La creación de un impuesto mínimo global sobre las ganancias de las corporaciones multinacionales asegurará que, por primera vez en la historia, haya un impuesto que se aplique por igual en todos los países. Esto es un cambio de juego para la tributación internacional porque obligará a las corporaciones multinacionales a pagar un nivel mínimo de impuestos, independientemente de dónde tengan su sede o dónde operen.
En términos prácticos, el impuesto mínimo global promoverá una distribución más justa de los derechos de imposición entre los países y evitará que las corporaciones multinacionales trasladen sus ganancias a jurisdicciones con impuestos bajos. Esto tiene implicaciones importantes para las políticas fiscales actualmente aplicadas en los países, obligando a los gobiernos a reevaluar las tasas impositivas actuales y los incentivos para atraer inversiones extranjeras. Los países tendrán que evaluar los beneficios y costos de adherirse al impuesto mínimo global y adaptar sus políticas actuales.
Estos temas fueron el foco del Seminario Regional de Tributación Internacional, celebrado en Brasilia del 11 al 13 de junio de 2024, que marcó un hito significativo en el trabajo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y sus socios para ayudar a América Latina y el Caribe (LAC) a enfrentar desafíos críticos de la política fiscal. Altos responsables de la política fiscal de toda la región asistieron al evento organizado por el BID, el Banco Mundial y la presidencia brasileña del G-20, representada durante el evento por el Ministerio de Hacienda y la Receita Federal do Brasil (RFB), la agencia fiscal federal del país.
En este blog discutiremos algunos de los principales hallazgos del evento, incluyendo los compromisos de política que los gobiernos de América Latina y el Caribe necesitan considerar mientras adaptan sus sistemas fiscales a esta nueva realidad.
Cómo funciona la tasa del Impuesto Mínimo Global
Actualmente, los 147 países que son miembros del Marco Inclusivo de la OCDE/G20 sobre la Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios (BEPS, en su sigla en inglés) han acordado el impuesto mínimo global del 15% aplicado a las ganancias globales de las grandes corporaciones multinacionales.
El impuesto mínimo global[1] busca revertir una “carrera hacia el fondo” de décadas en la tributación corporativa al mitigar los incentivos para la competencia fiscal entre jurisdicciones[2]. Puede hacerlo porque tiene tres mecanismos de aplicación que trabajan en conjunto, obligando a las empresas multinacionales a pagar el impuesto del 15% sin importar dónde operen o establezcan su empresa matriz.
• La Regla de Inclusión de Ingresos (IIR, en la sigla en inglés): Permite a los países que albergan la entidad matriz definitiva gravar los ingresos de una sucursal extranjera o entidad controlada si esos ingresos estuvieron sujetos a una tasa efectiva de impuestos baja en la jurisdicción de operación.
• La Regla de Beneficios Insuficientemente Gravados (UTPR, en la sigla en inglés): Prohíbe la deducción o el alivio de tratados para ciertos pagos a menos que ese pago estuviera sujeto a un nivel mínimo de impuestos.
• El Impuesto Mínimo Doméstico Calificado de Complemento (QDMTT, en la sigla en inglés): Permite a los países crear un impuesto de complemento mínimo que puede incluirse en su legislación nacional para asegurar que cualquier impuesto adicional sobre las actividades económicas en una jurisdicción que resulte del marco de impuesto mínimo de Pilar Dos permanezca en el país y no se transfiera a otra jurisdicción mediante un IIR.
Estas reglas, conocidas colectivamente como las reglas Globales Anti-Erosión de la Base (GloBE, en la sigla en inglés), son cruciales para entender el sistema de impuesto mínimo global.
Cómo funcionan juntas la Regla de Inclusión de Ingresos y la Regla de Beneficios Insuficientemente Gravados
El impacto práctico de la Regla de Inclusión de Ingresos es que permite a los países que albergan la empresa matriz definitiva[3] de una organización multinacional incluir en el cálculo de las ganancias imponibles la ganancia de sus sucursales extranjeras. Este mecanismo funciona a través de las fronteras para gravar las ganancias de las grandes multinacionales hasta una tasa efectiva de impuestos del 15%.
