Así como la mayoría de los pájaros anidan en las copas de los árboles, el hombre vive mayoritariamente en las ciudades. Según cálculos del Banco Mundial, el 55% de la población del planeta vive en entornos urbanos y, de acuerdo con la tendencia, en 2050 siete de cada diez personas vivirá en la ciudad. Si sumamos que más del 80% por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial se produce en las ciudades, la planificación urbana es imprescindible para que el crecimiento metropolitano sea sostenible, eficiente y ordenado, así como la construcción programada de una infraestructura vial para interconectar los centros urbanos. Los países latinoamericanos, por supuesto, no son la excepción, y el caso de Costa Rica es un ejemplo que vale la pena examinar con detenimiento. De acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2011, el porcentaje de población urbana en ese país es de 72,8% distribuida en distritos totalmente urbanos y distritos mixtos, y su proceso de manejo del sector de la construcción marca la pauta para otros países que aún no han dado el salto tecnológico que ya dieron —y del que se benefician— los países industrializados.
El sector de la construcción en Costa Rica
Con la provincia que alberga a la capital del país urbanizada en un 90%, seis provincias más cuyas capitales cuentan con entre un millón y 500 mil habitantes en promedio, más una red de carreteras nacionales y cantonales sin pavimentar que suman casi 30 mil kilómetros, el sector de la construcción en Costa Rica es clave para el desarrollo del país, pues genera 143 mil puestos de trabajo y aporta cerca del 4,5 % del PIB; así mismo, en América Latina y el Caribe moviliza más de 20 millones de empleos y aporta aproximadamente el 6% del PIB de la zona, según datos de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción.
En los últimos años hemos sido testigos de cómo la tecnología y la digitalización en distintos sectores de la economía han sido promotores de eficiencia, productividad y transparencia y cómo han abierto las puertas a la innovación y a nuevas oportunidades de competitividad. Sin embargo, así como para convertirse en músico no basta comprar el instrumento, un proceso adecuado de transformación digital no consiste únicamente en la adquisición de tecnología, sino que implica una mirada integral a los procesos, la estrategia y las capacidades de una organización.
Qué sí y qué no es BIM
En entradas anteriores explicamos con más detalle qué es BIM, pero recordemos que por sus siglas en inglés significa Building Information Modelling, cuya traducción vendría siendo Modelado de Información para la Construcción. Consiste en una forma para desarrollar modelos digitales en tercera dimensión (3D) que contienen la información de los proyectos. Con BIM podemos interactuar con los modelos, consultar su información, saber dónde están los diferentes elementos, probar las estructuras antes de construirlas para evitar errores e incluso recorrer las edificaciones como si estuviésemos en un videojuego. Esto representa una gran ayuda y facilita la labor a todos los que trabajan en la industria de la construcción. Es —guardadas todas las proporciones, por supuesto— como el juego de Minecraft, pero el reto no es crear y destruir bloques sino más bien construir edificaciones en colaboración con otros equipos dentro del juego donde el reto está en el manejo de la información y el modelado real.
Vale la pena resaltar los dos errores comunes a la hora de su implementación en un proyecto o en el flujo de trabajo de una organización. Pensar que solo basta con adquirir licencias, hardware, o tomar un curso de manejo de algunas de las muchas herramientas BIM que existen en el mercado, es el primer pecado capital que se suele cometer. Si solo se hace esto, se está desaprovechando el potencial transformador de la metodología BIM. El segundo pecado capital viene del lado de los contratantes, pues algunos creen que para requerir BIM en un proyecto solo basta con escribir unos cuantos párrafos en el llamado de contratación que hagan referencia al uso de BIM. No se trata apenas de una mera formalidad para la contratación: es un cambio en la concepción de los procesos, una transformación de fondo. Esta falta de claridad del demandante sobre lo que necesita de BIM genera muchos problemas durante el desarrollo de los proyectos.
