No existe una fórmula perfecta para lograr la seguridad ciudadana en las ciudades. Existen, sin embargo, una serie de factores que parecen afectar de manera positiva la probabilidad de éxito.
Como mínimo, es fundamental que exista un liderazgo proactivo y cooperación intersectorial entre los distintos organismos.
Aprovechar las nuevas tecnologías – incluidos los sistemas de recopilación de datos que permiten georreferenciar las “zonas calientes”- y las innovaciones que aporta la comunidad investigadora y no gubernamental también es clave.
Los despliegues policiales con los recursos adecuados y un objetivo preciso a nivel micro en zonas de alta criminalidad, el uso estratégico de foros de vecinos, las inversiones sociales específicas y los programas contra la violencia en las escuelas que incluyan terapia para los jóvenes en situación de riesgo son ejemplos de acciones que también tienden a producir resultados positivos. Finalmente, el proceso sí importa y, por lo tanto, los coordinadores de los programas y proyectos deben ser flexibles y replicar las historias de éxito.
Nota del editor: En Sin Miedos hemos hablado del rol central de las ciudades en el combate contra la inseguridad. Esta semana se realiza en Quito Habitat III, la conferencia de la ONU sobre ciudades sostenibles. Les presentamos parte de la conclusión de nuestro reciente estudio realizado con el Instituto Igarapé y el World Economic Forum, Haciendo de las ciudades lugares más seguros: Innovaciones sobre seguridad ciudadana en América Latina. |
A fin de garantizar la seguridad ciudadana, los líderes locales, públicos y privados, deben trabajar en pos de las prioridades tanto de corto como de largo plazo. Algunos logros rápidos pueden generar capital político, pero debe existir el compromiso de consolidar la seguridad ciudadana en el tiempo. Sin perjuicio de la importancia de la flexibilidad, los defensores de la seguridad ciudadana también deben estar preparados para ajustarse a un plan que sobreviva a los ciclos electorales y a las múltiples administraciones. Para ser auténticamente efectivas, las intervenciones deben institucionalizarse a nivel municipal.
Hoy, más que nunca, se necesitan líderes valientes que impulsen las inversiones multi-sectoriales en seguridad ciudadana y que apalanquen los recursos a través de alianzas estratégicas con los agentes del sector privado. La violencia delictiva está, en efecto, aumentado en toda la región. La buena noticia es que la base de conocimiento de lo que funciona está creciendo. Existen nuevos trabajos de investigación en curso cuyo objetivo es llenar varias lagunas de conocimiento en la región, como en Uruguay, Ecuador, Panamá y Honduras.
Los responsables de la formulación de políticas y los encargados de ponerlas en práctica no pueden argumentar que no existen modelos. Tales experiencias también otorgan fuerza a las comunidades largamente azotadas por la violencia, además de la oportunidad de creer que un futuro urbano más seguro es posible.
Para saber más, descargue nuestro estudio sobre casos exitosos de seguridad ciudadana en ciudades aquí.
Cesar Augusto Castillo Castillo Dice
Ciertatamente amigos, lo que ustedes indican tal ve4z es lo más importante dentro de las estrategias que se deben emplear en la tarea de proporcionar una buena seguridad ciudadana; pero lamentablemente las autoridades de los paises lo ven así ya que asignan a los puestos claves en seguridad ciudadana a sujetos que no tienen ni siquieras el perfil profesional para llevar a cabo su enorme atrea y prima los intereses politicos, partidarios y las repartijas de poder. Me gustaría amigos que estas recomendaciones se las hicieran llegar a los gobernantes de nuestros paises. felicitaciones por el artículo muy provecho para todos aquellos que somos estudiosos del problema de la seguridad ciudadana.