Por lo tanto, los países de todo el mundo, incluyendo América Latina en el Caribe, necesitan decidir qué hacer al respecto. Aquellos que actualmente no son miembros del Marco Inclusivo necesitan decidir si continuar fuera o convertirse en miembros.
Entre los miembros del Marco Inclusivo, aquellos que albergan grandes multinacionales, como Argentina, Brasil, Chile, México, Panamá y Perú, necesitarán decidir si deben implementar el impuesto global y aplicar la Regla de Inclusión de Ingresos y la Regla de Beneficios Subtributados para aprovechar los beneficios subtributados realizados por las subsidiarias de sus empresas en otros países.
La elección parece fácil de hacer, ya que tiende a aumentar la movilización de recursos domésticos, pero los ingresos esperados deben equilibrarse con el costo de administrar la complejidad y la creciente demanda de procesamiento de datos de un impuesto global, lo que requiere inversiones en tecnología y desarrollo de capacidades dentro de sus administraciones tributarias.
Replanteamiento de tasas e incentivos fiscales
Otra consideración política importante es cómo la región debería replantear sus tasas e incentivos fiscales, ya que ahora corren el riesgo de perder ingresos fiscales sin obtener muchos beneficios de inversión extranjera. Peor aún, si mantienen su tasa impositiva efectiva demasiado baja, podrían estar aumentando las ganancias de la entidad matriz, permitiendo que el país que alberga esa entidad tribute más.
La mayoría de los países latinoamericanos (incluidos los seis mencionados anteriormente) albergan subsidiarias de empresas dentro del alcance que ya están sujetas al impuesto mínimo global, ya que ya se ha implementado en Europa y otros países.
Los países en esta situación pueden decidir implementar un Impuesto Mínimo Doméstico Calificado (QDMTT) para proteger sus derechos tributarios. La respuesta política parece simple, pero pueden surgir dos objeciones.
Primero, los países agregarán otra capa de complejidad a su legislación doméstica porque estarían creando un nuevo impuesto, lo que podría aumentar los costos de cumplimiento tanto para el gobierno como para las empresas.
Segundo, el gobierno puede enfrentar oposición política doméstica contra una mayor tributación. Influenciados por las prácticas de políticas de inversión extranjera directa heredadas, los gobiernos a menudo priorizan impuestos más bajos para estimular el crecimiento económico y atraer inversiones. El QDMTT puede enfrentar resistencia por causa de la percepción pública negativa y el cabildeo contra una mayor tributación.
Fuga de ingresos fiscales a economías avanzadas
Una de las conclusiones clave del seminario fue el reconocimiento de que estas iniciativas fiscales internacionales integrales pueden tener un impacto importante en la movilización de recursos domésticos y la capacidad de los países para avanzar en sus esfuerzos por lograr sus objetivos de desarrollo sostenible.
Una preocupación para los países en desarrollo es que el impuesto mínimo global puede llevar a la pérdida de ingresos fiscales a otras jurisdicciones, especialmente a economías avanzadas. Aparte de los países de LAC cuya tasa impositiva legal es inferior al 15%, se espera que la mayoría de los países se vean afectados.
Muchos países en LAC con altas tasas impositivas legales tienen, en cambio, tasas impositivas efectivas muy bajas después de décadas de otorgar exenciones fiscales a sectores específicos, inversores o regiones. Como se explicó anteriormente, los países cuyos incentivos fiscales conducen a una tasa impositiva efectiva inferior al 15% pueden encontrarse, en efecto, regalando ingresos fiscales a la jurisdicción donde se basa la empresa multinacional.