BIM es una metodología que impactará en los flujos de trabajo de las distintas organizaciones involucradas a lo largo de todo el ciclo de vida de los proyectos. Es necesario, por tanto, ver el uso de la metodología como un proceso integral que demandará un esfuerzo organizado y tiempo de aprendizaje de todos los actores involucrados. Para que logremos alcanzar los beneficios esperados, debemos apostar por la colaboración, la gradualidad de la implementación y precisión de lo que queremos lograr.
Desde la Estrategia Nacional BIM en Costa Rica
En febrero de 2020, el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (MIDEPLAN) lanzó la Estrategia Nacional BIM con apoyo del BID. La Estrategia busca alentar el desarrollo del sector construcción, mejorar la ejecución de la obra pública, dar mayor transparencia en los procesos licitatorios y contribuir en la optimización del mantenimiento y operación de las edificaciones e infraestructura pública. El lanzamiento de la Estrategia fue la culminación de un diálogo y colaboración con el país que inicio con una visita de campo a Chile para conocer Plan BIM Chile y la invitación a Costa Rica para formar parte de la Red BIM de Gobiernos Latinoamericanos.
Actualmente el país se encuentra desarrollando la hoja de ruta para una implementación de la Estrategia Nacional BIM que le permita establecer el mandato futuro para la inclusión de BIM dentro de los pliegos de contratación pública. En paralelo, el país ha encontrado en el efecto demostración —es decir, la creación, por parte de algunos pioneros, de una tendencia innovadora que otros actores de la cadena, un poco más rezagados, van imitando— una forma para avanzar generando aprendizaje y empoderamiento en esta metodología del sector público por medio de proyectos piloto de construcción.
Hacia un piloto BIM en Costa Rica
En este contexto, la División de Transporte (TPS) del Banco incorporó requerimiento BIM para uno de los tres tramos del contrato de “Ampliación y Rehabilitación de la Ruta Nacional Nº 1, Sección Barranca – Limonal, y de la Ruta Nacional 17, Sección La Angostura”, y en conjunto con la División de Competitividad, Tecnología e Innovación (CTI) y el organismo ejecutor, se identificó la oportunidad para mejorar el requerimiento de BIM del proyecto y, con ello, entre 2019 y 2021 brindar capacitaciones a las partes involucradas en la ejecución y seguimiento de obra mediante talleres por parte de un equipo facilitador. A partir de las actividades del piloto también se pudo involucrar en forma paralela a representantes de las instituciones que forman parte de la Comisión Interministerial BIM de Costa Rica (CII-BIM).
La carretera actual desde Barranca – Limonal es de 50 km, y el tramo en donde se implementa el piloto BIM, Barranca – Chomes, de 25,64 km, ambos tramos cuentan con 1 carril por sentido sin espaldones, con un ancho total de la vía de aproximadamente 8,0 m. El tránsito de vehículos que circula por esta vía es del orden de los 14 mil vehículos por día, con un 25% de vehículos pesados, esto hace que el tiempo recorrido sea superior a las 2 horas (en los 50 km) llevando la vía a un bajo nivel de servicio.
La ampliación del tramo BIM incorporará una nueva estructura de pavimiento, dos nuevos intercambios a desnivel en las zonas de Cuatro Cruces y Monteverde, adecuación del intercambio Barranca, construcción de 5 retornos, ampliación de 7 puentes vehiculares, adecuación de los sistemas de drenaje y seguridad vial, y se añadirán pasos de fauna. Las soluciones señaladas permitirán una disminución de tiempos de viaje a aproximadamente 40 minutos, un aumento en el grado de confort de los usuarios y garantizarán la protección de usuarios vulnerables.
Se realizaron 3 paquetes de trabajo:
(1) Taller Bootcamp Implementación BIM en proyectos, participaron más de 30 personas, representantes de instituciones que forman parte de la CII-BIM, la Unidad Ejecutora, la Unidad Supervisora y el Contratista del piloto donde se realizaron una serie de sesiones y actividades agrupados por temáticas que iban desde la introducción y nivelación de conceptos BIM hasta llegar al análisis de Plan de Ejecución BIM.
