Foto: Gzdavidwong at Chinese Wikipedia[/caption]
Nuestras nuevas publicaciones sobre energía en el Caribe ofrecen información esencial sobre el entorno energético de siete países del Caribe Oriental: Dominica, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago. Estos informes proporcionan un nivel de información sin precedentes sobre la matriz energética actual en cada país, así como un pronóstico que provee información sobre el crecimiento proyectado en el sector energético.
Entre los siete miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental, Santa Lucía tiene la población más grande (alrededor de 182.000) y el mercado de electricidad más grande. Las economías de escala resultantes significan que los clientes tienden a pagar menos por la electricidad que en las islas cercanas.
Sin embargo, las tarifas eléctricas siguen siendo volátiles, debido a la dependencia casi total de diésel importado para la generación de energía. Todos los costos de combustible se transmiten directamente e igualmente a los consumidores, exponiendo los clientes de bajos ingresos a las fluctuaciones de los precios del combustible.
Santa Lucía importa 3.000 barriles de equivalente de petróleo por día de combustibles fósiles, principalmente de Trinidad y Tobago; aproximadamente dos tercios de esta se utiliza para generar electricidad. La única utilidad del país, Santa Lucía Electricity Services Ltd. (LUCELEC), es responsable de la generación, transmisión, distribución y venta de energía eléctrica.
El consumo per cápita de electricidad es alrededor del 10% por debajo del promedio de América Latina y el Caribe. El sector comercial domina el 58% de las ventas, en gran parte debido a la importancia de los hoteles y otros negocios relacionados con el turismo en la economía. Las previsiones indican que “Santa Lucía requerirá continua expansión de la capacidad de generación en el futuro inmediato, así como la expansión en curso para la próxima década para satisfacer la demanda pico”, según el informe del BID.
No es de extrañar, entonces, que Santa Lucía-como muchos de sus estados insulares vecinos-ha emprendido un ambicioso camino para transformar su base de energía y hacer un mayor uso de los recursos renovables. El gobierno ha establecido la meta de generar 35% de la electricidad procedente de fuentes renovables para el año 2020.
La energía geotérmica es especialmente prometedora para esta isla volcánica. A finales de 2014, Santa Lucía recibió $ 2 millones en fondos del Banco Mundial para comenzar a explorar la forma de desarrollar su potencial geotérmico.
Por supuesto, la ubicación- Santa Lucía es una de las Islas de Barlovento en las Antillas Menores – también asegura la disponibilidad generalizada de recursos eólicos y solares. Sin embargo, como el informe del BID señala, estas opciones aún no se han desarrollado comercialmente.
La Política Nacional de Energía 2010, que se encuentra en la fase de aplicación, establece un plan de trabajo para el sector de energía y tiene como objetivo abordar algunos de los problemas que han obstaculizado el desarrollo de las energías renovables en el pasado. Estos incluyen la falta de una política integral de energía, condiciones reguladoras inflexibles y los desafíos tecnológicos y financieros relacionados con el desarrollo de sitios geotérmicos.
“El Gobierno hace hincapié en que los mecanismos de mercado son claves para el desarrollo de un sector energético más sostenible, pero reconoce que puede ser necesario que intervenga el gobierno para promover la explotación de los recursos energéticos propios y para lograr una mayor eficiencia energética y conservación,” según el informe.
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