proyección son inhumanas, ya que, al no tener acceso casi a nada de las cosas que se supone deber ser garantizada, pero imaginemos que siquiera los que estamos libres las tenemos, todos sabemos que la vida en la cárcel es muy penosa, esto me acuerda a las grandes cumbre contra el hambre, que los que está allí reunidos nunca la han pasado, el festín que allí se degusta un pobre hambriento nunca lo tendrá en su mesa.
Luis Dice
El otro prblema que padecen los presos esel problema de inseguridad, en esos sitios tambien existen problemas de extorsion, aparte de los tantos problemas que padecen.
Leocadio Zarzuela Dice
Un problema latente en los sistemas penitenciarios es la escasa formación del personal que cuida y trata a los privados de libertad. Especialización del personal para una más efectiva atención.
Alexis Sanchez Vega. Dice
Es evidente que el problema de la cárcel adquiere cada vez más importancia a nivel de políticas publicas, porque desde hace más de dos décadas el tema penitenciario no ha tenido particular importancia para quienes hacen políticas de desarrollo. La sobre población y el hacinamiento en particular quiebran cualquier estrategia de humanización de la estancia de una persona en la cárcel, que las personas tengan que compartir un espacio menor al establecido en las reglas internacionales, que los servicios de salud, educación y trabajo se vean disminuidos por el uso de los espacios carcelarios de la educación y el trabajo para ubicar más presos, provoca una violación a los principios de humanidad y dignidad.
Es importante desde la perspectiva de las estadísticas hacer propuestas de mejora de los sistemas penitenciarios, no solo en cuanto a la infraestructura, sino también interviniendo en la redefinición del concepto prisión, criminalidad, crimen y delito, favoreciendo la despenalización y la construcción de entornos de seguridad para que las penas se puedan cumplir en espacios abiertos y seguros, esto haría que la cárcel y el encierro sean factores de uso extraordinario. De no hacer algo con esta situación cada vez más jóvenes estarán encarcelados, nuestra sociedad tenderá a ser más violenta , más injusta y desigual. Tomando en consideración la evidencia presentada la cárcel no es una solución sino un problema.
Paola Dice
Muy interesante investigacion. Me gustaria saber mas sobre la definicion de “desesperación económica”. Me parece que tener empleo no significa que son empleos que permitan tener salarios dignos con los cuales cubrir necesidades basicas y de ocio.
Jorge Peña Dice
La solucion es promover el trabajo obligatorio de los presos(carceles factoria) y privatizar las carceles tal como lo hizo chile con lo cual cumplio el objetivo de reducir los crimenes y extorsiones desde las carceles ademas de mejoras en las condiciones de vidad para los reos esto fue reconocido hasta por inspectores de la CIDH que no estaban muy de acuerdo con este modelo en princicpio.
Noé Rosales Porras Dice
Sigo sosteniendo que la mejor alternativa sera la educacion en valores y conocimiento de algun oficio y temor de Dios,de esta manera los instruidos cometeran menos delitos y faltas