Más que en cualquier otra región del mundo, en América Latina y el Caribe la violencia y el crimen afectan a todos. Aunque esta región tiene tan solo un 8% de la población global, en ella ocurren más del 30% de los homicidios del mundo. Su tasa de homicidios es cuatro veces más alta que el promedio internacional.
Si bien se trata de un problema regional, la falta de seguridad se vive en lo local, en los barrios y en las ciudades. De las 50 urbes que exhiben las tasas de homicidios más altas, en 2015, 47 de ellas estaban en nuestra región.
Aunque en algunas metrópolis estas tasas son relativamente bajas, en otras son de las más altas del mundo, mientras que en algunas ha habido significativos progresos en la reducción de los niveles de violencia. Es decir, la inseguridad, además de ser un fenómeno inherentemente local, es altamente variable. Esta variabilidad existe no solo entre países y ciudades, sino también dentro de las ciudades mismas.
La presencia de “puntos calientes” del delito ha llevado a que los esfuerzos de prevención y control de la criminalidad sean más localizados, y a la vez requieran de más y mejor información estadística. Es en esta línea que se hace indispensable contar con datos estadísticos desagregados y de calidad como base para la toma de decisiones. Es indispensable que estos datos reflejen la compleja realidad de cómo y dónde se cometen los delitos en los países y ciudades de la región.
Tomando el caso de Zapopan, México, La Gran Área Metropolitana de Costa Rica, y Santiago de Chile, entre otros, este estudio demuestra el potencial que tiene la utilización de datos locales sobre seguridad ciudadana para entender, con el máximo nivel de detalle, dónde se producen los delitos, y por ende, generar soluciones innovadoras que provienen de lo local y responden a lo local.
El análisis realizado en este documento demuestra el gran potencial que tiene la información de buena calidad, pero también las limitaciones que todavía existen para contar con datos estadísticos sistematizados de registros administrativos de la policía, del ministerio público y de otras instituciones. El gran reto es demostrar este valor a quienes producen esta información, para trabajar con ellos con vistas a mejorarla.
Los invito a descargar el reporte.
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Foto crédito: Flickr CC Kalexander 2010
Daniel Meza Palma Dice
Además de la falta de calidad y sistematización de información sobre seguridad, existe la tendencia de los entes oficiales por “interpretar”, utilizar y manipular los datos para desinformar a la población.