Uno de los recursos más frecuentes de los gobiernos y la sociedad civil a la hora de intentar contrarrestar las narrativas negativas ha sido introducir mensajes más positivos. La pandemia dio lugar a numerosas campañas con este objetivo, muchas de ellas destacando el rol fundamental que las y los migrantes cumplieron para la subsistencia de sus comunidades de acogida.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, disipar los temores de los públicos escépticos y ansiosos, y aprovechar los sentimientos de generosidad para establecer una base de apoyo sobre la cual se pueden construir otras iniciativas, ha sido difícil de lograr en la práctica.
Cuatro sesgos que definen las creencias de las personas
Hay cuatro desafíos principales que las campañas deben superar para poder cambiar las actitudes de las personas o cambiar una narrativa predominante una vez que ya este formada:
- Sesgo de selección: Debido a la proliferación de información al alcance de las personas, hoy en día es más fácil que nunca elaborar nuestro entorno de información y seleccionar las noticias, los medios y los hechos que consumimos. Este sesgo de selección significa que incluso las campañas mejor diseñadas pueden no llegar a (todas) las audiencias previstas.
- Una vez que se forman las creencias, son muy resistentes a las correcciones: A las personas no les gusta que les digan qué pensar –y a menudo pueden desconfiar de los mensajes generales y positivos que entran en conflicto con sus experiencias vividas, especialmente si provienen de un mensajero al que consideran con un motivo oculto. Las verdades inconvenientes o la información que desafía las creencias existentes sobre la migración se descartan o desconocen fácilmente. Incluso, esos esfuerzos pueden, a veces, afianzarlas aún más.
- Las personas racionalizan la nueva evidencia como la “excepción a la regla”: Incluso cuando las personas aceptan una corrección fáctica, esto rara vez cambia su actitud. Por lo tanto, las campañas positivas que muestran refugiados como “héroes” o que intentan corregir la información errónea pueden no generar percepciones más positivas de las y los refugiados en general, porque los logros notables se clasifican como una excepción a la regla –en lugar de la norma.
- Las creencias están más ligadas a las señales sociales y a la identidad que a un proceso de investigación científica:Las personas buscarán las señales sociales en lo que deberían creer y, por defecto, escucharán voces familiares en tiempos de incertidumbre. La fuerte conexión entre creencia y pertenencia implica que, para cambiar de mentalidad, primero es necesario cambiar las normas comunitarias y sociales.
¿Qué pueden hacer las y los responsables políticos para combatir la xenofobia en sus comunidades?
Para aquellos que buscan reducir las políticas restrictivas instintivas y aumentar la empatía con los recién llegados, es tentador concentrarse en amplificar los mensajes positivos. Pero en este ecosistema de historias superpuestas y en competencia no es suficiente.
En cambio, las y los líderes políticos y comunitarios deben crear formas para que las sociedades se unan en un propósito común. Los mensajes no deben tratar de “vender” los beneficios de la migración, sino más bien hacer que las personas vean la solidaridad con los recién llegados como algo que promueve sus propios objetivos –no como algo que se les impone.
Este blog propone dos principios generales para comunicar de manera más efectiva sobre la migración en tiempos de crisis:
- Enfocarse en la raíz de los temores. La mayoría de las y los públicos tienen puntos de vista ambivalentes sobre la inmigración. Pueden sentir solidaridad con los refugiados, pero aún temen el alto desempleo o el rápido cambio cultural. En lugar de tratar de persuadir a los públicos de que están equivocados sobre cosas como el aumento de la delincuencia o la disminución de los salarios, los responsables políticos deberían escuchar el espíritu de estas preocupaciones (incluso si no se reflejan en datos o pruebas) y ser abiertos a discutir los costos de la migración junto con los beneficios.
- Invocar el pragmatismo en lugar de la compasión. Señalar las necesidades específicas de las y los migrantes, o incluso sobre sus contribuciones o logros, puede reforzar las divisiones de manera contraria a la intuición, especialmente cuando las personas ya se sienten amenazadas. Los votantes deben sentir que la solidaridad con los recién llegados es algo que promueve sus propios objetivos, no algo que se les impone. Los líderes deben aprovechar los sentimientos de solidaridad brindando a las personas una forma de actuar en su propio interés que también sirva a los intereses de la comunidad.
Pero inculcar actitudes positivas no es solo un desafío de comunicación; está intrínsecamente vinculado a otros roles del gobierno, como lograr que los públicos perciben que sus necesidades básicas no solo se satisfacen, sino que se priorizan.
Tres claves para enfrentar la xenofobia
A pesar de todo lo anterior, es posible diseñar estrategias que sean efectivas para atender las causas que podrían derivar en la xenofobia.
- Centrarse en las raíces de las preocupaciones de las personas en lugar de las manifestaciones externas de su ansiedad: En lugar de tratar de persuadir a las personas de que su malestar por la inmigración está fuera de lugar, los gobiernos deben encontrar formas de empoderar a quienes se sienten abandonados. Por lo tanto, en lugar de tratar de “vender” los beneficios de la migración y minimizar los costos, los gobiernos deberían enfocarse en las raíces de las preocupaciones de las personas, en lugar de frenar sus expresiones de ansiedad. Esto significa abordar la infraestructura sobrecargada y crear más vías para el avance profesional de las poblaciones nativas en riesgo, en lugar de tratar de frenar la retórica xenófoba por sí sola. Esto también significa prestar atención al simbolismo de ciertas inversiones y abordar las barreras ante necesidades como la creación de empleo o la atención médica para comunidades enteras en lugar de otorgar preferencia a los recién llegados sobre los demás.
- Demostrar al público que existe un plan para la integración a largo plazo, no solo para la recepción a corto plazo. Si bien es importante invertir en sistemas de recepción inicial y estatus legal temporal para reducir la percepción de que la inmigración trae desorden y caos, es igualmente importante invertir en sistemas que puedan garantizar que los recién llegados tengan éxito a largo plazo.
- Invertir en cambiar el comportamiento en lugar de las creencias: Facilitar el contacto positivo entre grupos puede ser una intervención prometedora para reducir los prejuicios y fomentar la cooperación y la confianza dentro de las comunidades. Pero la calidad y el contexto del contacto entre los grupos es un determinante crítico del éxito. Incluso cuando diversos grupos se unen, es posible que no lo hagan en pie de igualdad. Estar en el mismo espacio físico no garantiza un contacto significativo o una colaboración real.
El objetivo central de las acciones de gobierno no debe ser erradicar todos los temores sobre la migración (lo que es poco práctico e ineficaz), sino confrontar la creciente semilla de malestar antes de que fructifique y sea percibida como una amenaza existencial.
camilo ordóñez dice
Hola. Muchas gracias por el post. ¿Las claves que se proponen para enfrentar la xenofobia están basadas en estudios empíricos que muestren su efectividad para tratar la xenofobia? Gracias.