Los flujos de personas siempre han jugado un papel en la construcción de Caribe, a la vez que han impactado su desarrollo económico, social y político. El Caribe considerada hasta hace unos años una región emisora de emigrantes, con más de diez millones de emigrantes viviendo fuera de la región en el 2019, constituye hoy en día una región con un perfil migratorio mixto: origen, tránsito, destino y retorno. ¿Qué nos indica esta nueva tendencia? ¿Cuáles son los retos y oportunidades generados por la migración que enfrenta el Caribe? Con el objetivo de oír y aprender de primera mano cómo están gestionando la migración los países del Caribe, la Unidad de Migración del Sector Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y su Departamento de Países del Grupo Caribe, organizaron un Diálogo Regional de Política (DRP) con los países del Caribe.
Caribe: 4 tipos de migración
La emigración del Caribe no para de aumentar. Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre 1990-2019 el número de emigrantes aumentó un 118%. Sin embargo, existen otros factores que nos pueden ayudar a entender cómo esta región ha pasado de ser exclusivamente emigrante, a una región de inmigrantes. Para entender la magnitud de esta transición, se estima que hay 200 mil inmigrantes de otros países de América Latina y el Caribe (ALC) y 250 mil migrantes extrarregionales en el Caribe.
¿A qué se debe esta tendencia?
Por un lado, el aumento de la migración intrarregional; la migración de retorno; la libertad de tránsito y el avance en las políticas de integración intrarregional de los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS). Por otro, la inmigración venezolana y haitiana.
Según afirmaba Michele Klein Solomon, Directora Regional de la OIM para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe, en diciembre de 2020 la región acogió aproximadamente a 200,000 refugiados y migrantes venezolanos, el 4% del total de venezolanos que vivían en otros países de ALC.
El cambio climático: motor de la emigración
Los desplazamientos humanos por catástrofes naturales en la región son importantes: ”entre 2012-2019 se registraron casi 4 millones de nuevos desplazamientos en el Caribe como resultado de desastres naturales”, afirmaba Michele Klein Solomon. Según el Índice de Riesgo Climático Global (2021), cuatro de los once países más afectados por desastres naturales en el mundo, entre 2000-2019, se encuentran en el Caribe: Bahamas, Haití, Puerto Rico y República Dominicana.
¿Qué alternativas tiene el Caribe? Según el Dr. Ulric Trotz, los habitantes de la región tendrían cuatro opciones: 1) quedarse; 2) reubicarse dentro del mismo país; 3) emigrar a otro país del Caribe la Comunidad del Caribe (CARICOM) o fuera del CARICOM); y 4) emigrar fuera del Caribe.
El nexo entre la diáspora, el desarrollo y la migración
La diáspora ha tenido un papel fundamental en la economía de la región gracias a las remesas, convirtiendo al Caribe en una de las regiones más dependientes de estas trasferencias. De hecho, en varios países, las remesas están aportando más ingresos que el turismo, la inversión extranjera directa o la ayuda oficial al desarrollo.
¿Cómo está afectando la COVID-19 este nexo?
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), con la pandemia y las restricciones de movilidad, la migración hacia los países OECD se redujo un 50%. Igualmente, la población de la diáspora se ha visto afectada en el plano laboral como en la salud en los países donde residen. Sin embargo, a pesar de las proyecciones realizadas -poco alentadoras- con la llegada de la COVID-19, la región logró por lo menos mantener los flujos de remesas durante el 2020, y según estimaciones del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) las remesas a ALC aumentaron en 2020, aunque los resultados a nivel de país fueron variados.
El jefe de la Unidad de Migración recordó a los países participantes que el BID está comprometido con la región del Caribe y tiene la capacidad y voluntad de ayudar a los países a convertir retos migratorios en oportunidades para el desarrollo económico y social de la región. A través de instrumentos financieros como los recursos de la Facilidad; con la generación de conocimiento a través de nuestros estudios y programas de capacitación para funcionarios públicos; con asistencia técnica y para mejorar la capacidad institucional de las entidades nacionales y locales; a través de los Bienes Públicos Regionales para abordar desafíos comunes en la región de manera conjunta; y soluciones innovadoras como la iniciativa JuntosEsMejor para apoyar a los migrantes y comunidades receptoras afectadas por la crisis migratoria regional.
Y para ti, ¿cuáles son los retos y oportunidades migratorias más relevantes en el Caribe en la era post COVID-19?
Conoce más sobre el trabajo de la Unidad de Migración aquí.
Freddy Coronel Alvarez dice
Hay que ir a la raiz del problena migratorio que es la falta de fuentes de trabajo y la poberza. Bajo esos antecedentes los fondos tienen que direccionarse a la produccion agropecuaria sostenible para una seguridad alimentaria saludable. Solo asi se puede acabar con las migraciones generando oprtunidades laborables en su propia tierra. Ese es el gran reto.