(2) Taller para el desarrollo de Plan de ejecución BIM del piloto, cuyo objetivo fue colaborar con las entidades involucradas para actualizar y fortalecer las definiciones del Plan de Ejecución BIM aplicable al piloto en base al formato desarrollado por la Universidad de Pensilvania.
(3) Taller Indicadores de desempeño, para definir una serie de indicadores que permitan iniciar el desarrollo de una línea base de desempeño y visualizar el aporte que genera la metodología BIM a la gestión del proyecto.
Lecciones aprendidas y resultados
La serie de talleres ha permitido desarrollar, de forma colaborativa, ciertas definiciones y priorización de criterios comunes a las organizaciones participantes para la implementación de BIM en proyectos piloto. Estas definiciones comprenden el mapa de procesos general para la infraestructura vial y edificación; criterios BIM para el piloto de carretera y definición general de criterios BIM para edificación; desarrollo, revisión y validación del Plan de Ejecución BIM y, por último, definición de indicadores de desempeño para implementación BIM en piloto de carreteras.
Desde la experiencia desarrollada con los equipos de Costa Rica se ha podido detectar cinco aprendizajes clave:
- Cuando definimos que un proyecto de obra pública debe incluir requerimientos BIM debemos tener en cuenta qué se hará con la información y entregables en las etapas futuras de desarrollo, esto quiere decir que debemos pensar en el ciclo de vida del proyecto y no solo la etapa en la que intervenimos.
- Debemos procurar que la implementación de BIM en las instituciones públicas sea gradual, ya que estamos en un proceso de aprendizaje y este esfuerzo debe estar centrado en la generación de valor para el desarrollo de la infraestructura y de la organización.
- El desarrollo de las competencias y capacidades del equipo es clave, pero esto debe estar centrado en el rol que desempeña cada miembro en el ciclo de vida de los proyectos. Esto involucra tanto al conocimiento necesario como a las herramientas. No todos necesitamos el mismo paquete de soluciones.
- Muchas instituciones están desarrollando esfuerzos para digitalizar sus procesos de construcción de obra pública, por lo que colaborar y coordinar acciones y aprendizajes permite acelerar nuestro aprendizaje y desarrollar mejores oportunidades.
- Es necesario comenzar el desarrollo de una línea base del desempeño de los proyectos, si no medimos será difícil entender dónde tenemos oportunidades de mejora o cómo la metodología BIM aporta beneficios a las instituciones del sector público.
El apoyo del Banco en la implementación de BIM en la Región
Para impulsar la adopción de BIM en los países de la región, el Banco Interamericano de Desarrollo, por medio de la División de Competitividad, Tecnología e Innovación, cuenta con un programa de apoyo articulado alrededor de cuatro ejes: (i) apoyo a los países de la región en el diseño y la implementación de programas integrales de políticas públicas BIM, (ii) apoyo en la implementación de proyectos piloto que sirvan de efecto demostración y aprendizaje, tanto para los países como para las distintas áreas del Banco, (iii) apoyo a la creación de la Red BIM de Gobiernos Latinoamericanos, y (iv) línea de investigación sobre beneficios e impactos de BIM.
Oswaldo Rafael Martinez Hidalgo dice
Saludos cordiales con los buenos días para todo el valioso Equipo del BID, extensivo a la (División Productividad y Competitividad), Excelente reporte informativo sobre El boom del BIM en Costa Rica: dirigido a los proyectos de infraestructura de ese país con la llegada de la (r)evolución de las tecnologías innovadoras, experiencia exitosa que bien podría replicarse para Venezuela con el apoyo y acompañamiento del BID.
¿Qué estrategia podrían sugerir para realizar la implementación del BIM, en los diferentes niveles de Gobierno (Nacional-Regional-Local) y sobre todo desde la Academia y los Gremios Profesionales?