Nadie que piense seriamente en la integración de América Latina y el Caribe (ALC) dentro de la economía mundial puede negar la importancia del comercio, las inversiones y la cooperación con Asia.
Pero, ¿por qué se suele pasar por alto la India?
Las oportunidades para generar lazos más estrechos son inmensas, como explica el estudio Latindia: el futuro de la cooperación de India y América Latina. La India es una economía cuya población alcanza los 1.300 millones de personas y su crecimiento esperado para el periodo 2018-2023 es del 7,7 % anual. La restricción que imponen sus recursos naturales da lugar a un mercado potencial enorme para las exportaciones latinoamericanas y caribeñas de productos agrícolas, minerales y energía.
Las ventajas comparativas del país asiático en materia de tecnologías de la información (TI) y otros servicios empresariales —más que en el sector manufacturero— representan una gran oportunidad para aprovechar una mayor complementariedad, al tiempo que la competencia directa con ALC es menor.
El comercio de bienes entre ALC y la India aumentó a una tasa promedio anual del 26% entre 2003 y 2014, cuando alcanzó un récord histórico de 45.000 millones de dólares*. Pero desde entonces, los flujos comerciales han tenido altibajos y, en 2017, se estancaron en un nivel de 36.000 millones de dólares, muy por debajo de su máximo potencial.
¿Cómo puede América Latina estrechar sus lazos con la India?
Considere las siguientes opciones:
Diversificación de las exportaciones
Las exportaciones de ALC hacia la India están altamente concentradas en un número reducido de productos básicos (commodities), principalmente el petróleo, que da cuenta de 55% de los envíos totales de la región hacia ese país desde 2012. De hecho, los cuatro principales productos de exportación —el petróleo, los minerales de cobre, el aceite de soja y el oro— representan el 84% del total.
La región puede revertir este escenario si incrementa sus exportaciones de productos alimenticios de mayor valor agregado. Se espera que la demanda india de importaciones de aceites comestibles, productos lácteos, frutas de climas templados y alimentos elaborados y aperitivos (o snacks) aumente rápidamente en los próximos años, debido a las restricciones de la oferta interna y al crecimiento de la clase media.
Más y mejores acuerdos comerciales
Los productores de América Latina y el Caribe enfrentan importantes obstáculos para penetrar ese mercado: el arancel promedio de la India para los productos agrícolas fue de 36,4% en 2015, con Colombia pagando 51,8% y México con 37,3% para esos bienes.
¿Cuál es la solución? Los países de ALC deben sellar nuevos acuerdos comerciales con la India, además de los únicos dos existentes, uno con el Mercosur (firmado en 2004) y el otro con Chile (2006). Inicialmente, ambos tratados eran poco profundos, ya que apenas el 3,2 % de las líneas arancelarias gozaban de acceso preferencial en el acuerdo con el Mercosur y tan solo el 2 % en el suscripto con Chile.
La buena noticia es que el acuerdo entre Chile y la India amplió su cobertura de productos de aproximadamente 500 a 2.800 e incluyó exportaciones agrícolas chilenas clave de frutas y hortalizas frescas. Asimismo, Perú y la India están negociando un acuerdo, Colombia ha venido manifestando su interés por suscribir uno desde hace varios años, y la India es un país observador de la Alianza del Pacífico, lo cual fortalece sus vínculos con el bloque regional conformado por Chile, Colombia, México y Perú.
Inversión extranjera directa
La inversión extranjera directa (IED) constituye una oportunidad para estrechar lazos. La inversión directa está en aumento, pero su nivel sigue estando muy por debajo de su potencial pleno. Según el Banco de la Reserva de la India (RBI, por sus siglas en inglés), las firmas indias invirtieron 3100 millones de dólares en ALC entre 2008 y 2017, mientras que los datos del Ministerio de Comercio de la India indican que las firmas de ALC invirtieron 3.700 millones de dólares en ese país entre 2000 y 2018.**
A pesar de que las pequeñas cifras agregadas, hay actualmente 150 empresas indias que operan en América Latina, de las cuales el 45% están concentradas en dos sectores: el farmacéutico y el de servicios de telecomunicaciones.
En el sector farmacéutico, Dr. Reddy’s es un líder de mercado en varios países de ALC, Torrent concentra más del 40% de su presencia global en Brasil y México, y Glenmark opera un centro de investigaciones oncológicas en Buenos Aires.
Asimismo, varias firmas indias líderes en TI —Tata Consulting, Infosys, Aegis, Genpact y Sasken— emplean a más de 25.000 trabajadores en ALC.
Como sugieren estos ejemplos, la IED de la India en la región está más orientada hacia las manufacturas y los servicios que hacia los recursos naturales, lo que pone de relieve el potencial de la IED para contribuir a la diversificación de las relaciones económicas. Las manufacturas daban cuenta del 58% de las inversiones totales entre 2008 y 2016, seguidas en importancia por los servicios financieros y empresariales, cuya participación alcanzaba el 25%.
Los gobiernos pueden fomentar la IED garantizando un marco político estable y transparente para los inversores y potenciando los esfuerzos por difundir más información sobre las oportunidades de mercado.
Las empresas también tienen que ser más proactivas en la exploración de mercados desconocidos. Las multilatinas, esas empresas cuyo crecimiento ha excedido a sus mercados locales y se han transformado en multinacionales, todavía tienen que hacer serias incursiones en la India, salvo excepciones como fabricante brasileño de autobuses Marcopolo y la cadena mexicana de cines Cinépolis.
Cooperación entre los gobiernos
ALC y la India también pueden profundizar sus relaciones intensificando la cooperación en sectores como los de infraestructura y transporte. Uno de los principales obstáculos para el crecimiento del comercio entre ambos es la deficiente conectividad entre ambas regiones, lo cual también inhibe el turismo y los intercambios personales. La cooperación destinada a ampliar y mejorar las redes de transporte entre estas dos economías tan distantes resulta crucial para estrechar sus vínculos.
La cooperación en materia de políticas también puede ayudar a que ambas partes se adapten al auge de la digitalización. Las sólidas capacidades de la India y de ALC en TI y software deberían facilitarle la búsqueda de soluciones a los desafíos de las políticas que plantean el comercio electrónico, los macrodatos o big data, la inteligencia artificial y otros productos de la llamada Cuarta Revolución Industrial.
Como se analiza en el informe India: Oportunidades y desafíos para América Latina, hay un enorme potencial desaprovechado entre ALC y la India. La pelota está en el campo de juego de los responsables de políticas de ambas regiones.
* Estas son estimaciones de TradeMap dada la falta de información comercial de Venezuela, que representó entre 1/3 y la mitad de las exportaciones de la región a India durante 2012 y 2014.
** Los datos de IED incluyen los flujos desde y hacia las Islas Caimán, las Islas Vírgenes, Panamá y otros centros financieros y, por lo tanto, sobreestiman el monto real de las inversiones directas entre ambas regiones.
Javier Alberto Chamba Ruesta dice
Buenos Dias;
Este articulo es muy interesante para la actuacion del nuestro gobierno y de las empresas privadas,
Necesitamos un Tratado de Libre Comercio con India para tener un terreno ´preparado y puedan actuar las empresas privadas.
Dadas las condiciones podemos iniciar las transaciones comerciales internacionales con mas seguridada.
Saludos
Javier Chamba Ruesta
Piura Peru