Respuesta política a corto plazo
A corto plazo, existe un cierto nivel de consenso en que las jurisdicciones deberían considerar la introducción del mencionado impuesto mínimo doméstico calificado. La introducción de dicho impuesto garantizará que las jurisdicciones tributen efectivamente los ingresos de baja tributación que surjan a nivel nacional antes de que esos ingresos estén sujetos a impuestos complementarios aplicados por una jurisdicción extranjera.
En teoría, el impacto de dicho impuesto en las decisiones de inversión extranjera debería ser limitado, ya que los ingresos serían gravados por otras jurisdicciones bajo las Reglas GloBE. Incluso cuando se haya implementado un QDMT, aún habrá un caso para la reforma de incentivos fiscales, ya que ciertos tipos de incentivos pueden volverse ineficaces.
Respuesta de política a largo plazo
Dado que atraer inversión extranjera directa (IED) es crucial para los países en desarrollo que buscan crecimiento económico y competitividad global, basándose en las recomendaciones de la OCDE, los países deberían enfatizar otras estrategias además de las exenciones fiscales, tales como:
- Promover una mayor integración con los mercados regionales y globales y reducir las restricciones a los flujos de IED.
- Asegurar la facilidad para hacer negocios simplificando la burocracia y las regulaciones, combatiendo la corrupción y avanzando en investigación y desarrollo.
- Fortalecer las instituciones, el estado de derecho y proteger los derechos de propiedad.
- Fomentar la estabilidad política, la transparencia, la seguridad y un entorno legal y regulatorio estable.
- Construir ecosistemas empresariales y de innovación sólidos y fomentar los vínculos locales.
La adaptación al nuevo panorama de la fiscalidad internacional llevará tiempo y el intercambio de experiencias y lecciones aprendidas será un instrumento clave para ayudar a los gobiernos de la región a diseñar respuestas políticas más efectivas. También será de vital importancia que los gobiernos incorporen las perspectivas empresariales en sus decisiones.
Nuestro seminario de tres días fue un paso crucial para promover este intercambio de conocimientos. Para los gobiernos, les ayudó a comprender el panorama actual y los compromisos políticos. Para las empresas, el seminario destacó las posibles decisiones para reestructurar, reevaluar su planificación fiscal, estrategias de cumplimiento y decisiones de inversión considerando los nuevos marcos próximos.
Para obtener más información sobre cómo el BID puede apoyar a los gobiernos en la implementación de reformas de políticas fiscales bajo el nuevo escenario de fiscalidad internacional y participar en futuros eventos relacionados con este tema, por favor contáctenos en ubaldog@iadb.org.
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Otros blogs relacionados
Fiscalidad internacional en América Latina y el Caribe: Resultados de una encuesta cualitativa
[1] El impuesto mínimo global es un componente clave de la propuesta Global Anti-Base Erosion (GloBE).
[2] Algunos críticos dicen que el GMT puede resultar en cambios en el comportamiento de inversión, especialmente en países con baja tributación incapaces de ofrecer un paquete alternativo atractivo, lo que resulta en reducciones tanto extranjeras como nacionales en operaciones y empleo, y un impacto en la economía local: una disminución en la presencia corporativa podría llevar a pérdidas de empleo y una actividad económica reducida, impactando la economía local y potencialmente llevando a menores ingresos fiscales.
[3] La empresa matriz o entidad última es una entidad que no está controlada por ninguna otra entidad, pero que controla directa o indirectamente a otras entidades.
Juan Carlos Gutierrez Izquierdo says
Impacto en la Competitividad:
Desigualdad Fiscal: Algunos críticos argumentan que el impuesto podría perjudicar a países con tasas impositivas bajas que han utilizado estas políticas para atraer inversiones extranjeras. La implementación de un impuesto mínimo podría eliminar este incentivo, afectando su competitividad..
Asimetrías Globales: Se señala que el modelo puede generar una gran asimetría entre los ingresos de países desarrollados y emergentes, ya que las reglas permiten a las jurisdicciones de residencia de las empresas gravar sus ingresos, lo que podría perjudicar a los países en desarrollo.