La movilidad laboral es una oportunidad que los países de América Latina y el Caribe no pueden desaprovechar. Bien gestionada, la incorporación de trabajadores extranjeros en sus economías puede ser un motor para el desarrollo y para el bienestar de sus habitantes. Sin embargo, el desarrollo de estrategias de movilidad laboral dentro y hacia afuera de la región es un desafío complejo
En el marco del Diálogo Regional de Politica “Movilidad laboral para el desarrollo de América Latina y el Caribe”, que el Banco Interamericano de Desarrollo organizó en Quito junto al Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana del Ecuador, y al cual asistieron mas de 60 representantes de países y entidades internacionales, destacamos como conclusiones 9 aspectos clave para una mayor y mejor movilidad laboral que beneficie tanto a países de origen como de destino.
Las 9 C de la movilidad laboral
Cooperación: El desarrollo de estrategias de movilidad laboral exitosas exige de la participación de todas las partes. No alcanza con el apoyo de la cooperación internacional ni la voluntad de los gobiernos. Es necesaria la participación de todos, especialmente del sector privado para lograr alianzas que incluyan a las y los trabajadores, las empresas y los gobiernos.
Confianza: La única manera de que una estrategia pueda responder de manera integral a las necesidades y los desafíos tanto de países de origen, como de destino, del sector privado y de las propias personas migrantes es desarrollando niveles de confianza que inviten a todas las partes a encontrar puntos en común y, en muchos casos, ceder en algunas cuestiones con el fin de alcanzar un objetivo común.
Certificaciones: Uno de los grandes desafíos para una integración exitosa de las personas migrantes en los mercados laborales de los países de acogida es la certificación de los saberes y las competencias adquiridos a lo largo de su vida laboral en sus países de origen. Es fundamental generar mecanismos para lograrlo a fin de que las personas migrantes puedan incorporarse en los mercados laborales en puestos de trabajo acordes a sus calificaciones y así contribuir a las economías en toda la extensión de sus capacidades.
Compatibilidad: Con frecuencia, y a pesar de que la población migrante en la región se caracteriza por ser joven y estar bien calificada, muchas veces sus oficios o capacidades no coinciden con la demanda específica del sector privado. Es clave alinear las competencias de los migrantes con las demandas de los mercados laborales locales y globales.
Capacitación: Para alinear la oferta de trabajadores con las demandas del sector privado es necesario general programas y propuestas que permitan a las personas migrantes capacitarse en las áreas del mercado laboral que demanda el sector privado para crecer.
Cuidado: Una movilidad laboral ética y responsable implica el cuidado de las condiciones de vidas de las personas migrantes. Existen múltiples estrategias para velar por ellas, que implican, en muchos casos una buena coordinación entre las autoridades migratorias y laborales de los países de origen y destino. En simultáneo, es necesario contemplar las necesidades de protección de las personas refugiadas y promover su acceso al empleo como estrategia de integración.
Cerebros: Es necesario diseñar estrategias de movilidad laboral que beneficien de manera equitativa a los países de origen y de destino. La fuga de cerebros es uno de los grandes desafíos a tener en cuenta para que el traslado de trabajadores al exterior no implique la perdida de capacidades en los países de origen.
Continuidad: En línea con la necesidad de confianza entre todos los actores, es necesario también dar continuidad a los acuerdos y programas. De esta manera es posible optimizar los procesos de selección y contratación, fortalecer los vínculos entre países de origen y las empresas en destino para sostener acuerdos de largo plazo.
Cambio de narrativa: Como señalan los trabajos del Laboratorio de percepción ciudadana y migración, uno de los principales temores respecto de la migración es la posibilidad de que la llegada de trabajadores extranjeros afecte el empleo de los trabajadores nativos. Es necesario promover un discurso sobre la movilidad laboral que transforme la visión de “problema” a una de “oportunidad”, destacando los beneficios mutuos para migrantes y economías.
Más y mejor movilidad laboral
Con las estrategias adecuadas, una mayor y mejor movilidad laboral puede ser una estrategia para promover el bienestar de los habitantes de la región e impulsar el crecimiento, promoviendo una migración ordenada, segura y regular. Estas 9 ideas deben ser parte de cualquier diseño que busque promover una movilidad laboral que beneficie tanto a países de origen como de destino.
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